Mis Jefes intergalácticos +18

10

Capítulo 10

Los gemelos miran a Arlet fascinados, ella se mueve en la cocina con tranquilidad como si ella lo hiciera todos los días. Ambos se miran unas pequeñas sonrías que aparecen en sus labios.

Ellos se acercan a ella -¿En qué podemos ayudarte?

Ella voltea al escuchar -Oh -se pone a pensar -, la verdad no mucho, puedo hacerlo... -una idea llega -, hay carne porque no hacemos una parrillada también.

Éber se acerca a ella, sostienen las dos mano de ella y la mira -Mujer ¿cásate conmigo?

Eros lo mira sorprendido, Arlet se atraganta con su saliva -¿Qué?

Eros niega quita a su hermano -Éber

Eber mira a su hermano -¿Si? -pone un puchero al sentir como su hermano le da en la cabeza -,¿Porque hiciste eso?

-Pórtate bien -regaña Eros.

-Per... -abre sus ojos al entender las palabras que dijo, muerde su labio y sonríe nervioso -, Arlet yo...

-No te preocupes, se que fue en broma -el corazón de Arlet está latiendo muy fuerte, no negara que la idea es muy tentadora, sin embargo ella sabe que estos hombres nunca la miran igual, además está la diferencia de especie es posible que no sean compatibles.

Suspira y sigue su trabajo, entre los tres guardan silencio, ella le indica lo que tiene que hacer, cómo sazonar la carne mientras ella hace la tarta, al final los tres están afuera.

Eros es el que está encargado de hacer la carne asada, mientras que Arlet hace más aperitivos afueras, Éber no deja de mirarla, se acerca a ella pidiendo que haga así que se sienta a su lado y entre los dos terminan lo que están picando.

Tres horas después están disfrutando la comida, Arlet elogia a Eros la carne estaba muy buena, Eros se sintió muy feliz por recibir esas palabras para más si son de ella.

Al terminar entre los tres limpian todos. Eros busca algo y a los pocos minutos sale con vino y tres copas -Gustan.

Eros sirve el vino, los tres se quedan en silencio, Éber no puede dejar de verla se maravillo como ella camina tan naturalmente por la casa, le encanta que ella bromeo con él y hasta en ocasiones lo regaña, esta mañana en el supermercado quedó más maravillado como ella le limpió su rostro.

Se sintió tan bien, él y su hermano nunca revivieron una caricia cariñosa, sus padres siempre estaban sumergidos en una aura de depresión hasta que él y su hermano hablaron con los ex Emperadores. Sale de sus pensamientos, hay algo que aún tiene que hacer.

-Arlet... ¿Aún quieres ver cómo somos realmente? -cuestiona Éber.

Eros la observa -Quiero que sepas que nunca te haremos daños.

Arles mueve su copa, obvio que ella quiere verlos, pero por alguna razón tiene miedo, miedo a que eso cause que ya no puedan verse. Muerde su labio y los mira -Quiero verlos.

Ambos hermanos se paran, ella observa como ambos se quitan la camisa, sus mejillas se tiñen de rojo, muerde su labio al ver tan magnífico pecho de ambos.

<<Por Dios esto es obra>> ella misma se ríe de sus pensamientos.

Abre sus ojos en grande al observa como ellos cambia de aspecto la estatura de ellos cambia demaciado antes le llegaba a los hombres pero ahora es al pecho, cuernos salen de las cabeza son negros.

Jadea al ver como una cola sale de ellos, su piel cambia a una azul, ella por completo queda en shock se para y camina hacia ellos. Ambos están juntos con manos temblorosas y pone una mano en las mejillas de ellos.

-¡Maravilloso!

Acaricia las mejillas de ellos y se percata qué ambos tienen patrones en el cuerpo con sus manos delinea los hermosos patrones.

Los gemelos tiemblan, el corazón de ellos late muy fuerte esa simple caricia hace que ellos casi están perdiendo la cordura, un gemido se le escapa.

Arlet se sorprende, se maravilla al ver como las mejillas de ellos se tiñen de morado. Sonríe para ellos -¡Magnífico!

Se aparta de ellos -¿Todos lo Omerpus son como ustedes? -Ella sabe que esa pregunta puede ser muy estúpida, pero tenía curiosidad. Toma asiento al igual que ellos.

-Todos los hombres tenemos el mismo color, un azul oscuro, sin embargo los patrones cambian, los nuestros son pequeñas estrellas.

Arlet confirma, si con sus dedos había sentido esa sensación.

- Y las mujeres tienen un azul claro... -Eros los mira -, en nuestra especial mayormente los hombre nacen en par, las mujeres no, aunque hay caso de que nacen en par por igual solo es raro de ver hasta ahora solo hay tres casos.

Arlet se sorprende, nunca esperó eso, quiere decir que ellos nacen siempre así -¿Nunca ha nacido un bebé solo?

Ambos gemelos niegan -Nunca, estamos vinculados -dijo Eros -, desde que estamos en el vientre de una madre... para que una mujer salga en estado necesita.

Aflet alza una ceja al ver como ellos quedan callados -¿Necesita que?

-El esperma de ambos - dijeron al mismo tiempo.




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