La vida es una montaña rusa de acontecimientos, emociones y sensaciones. Quizá por eso el monitor que muestra los parámetros vitales dibuja una línea que sube, baja y al final se vuelve horizontal. A veces la línea va para arriba y es tiempo de disfrutar: Dios, salud, familia, amigos, economía, trabajo, actividades deportivas y recreativas, libertad, etc. Esa es la parte agradable y me atrevo a pensar que está presente la mayor parte del tiempo. Cuando la línea va para abajo, hay desequilibrio con los aspectos que mencioné anteriormente y es tiempo de aprender. Pueden presentarse: problemas de salud, conflictos con familia o amigos, problemas legales, pérdida de economía o de libertad, entre otros. Hay que saber que Dios está presente en ambos sentidos.
No siempre es bonita la vida, en realidad da embestidas que dejan sin aire como un golpe en el estómago y todas tienen qué ver con pérdidas. Algunos dicen que la felicidad es cuando la línea va para arriba pero hay quienes buscan algo más porque creen que lo que tienen es inamovible. Otros afirman que la dicha es la falta de problemas y la tranquilidad. Cada quién tiene su forma de ver las cosas.
Poner una pizca de oración, meditación, música, libros, cine, deportes, playa, bosque, risas, fotografía, jardinería, amor a los animales y otras actividades de acuerdo a las preferencias personales es usar saborizantes naturales.
Adriloch
25 de Octubre 2018