Te vigilo, escondida entre las sombras, te espero aunque tú no lo sabes, te odio, lo admito y te quiero no puedo cambiarlo, el maldito pacto aún no termina, sigo atada a ti, deje de ser la cazadora para convertirme en la presa, con tu sola presencia me haces cambiar de humor a tu antojo, solo basta una sonrisa o la mirada de tus ojos negros para que me controles con facilidad, maldito seas hechicero, tu que con tu risa malvada me dominaste, tu que con el fino toque de tu guitarra me derrumbas con facilidad, tú, demonio de las sombras que me mantienes encadenada, libérame o permanece a mi lado siempre, abandóname o tómame, pero no me hagas sufrir más con tu ausencia, liberémonos de la maldición que nos mantiene unidos, separemos nuestros caminos y seamos felices a nuestro modo.
#30409 en Otros
#9600 en Relatos cortos
#21996 en Fantasía
#8743 en Personajes sobrenaturales
Editado: 20.01.2019