Mis Jefes intergalácticos +18

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Éber pone su mano en la pierna de su mujer y poco a poco le va subiendo la falda —Amo cuando usa este tipo de ropa.

Atrapa esos labios y lo muerde con deseo, gruñe al sentir que no tiene ropa interior —¿Eros lo tiene verdad?

Arlet confirma un poco aturdida, casi pegó un gritó al sentir como él la carga tan fácil, escucha una cremallera ser bajada al igual que un cinturón.

En su intimidad siente algo abre su boca al sentir como ese pedazo de carne va entrando en ella.

Éber muerde el cuello de su mujer entra por completo, aun dentro camina hacia su escritorio y quita todo de él, los papeles que están en el medio de ambos lo pone a un lado y mira su miembro en ese entrada apretada.

—No te imaginas lo mucho que he fantaseado con tomarte en este escritorio —dijo penetrándola con un poco de fuerza.

Pone una mano en su pequeño botón y lo mueve en círculo, la otra mano va hacia la parte trasera —Buena niña —alega al sentir el tapón.

—Hay que cambiarlo — dijo ya es el tercer tapón, el que sigue es uno en tamaño más grande, los gemelos están loco por tomar a su mujer al mismo tiempo.

Arlet se tapa la boca para no soltar ningún sonido, sin embargo Éber no deja de moverse encantado con ese lugar tan favorito para él.

Desabrochar la blusa de ella y con una mano juega con los senos de ella, se inclina un poco y mete ese pequeño botón en su boca mientras aún se mueve con frenesí.

Ninguno durará mucho las ganas que se tiene hace que todo pase demasiado rápido, lamentablemente el tiempo llegó haciendo que Arlet muerde el hombro de su pareja con fuerza.

Eber sólo puede gruñir, al sentir ese dolor fue un poco más placentero.

Ambos respiran con dificultad, él sale dentro de ella con pesar —Si no fuera por que estamos en el trabajo.

—Lo sé, los deseo a ambos.

🌍🌍🌍🌍

Eros suspira y mira la llamada al final acepta.

—Hola hijo.

Eros mira a ambos hombres, él y su hermano son la viva imagen de ese par —Hola padres.

Ambos hombres sonríen a su hijo mayor —Nos tienes botado —se queja su segundo padre.

—Hemos tenido muchos trabajos y seré sincero si no fuera por mí mujer mi hermano y yo nos hubiéramos vuelto locos —dijo Eros un poco cansado.

—Mujer —cuestionaron el par de padres.

Las mejillas de Eros se sonrojan un poco —Si, conocimos a una humana en la tierra… Es una mujer muy hermosa y demasiado inteligente.

—Si pudieran ver todo lo que ha hecho en la empresa se sorprenderán,  la verdad dependemos mucho de ella.

Alex y Alexis miran a su hija mayor, notan un brillo especial en los ojos de él —Queremos conocerla hijo —dijeron al mismo tiempo.

—Eh… ¿Realmente quieren? —pregunta con ilusión —, la verdad pensé que no querían.

—¿Por qué piensa eso hijo? —pregunto alex.

—Ella es humana, tener hijos aún es incierto.

El par de padres suspira —Solo queremos que seas feliz —dijo Alexis —, y tu hermano ¿es feliz con ella?

Los dos padres ven la sonrisa de su hijo, por Dios tenían años que no veían ese tipo de sonrisa.

—Ella lo enamoró con solo bocadillos, Éber queda cautivado por completo de ella y es adicto a la comida que ella hace… no negaré que yo también lo soy.

—Perfecto, este fin de semana la conoceremos —dijo Alex.

Eros al final confirma no puede negarle nada a sus padres —Por cierto ¿cómo están?

Los gemelos mayores sonríen —Estamos muy bien, estas vacaciones son muy buenas la verdad—dijo Alexis.

—Me alegro mucho… ella ¿ha vuelto a molestar?

—No —dijo Alex —, lo último que supe es que se casó.

Eros no dice nada aunque tampoco le interesa lo que su madre haga con su vida —Está bien, este fin de semana los esperamos.

Al terminar la comunicación sale de su oficina y mira a su sexi secretaria —Te divertirte.

Arlet se ríe bajo —Bastante.

Eros ríe un poco alto —Ven, tengo que decirles alto a ti y a Éber.

Arlet confirma, tocan la puerta y entran, ella se para frente a la mesa y Eros se sienta un poco en la mesa.

—Nuestros padres vendrán el fin de semana —mira a su mujer — y quieren conocerte Arlet.

—Eh —pasa sus manos por su falta —, yo… ustedes creen es buena idea.

—Arlet —dijo Éber caminando hacia ella —, eres una excelente mujer —la abraza —, ellos te van a tomar mucho aprecio.

Sonríe en grande — Más si cocinas para ellos.

Los tres se ríen —Siento que los enamoré fue con comida.

—Y es la verdad —dijeron al mismo tiempo los gemelos.

Arlet niega divertida mira la hora y se da cuenta que pronto hay una junta para sus jefes 

—Chicos en media hora tienen junta.

—¿Cuál? —pregunta Éber tomando asiento.

—Es con unos de los accionistas… —piensa en los nombres — ya me acordé de Paul y Paulo.

—Desde que lleguen hazlo pasar a la sala de reuniones —informó Eros.

—Si.

Media hora después.

Arlet está dando los últimos retoques al informe de la junta, en ese mismo momento suena el teléfono, se da cuenta que es la linda recepcionista.

—Sí.

—Srta. Arlet, los lords Paul y Paulo están aquí.

—Muy bien, guialos por favor.

—Si Srta.

Rápido imprime los documentos y le avisa a sus jefes, con ayuda de otras secretaria ya tenía el lugar arreglado solo faltaba los documentos.

A los poco minutos el ascensor fue abierto por ella sale dos hombre muy apuesto se queda un poco idiota mirándolos.

—Srta —el par se dio cuenta que la joven dama se quedaba mirándolos.

—Eh —hace una reverencia —Lo siento, por aquí mis Lords.

Los dos gemelos siguen a la chica, observan el cuerpo de ella y no pueden negar que es muy hermosa.

Los dos entran y toman asiento.

—Mis jefes ya están por venir, esperan por favor unos minutos —Arlet sale rápido y se echa aire con su mano.

<<Por Dios estos hombres hacen que uno pequen, primero mis guardaespaldas y ahora estos lords>>

 




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