Y de repente me despierto llorando en el medio de la noche, la extraño, con locura. Juro que esta vez pude sentirla de nuevo, pasando sus manos por mi cabello, acariciando mis mejillas, dos gestos que tengo tan dentro mío que recordarlos me vuelven a hacer caer en un dolor muy profundo.
Estoy en una etapa en la que quiero transmitirle a alguien el cómo me siento, pero sé que no puedo hacerlo, porque cada vez que lo intento un nudo se instala en mi garganta y me impide hablar, mis ojos se llenan de lagrimas que quieren brotar pero que logro contener.
A veces necesito un abrazo que nunca llega, y eso me destruye porque es el abrazo de ella y ella no está. Es justo entonces cuando empiezo a ordenar mis ideas, mi mente y me digo que tengo que empezar a superar obstáculos que me están estancando en todos los ámbitos de mi vida, es entonces cuando empiezo a escribir.
Conclusión N° 7: Si estás cayéndote a pedazos y no lo querés hablar con nadie o no podes hacerlo por el momento, escribí tus ideas en un cuaderno, sacá todo lo que tengas dentro: frustraciones, tristezas, rabia, lo que sea, pero no te guardes nada, guardarnos las cosas nos hace mal.