Ya habían metido las galletas al horno y estaban comiendo las chispas de chocolate que habían sobrado cuando escucharon unos leves pasos bajando las escaleras. La mayor se tensó al instante y Jungkook fue quien sacó la cabeza para ver quien era.
-Ah, hola Jungkookie, buen día- saludó Hanna bajando más rápido -Creí que aún seguían dormidos-
-Buen día y no, con Mariel llevamos un rato despiertos- dijo de forma fría y con un rostro bastante serio.
-Buenos días- saludó Mary con el rostro serio sorprendiendo a Jungkook quien pensó que no saldría -¿Quieres tomar algo antes de irte?-
-Eh, no Mariel, muchas gracias, pero tengo que irme ya- dijo un tanto incómoda ya que la otra no le quitaba la mirada de encima -Tengan un lindo día y feliz aniversario, por cierto-
-Te acompaño a la puerta- dijo Jungkook siguiéndola unos pasos atrás.
-Por cierto, no creo que Yoongi tarde en despertar, va a necesitar urgente un café muy cargado, lo haría yo, pero mi familia llega en unas horas a casa- dijo, dirigiéndose a Jungkook, pero Mariel la escuchó y la cólera creció más dentro de ella.
-Yo me encargo- la despidió Jungkook en la puerta.
-Eso fue el colmo- dijo Mariel en cuanto vio regresar al menor ahora sí con el ceño fruncido.
-Ya…-
-¡Es nuestro aniversario!- escucharon a las niñas interrumpir su conversación con gritos, bajando rápido con dirección a los adultos.
-Vamos a olvidar esto y pon buena cara, después lo podrás hablar con Yoongi- susurró rápido el menor hacia su hermana antes de ir con las niñas con su mejor sonrisa.
Minutos después Yoongi despertó con un gran dolor de cabeza por lo ebrio que se encontraba, aún así, la madrugada anterior estaba completamente lúcida para él. La tensión en la casa se sentía, bajo a desayunar y Mariel se encontraba completamente seria e indiferente con él, no había ni sombra de lo que eran el día anterior, muchas publicaciones por parte de Jungkook ponían al tanto a Hoseok de cómo estaban pasando el dia que debió estar lleno de felicidad, Min sin poder soportar más ser ignorado salió al jardín a tomar aire, pero Hoseok necesitaba saber todo lo que estaba pasando en la casa de los ahora Min-Jeon.
-¿Porque todos los tweets de Jungkook son de incomodidad y no los incluye a ti y a Mariel en las fotos?- pregunto de inmediato
-Buen día para ti también- río un poco.
-Responde- la voz seria de Hoseok hacía que Min se pusiera nervioso.
-Tal vez, solo tal vez, anoche deje que Hanna viniera a la casa porque tuvo un problema amoroso con el nuevo chico que está saliendo. No se porque lo hice, ni siquiera había pensado en ella en los últimos días, por eso te llame sin explicación alguna, la llamada corrió toda la noche en caso de que nadie llegase a creerme tu lo harias- suspiro, aun asi siguio con el hilo de la explicación -Hanna se me insinuó, intentó besarme y me quito la playera, pero no acepte, aun así por la hora y lo oscuro que estaba la deje quedarse a dormir y Mariel lo notó, ahora ni siquiera me dirige la palabra- las lágrimas comenzaban a caer una por una, estaba sufriendo -Trate de bajar normal, quería darle un beso de buenos dias como lo hago con normalidad en los últimos días, pero se alejó y ahora todo es tensión-
-Cada que tu bebes, algo extraño sucede- rio recordando la última vez que Yoongi bebió alcohol casi se ahogaba con su propio vómito, anterior a eso, casi caía por las escaleras y la anterior a la anterior tropezó y rompió la ventana de la habitación de Soo -¿Ya se lo explicaste a Mary?-
-Quería…- se detuvo un momento -Quiero, en realidad- suspiró -Pero no me deja, dijo que después de que las niñas y Kook s durmieran y ahora no me deja ni acercarme-
-Bueno amigo, solo queda esperar, no te desanimes, yo se que no pasó nada malo- Hoseok intentaba darle un poco de fe y esperanza a Yoongi, en realidad la necesitaba
-Intentaré hablar con ella, parece que las niñas ya se han dormido- miro dentro de la casa por aquella puerta de cristal y solo quedaban Mariel y Jungkook, ya no había señal de las niñas, lo que le hacía sentir que ya estaban en sus respectivas camas.
-Suerte y si no funciona, mañana estaré todo el día para ti- la llamada se terminó.
Yoongi sacudió sus cabellos con frustración, necesitaba aclarar las cosas, vio como Jungkook subía las escaleras, se quedó un momento más fuera, tomaba el aire suficiente que le hacía falta para ser un poco más valiente y afrontar esa desgarradora escena que presentía se acercaba. Mariel subió a su habitación con un vaso de agua y eso fue lo que le dio el impulso a Min para poder hablar con ella.
-¿Puedo pasar?- preguntó Yoongi desde el marco de la puerta abierta de la habitación de la menor.
-No lo sé, ¿puedes?- preguntó indiferente sin despegar la vista del guión que leía.
-Tenemos que hablar- Yoongi entró y, sabiendo que su Ari estaba muy molesta, se sentó a una distancia muy prudente.