Mis Jefes intergalácticos +18

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Un mes después

Ejecuta su rutina día a día, ya entiende las mañas de su hermoso jefe, lo delicado que es con la comida, lo mañoso que es con el desorden.

Poco a poco fue organizando todo, antes de que el pidiera algo ella ya se imagina lo que él quiere, ahora tiene que hacer más café su querido jefes se volvieron adicto a él, algo que tuvo que incluir en su rutina es también llevarlo al Sr. Éber.

Cosa que a su linda asistente no le gusta, para no causar conflictos se lo deja a ella y está se lo entrega solo espera que no cause ningún problema.

Como todos los días llega temprano a su lugar de trabajo y de una vez comienza a organizar todo para el día, cualquier pendiente, chequear la agenda le gusta todo organizado.

Luego de dos horas sus jefes llegan como todo los días, va directo a la oficina de su jefe y le informa lo deberes del día al terminar sale y sigue con su trabajo.

Desde que está aquí no a hecho ningún amigo pero eso a ella le da lo mismo desde muy niña nunca a tenido uno, sus abuelos al principio se preocupaban por eso.

Tuvo que salir de sus pensamientos ya que una fuerte discusión se escuchó en la oficina del Sr. Éber, muerde su labio, se percata qué muchas personas están viendo a esa dirección.

Se levanta y los mira -Ustedes tienen trabajo que hacer así que por favor vayan a sus puestos.

Todos la mira con enojo y se van, ella está acostumbrada a ese tipo de miradas, su jefe le dio la orden de poner orden cuando observa cosas así, y quien es ella para desobedecer a su jefecito le encanta dañar el momento a las personas que la miran por encima del hombro.

Voltea al escuchar cosas romperse, muerde su labio sabe perfectamente que no debe de meterse, pero tiene miedo que todo se salga de las manos.

-¡Vamos Arlet tu puedes!

Entra a la oficina y se queda de piedra al ver como Maria se insinúa al Sr. Éber, este esta tratando de quitarse por todo los medios a la chica.

-Quítate de encima -gritó con enojo.

-Quiero ser suya Éber, podemos ser felices.

-Quítate -dijo con los dientes apretado en claro enojo, mira quien entró -, quitala o no responderé si lo hago yo -

Arlet confirma y va directo donde ellos, trata de quitarla pero parece que está pegada con pegamento, se aleja un poco, tendrá que usar un poco de fuerza.

Toma el cabello de la chica y lo jala, esta grita por el dolor, la tumba en el piso. Arlet se endereza y quita cualquier arruga en su falda.

-Como te atreves gorda estúpida - gritó María.

-Solo hice lo que el jefe ordenó -respondió con calma, no negara que disfruto bastante lo que hizo.

La chica se levanta enojada estaba a punto de caerle encima a la gorda cuando una mano fuerte la detiene -Éber, deja que la pongo en su sitio a si podemos seguir en lo nuestro -

-¡Estás despedida! -está irritando, esa decisió debió de hacerlo desde haces semanas.

-¿Qué? No, no puedes hacer eso -gritó -, soy la mejor asistente que has tenido.

-Srta. Maria por favor recoja todas sus pertenencias y váyase, además ustedes nunca a cumplió con su trabajo -en serio está tratando de no perder los estribos con esta mujer.

-Pero Éber no me puedes hacer esto, tu y yo estamos juntos, tenemos una relación -dijo con desesperación -, ayer me entrege a ti -

Éber abre sus ojos en grande <<Estas mujer debe de estar loca>>

Una risa se escucha en la oficina los tres voltean hacía la puerta, Eros no podía dejar de reírse él había escuchado todo el alboroto, al salir de su oficina se percató que su sexi y curvilínea asistente no estaba.

Tiene rato viendo lo que está pasando y el descaro de esa mujer al mentir -Para su información Srta lo que usted dijo no puede ser verdad -dijo tomando asiento -, el tonto de mi hermano estaba conmigo en una junta de negocio -

Maria quedó en shock porque ella no sabía de ninguna reunión -Eso es mentira él estaba conmigo.

-Srta. Arlet dígale donde estábamos -dijo Eros tratando de que su paciencia no se acabe.

-Los señores Lawless estaban en el restaurante xxxx en una reunión de negocios.

Éber se sienta en su silla levanta el teléfono -Seguridad a mi oficina ahora -mira a la chica -, si sigues con esta tonterías te ira peor, por que no te denunciare en este planeta si no en el mio que es mucho peor -

Maria queda congelada, todos sus planes se fueron al piso, mira con enojo a la gorda y va directo donde ella.

-Todo es tu culpa maldita -agarra el cabello de la gorda.

Los gemelos estaban por intervenir pero quedan de piedra al ver como la exuberante mujer se quita fácilmente a la chica y como golpea la cabeza de María en la pared.

-Conmigo no te metas -la suerte y la deja llorando, es posible que le haya roto la nariz a la chica, pero ella la provocó.

Los guardián entraron y se llevaron a la mujer gritando, sin embargo, ninguno hizo nada.

-No te preocupes, ella no podrá poner una demanda, fue en defensa propia -asegura Eros viendo encantado a su asistente él siempre ha sabido que la chica es alguien de carácter fuerte y eso le encanta.

-Gracias Sr. Eros... iré al baño con su permiso.

Éber bufa -Ahora que haré no tengo asistente e despedido a tres en el corto tiempo que llevo aquí -

-Si quieres podemos compartir a mi asistente -propone Eros.

Éber lo como si fuera un Dios -Estás dispuesta a compartirla, ella es una de las mejores asistentes que he visto hermano.

-Lo sé, por eso lo digo, hay que hablar con ella así también le aumentamos el sueldo, ella es muy buena en su trabajo.

Ambos confirman a los pocos minutos hablar con ella, Arlet acepta para ella tener todo en orden es importante solo tiene que buscar una forma de hacer su trabajo.




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