Mis Jefes intergalácticos +18

14

Capítulo 14

Sábado

Tiene más de una hora mirando el techo de su habitación, estos pocos días la situación con sus jefes a estado un poco tensa.

Y todo es por su culpa.

Mira la hora en en un rato vendrán a buscarla, toma ánimos y se levanta, toma un baño y al salir mira su closet sin saber que ponerse, la verdad ella no tiene ánimo para nada.

Entra a fondo en su closet y se decide por un vestido blanco y unas sandalias del mismo color, se hace una cola alta dejando que su cuello esté libre, no se podrá nada en la cara no tiene ánimo para eso.

Al mismo tiempo que terminó la puerta fue tocada, ella se imagina quiénes son, con pasos apresurados abre la puerta.

-¡Buenos días!

-¡Buenos días! -respondieron ambos, suspiran y se maravillan de lo hermosa que está.

-¡Vamos!

Arlet confirma -Déjeme buscar mi bolso.

Los gemelos caminan hacia su carro y Eros entra dejando que su hermano le abra la puerta a ella. A los poco minutos están de camino.

-Nos vamos a parar en una cafetería -informó Eros.

-No e... -muerde su labio la mirada que le dio Eros un un tanto intimidante.

Éber suspira bajo, no le gusta esta situación solo por una tontería todo se está descontrolando.

Llegan a la cafetería y toman asiento, una mesera camina directo hacia ellos moviendo sus caderas, sin embargo ella se da cuenta que ellos nunca la están mirando.

-¡Buenos días!, ¿En qué puedo servirles? -sonríe coqueta pero ellos siguen sin mirarla, aprieta un poco la libreta en sus manos.

Los tres miran el menu sin mirar a la mujer al lado de ellos, a los gemelos no les interesa ninguna mujer salvo la que está al lado de ellos vestido de blanco.

A los poco minutos cada una pidió algo, la mesera anota todo -¿Qué desean para tomar?

-Agua.

La mesera suspira en ningún momento ellos la miraron, ella es más bonita que la gorda que esta sentada.

Los tres quedan solo, ninguno dice nada tiene todo el día para hablar además los gemelos tiene una misión hoy y será cumplirá aunque tenga que hacer cosas indebida lo hará.

Arlet es de ellos y de nadie más, si tiene planeado llevarla a su planeta tiene que ser pareja de ellos, los hombres Omerpus aman a las mujeres con huesos anchos.

La mayoría de las mujeres Omerpus son de huesos anchos y muy pocas son flacas.

Quince minutos después el desayuno llegó.

-Aquí está su pan tostado con huevo revuelto - sonríe coqueta al hombre de ojos azules.

-Aquí tiene sus panqueques con huevo revueltos -le guiña el ojos al de ojos verdes.

-Su sándwich -expresó de mala gana.

A cada uno le puso un baso de agua, los gemelos notaron la actitud de la mujeres.

-Si usted no quiere atendernos, por favor busque a alguien más.

La mesera queda en shock -Sr...

Arlet mira a Eros esta un poco sorprendida, ella desde un inicio vio los intento de la mujer en llamar a la atención de ellos, pero nunca le hicieron caso

La mesera mira con odio a la gorda y se marcha.

Los tres desayuna con calma, eber estaba por quejarse, extraña la comida de su Arlet todo estos día no ha podido comer nada hecho por ella y eso lo tiene de muy mal humor.

Eros estaba igual que su hermano menor extraña la comida de ella, todo los día llega con ansias para comer los deliciosos aperitivo, pero por este tonto mal entendido no han podido comer muy bien.

Al terminar Eros se levanta -Iré a pagar.

Le echa una mirada a Arlet y marcha a pagar, con calma e ignora a la mujer del al lado, dio la vuelta pero una mano lo detiene.

-¿Pasa algo?

La camarera sonríe coqueta -¿Me gustará invitarte a salir?

Eros alza una ceja y quita con educación la mano de la mujer -Tengo pareja.

La camarera aprieta sus manos con odios.

-Te dije que dejes de coquetear con los clientes, acuérdate que casi estas perdiendo tu trabajo.

La camera mira con odio al cajero.

Al salir de la cafetería Éber se detiene mira la espalda de su mujer -Arlet.

Ella voltea -Si.

-Crees que -sus mejillas se tiñen - puedas hacer algo de comer más tarde.

Arlet sonríe -Claro.

Los gemelos no pueden evitar sonreír, -Vamos al supermercado -informa Eros, en la casa prácticamente no hay nada de comida.

Entre los tres compraron todo, por alguna extraña razón Arlet se siente muy nerviosa y no en término malo.

 




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