en tu absurdo intento de pedirme perdón me regalaste un planta, un helecho para ser más exacta.
pero te olvidaste de algo: no me gustan las plantas, (me olvido de regarlas y cuidarlas).
la última vez me regalaste un peluche gigante (creo que eso era un poco más acertado).
la vez anterior me habías regalado una perrita. y no me prestaste atención cuando te dije que en mi departamento no había lugar para una mascota, aún así lo acepté, obvio.
¿cuántas veces me vas pidiendo perdón, diez? no sé. perdí la cuenta.
tengo un reloj de arena, lo dí vuelta, y observé detenidamente como caía. te dije que ese era tu tiempo.
hace dos segundos terminó de caer el poquito de arena que quedaba en él, y golpeaste mi puerta, pero: tu tiempo terminó.
y por último, si es que te interesa: la planta se la regalé a mi abuela, (la va a cuidar mejor que yo).
el el pluche gigante se lo dí a mi sobrina.
la perrita se llama Sol.
y todas las cosas materiales que me diste en tu absurdo intento de pedirme perdón, no sé qué las hice.
(seguro las dejé en algún rincón).
infinitiloverl