Mariel buscó por toda la casa, hasta recordar que había un lugar en el que muy seguramente aún no se había buscado, abrió un poco la puerta de esa habitación y pudo encontrar a la pequeña rodeada de almohadas y tapada con la cobija.
-La encontré, está en la habitación de JiHoon y Soo- no dejo que Yoongi respondiera, simplemente colgó la llamada.
Mariel estaba fuera de la habitación de la difunta pareja viendo a través de la puerta semiabierta, llegaron junto a ella Yoongi y Jungkook que venían de fuera de la casa.
-¿Yo debería entrar con ustedes?- preguntó el menor de todos con un susurro y clara preocupación de su rostro y voz.
-No, tranquilo- Mariel lo atrajo en un abrazo rápido -Tu ve a dormir, nosotros nos encargamos-
-Está bien, mucha suerte- apretó los hombros de sus mayores y se dio la vuelta para ir a su habitación.
-Buenas noches, Kook- susurró Yoongi aún cuando el menor no estaba solo para alargar el tiempo para entrar con la niña, no sabia que hacer -¿Vamos?-
Mariel lo ignoró y abrió la puerta para ir directo a la cama donde estaba la pequeña niña dormida y rodeada de almohadas. La menor se sentó en una esquina y le señaló el otro lado a su mayor. El mayor se inclinó en la cama para acariciar el cabello de la pequeña, trataron de no despertarla bruscamente, pero, ante el movimiento, Sunhee despertó.
-Tíos, ¿qué hacen aquí?- preguntó la pequeña sentándose y tallandose tiernamente los ojos.
-Te estábamos buscando- empezó Mariel acariciando su cabello.
-Yo quería dormir contigo, ¿por qué no estás en tu habitación?- Yoongi hizo un puchero al que sabía, su sobrina siempre iba a él.
-Hoy quería dormir con mami y papi- dijo con una sonrisa inocente sin saber cómo le afectaron sus palabras a los adultos.
-Uh, ¿puedo dormir con ustedes?- preguntó Mariel tratando de sacarle información.
-No, solo mi hermanita y yo podemos dormir con ellos- su sonrisa era enorme al hablar de su familia, ellos lo sabían, pero en ese momento les preocupaba.
-Está bien, mi vida, nadie más dormirá aquí- dijo Yoongi dándole un beso en la frente a la niña y levantándose -Dejemos dormir a Sunnie, Mary-
Mariel miró preocupada como la niña le daba un besito en la mejilla para después acurrucarse entre las almohadas que casi la tapaban en su totalidad. Dejó salir un suspiro y se acercó a darle un beso de buenas noches a su sobrina y taparla hasta el cuello con la acolchada cobija que usaban sus papás. Mariel salió de la habitación siendo seguido de cerca por su mayor quien se veía bastante inquieto.
-¿Crees que debamos buscar un especialista?- preguntó Yoongi con clara preocupación -Creo que Hanna conoce a uno bueno-
-Ahora no Min- levantó una mano en señal que parara de hablar sin siquiera mirarlo.
-No podemos ignorarlo, Jeon, mi ahijada cree que está durmiendo con sus papás- dijo poniéndose delante de Mariel para que le prestara atención.
-No voy a ignorarlo, Min, también es mi niña y su bienestar es mi prioridad, pero hoy fue un día muy pesado para mi, ¿si?- suspiró yendo hacia las escaleras, dejando al otro atrás. -Hablemos después-
-¿Quieres que te haga un té?- preguntó en un hilo de voz sintiéndose culpable por ser parte de que su día fuera pesado.
-Min, no necesito tu falsa preocupación, me puedo hacer mi propio té- y así bajó dejando a Yoongi a mitad de pasillo suspirando y sintiendose idiota.
-Yo te acepto uno de tus chocolates- llegó Jungkook a abrazarlo por la espalda envuelto en su cobija y su pijama haciéndolo reír.
Bajaron juntos a la cocina para hacer chocolate para ambos siendo ignorados por la mayor que estaba preparándose un té.
-Traidor- fue lo único que le dijo a Jungkook antes de subir las escaleras con su té en mano, dejando a dos chicos completamente confundidos.
La convivencia entre Yoon y Ari se volvía cada vez más tensa y todos a su alrededor podían sentir esa enorme tensión, ya habían pasado bastantes días en los cuales no se dirigían ni una sola palabra fuera de lo básico o de lo que tuviera que ver con las niñas o Jungkook. Lo que hacía que ambos se enfadaran por cualquier situación fuera de lo normal. Yoongi estuvo atento a cada movimiento que hacía Mariel, pero de verdad a todos. Estaba más que molesto de que la infantil forma de actuar de Ari afectara a sus pequeñas, le dolía que no lo volteara ni a ver, se lo merecía, pero las niñas no tenían nada que ver. Mariel notó como el mayor no le quitaba esa mirada furiosa de encima y la empezaba a incomodar, hasta a molestar. La menor se fue a la cocina para respirar un rato de la mirada de Yoongi, no contaba con que este la iba a seguir hasta allá para acorralarla contra la barra.
-¿Qué haces, Min?- preguntó tratando de irse, pero la mano del mayor sujetando fuertemente su cadera le limitaba mucho.
-Ya es suficiente, Jeon- dijo con un tono duro, reprochando y reforzando su agarre -Deja de ser tan infantil, no les hace bien-