Unos pocos días más habían pasado desde aquel incidente, la noche había llegado y la ahora nueva familia se encontraba un poco más estable, Mariel ya conocía los horarios de las gemelas y los acoplaban a los de ella y Jungkook -¿Hay alguien en casa?- Preguntó el mayor quitándose los zapatos en la entrada y dejando sus cosas -Tío- Corrió la pequeña Hannie al escuchar la voz de su tío -Deberías ir a cambiarte de ropa y lavar tus manos para que bajen a cenar- Se escuchó a la castaña mientras caminaba en dirección a la cocina -¿Qué haces?- Preguntó Yoongi entrando detrás de ella -Voy a hacer la cena- Dijo apartándolo de la cocina y llevándolo hasta la puerta -Descuida, la haré yo- Musitó el mayor mientras intentaba entrar de nuevo a la cocina -Estoy siendo una buena persona, me lo agradecerás luego de descansar un poco- Rió Mariel bastante divertida por la escena, el solo sonrió, le parecía un gran avance en su ahora nueva amistad, finalmente Min salió de la cocina decidido a recostarse un poco en lo que la cena estaba lista.
Su cansancio se lo agradecía, pero no lo admitiría en voz alta muy pronto. Se acomodó en el sofá más grande abrazando un cojín. No estaba dormido, pudo escuchar cuando las niñas bajaron y Mariel les pidió guardar silencio, también sintió la presencia curiosa de ambas niñas yendo a revisar si realmente estaba dormido. Amaba a las niñas y creía que, si ponía un poco más de atención, si lograría ser un buen padre para ambas. Estaba ilusionado y emocionado.
Después de llevar a las niñas a la cama, Yoongi estaba en la cocina lavando los platos, teniendo la compañía silenciosa de Mariel que limpiaba la mesa y lo observaba a lo lejos.
-Creo que tenemos que hablar -dijo la chica arrastrando una silla para sentarse
-Te escucho Mary -contestó sin despegar sus ojos de los platos que lavaba
-Hay que empezar con qué debes llamarme Su majestad para llevarnos bien -bufó "molesta" la castaña ante la falta de honoríficos
-No gracias -dijo divertido- ¿Cómo te fue en ese casting? El que les mencionaste a las niñas.
-Oh- suspiró, claramente cansada -Horrible, dicen que me falta experiencia y talento. Si jamás me dan trabajo, jamás tendré esa experiencia y quedaré en comerciales-
Lo que decía era más que la verdad, Mariel era una chica bastante hermosa y talentosa, pero jamás había obtenido un papel para actuar ni en el más mínimo acto, ya que por su belleza era capaz de opacar a la protagonista y no podía hacer el papel estelar ya que nunca había actuado en por lo menos ninguna escena.
-¿No has tenido un papel real?- Preguntó el mayor sorprendido
-No, lo más que he hecho son los comerciales de maquillaje y los de lemona junto a Tae y Kookie -escuchó la ligera risa del mayor y no dudó en soltarle un golpe -¡No te rías, esto es serio!-
-Es que nadie mira los comerciales de lemona -soltó la carcajada
-Es por eso que no me dan más papeles -recargó su espalda en la barra de la cocina mientras cruzaba sus brazos y hacía un puchero molesto
-En algún momento alguien te descubrirá, tienes el atractivo -dijo después de secarse las lágrimas que le quedaron por su incontrolable risa
-¿Min Yoongi acaba de admitir mi atractivo? -se acercó a él a picarle el brazo con un dedo y mientras se reía, haciendo que volviera la cara sería del mayor -Yo, lo siento- La cara seria de ambos se notaba y un enorme silencio que invadía toda la cocina también, finalmente la risa de ambos fue incontrolable. Jungkook los miraba desde las escaleras, observaba la bonita escena mientras se creaba miles de ideas en la cabeza.
Era bastante tarde, pero extrañamente ambos se sentían bien con la compañía del otro, al día siguiente no había ninguna responsabilidad que atender, Yoongi descansaba del restaurante, era fin de semana, por lo cual Jungkook y las niñas no tenían escuela y Mariel tenía el día libre para quedarse en casa, motivo por el cual si se quedaban despiertos hasta tarde, no habría problema. Las niñas y Jungkook dormían, la sala de estar estaba en completa tranquilidad, lo único que se alcanzaba a percibir era el sonido de la película reproduciéndose en la televisión frente a ellos.
-Yoongi-ssi, ¿cómo te va con tu novia? -habló lo suficientemente fuerte para que el otro la escuchara, ya cansada de solo escuchar el ruido de la película que no le intereso desde que comenzó
-Bien -dijo sin profundizar, pero recordando que su relación estaba muy tensa después de lo sucedido en el funeral -De hecho, te quería preguntar si no tienes problemas con cuidar a las niñas el día de mañana, pensaba invitarla a salir.
-No, ve sin problema- dijo después de recordar un momento de su pasado, en el cual se encontraban la pareja difunta involucrados -Ojalá no sea como esa cita doble que organizaron Soo y JiHoon-
-No me lo recuerdes - río Yoongi, recordando ese desastre donde su mejor amiga trató de emparejarlos
-Desde ese momento me odias, ¿no?-
-No, Mariel, yo no odio a nadie- dijo, ahora sin reírse y volteando a verla -De hecho, fuiste tu la grosera que empezó a molestar desde un principio-
-Oh, eso fue…-
Un llanto y pequeños pasitos interrumpieron su plática. Mariel corrió automáticamente a las escaleras y Yoongi lo siguió después de acomodar torpemente el vaso que tenía en mano.
Sunhee bajaba las escaleras tan rápido como sus piernitas le dejaban, verla llorar así tan desconsoladamente hizo que el corazón de ambos doliera.