–Fui padre a los 12 años –me confesó.
No, no se trata de la película de Adam Sandler, es una historia de la vida real.
Rockero Cabezalibro era un hombre de 35 años, algo presumido y orgulloso. Entablamos una amistad pasajera hace un lustro y, al igual que otros Cabezalibros me contó ese capítulo de su biografía.
–Mi familia nuclear es lo que ahora se conoce como homofóbica y uno de sus integrantes cometió el pecado de ser del otro bando. Mis padres se culparon mutuamente y decidieron evitar que la maldición recayera también en mí.
No entraba en la pubertad cuando me llevaron con un pseudo médico quien propuso un tratamiento hormonal para estimular mi masculinidad. A los 11 tenía la voz gruesa, había dado el estirón y mostraba todos los signos de desarrollo. Con todos me refiero a que tenía un apetito sexual voraz que me empujó a embarazar a mi novia dos años mayor. Así que, mi hijo llegó al mundo con un padre de 12 y una madre de 14 años.
–Hoy estás casado y tienes otros hijos. ¿Qué fue de ese niño? –le pregunté. Mi intención no era opinar o juzgar a alguien, es que por alguna razón necesito decir algo empático que actúe como bálsamo en quien me cuenta sus historias.
–Lo vi pocas veces. Lo crió su abuela materna pues mi ex novia se fue con un señor mayor. Hasta donde sé el muchacho anda en malos pasos. Para ser honesto, antes no me importaba, pero conforme me he hecho adulto pienso más en él. Me parece increíble que la decisión de mis padres haya tenido consecuencias de esa magnitud.
Rockero Cabezalibro me dio permiso de compartir este relato siempre y cuando no use su nombre.
Así como él, todos somos Cabezalibro; llevamos a cuestas páginas cargadas de vivencias que pueden clasificarse en capítulos.
A diferencia de los ejemplares que llenan las librerías o medios digitales, no existen Cabezalibros poco interesantes.
Adriana Cabezalibro ha tenido una vida nutrida de experiencias que llenarían varios tomos. Hay cosas que no se ha atrevido a compartir para no incomodar. Un día les contará el capítulo de cuando la dejaron en una iglesia católica para que tuviera un futuro mejor. Pero eso será en otra ocasión...
Adriloch