HOY LEÍ POR AHÍ

En una barda blanca se leía, ¿Cuándo fue la última vez que viste las estrellas con los ojos cerrados?

Pensé:

No fue una, fueron varias veces y en todas ellas estaba acostada a tu lado.
No, no fue mientras la pasión se desbordaba. Fue después. Cuando la calma llegaba y sólo éramos dos almas afines. Cuando no importaban las pocas o muchas diferencias y hablábamos de veinte temas mientras, abrazados, nos regalábamos besos y caricias suaves. Si, ahí vi las estrellas con los ojos cerrados. Cuando trataba de grabar tus ojos en mi memoria y tú los abrías más de la cuenta. En esos momentos no deseaba estar en otro lugar ni con alguien más. Era como si nos conociéramos de toda la vida, incluso de otras vidas. Sentía tu cuerpo relajado y confiado. La lengua se te soltaba y decías todo lo que pasaba por tu cabeza. Todo era perfecto. No sé si durará lo mismo que un suspiro, sólo sé que ver las estrellas de esa manera dibujará una sonrisa que acompañará el recuerdo.

Adriloch