Mis Jefes intergalácticos +18

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Los gemelos estuvieron la tarde entera en el despacho no se habían dado cuenta de que las horas habían pasado. Los problemas en la tierra han comenzado.

Hace un mes se mandó un grupo seleccionado, conclusión el planeta tierra ahora pertenece a los Gherm.

—Es tarde… Aún no hemos cenado —menciona Éber con hambre —, es raro que nuestra pequeña no haya venido a buscarnos para cenar.

—Es verdad cuando se trata de comer ella es muy puntual  —los dos salen del despacho —, vamos a buscarla.

Al salir se topa con una sirvienta, Eros la detiene —Disculpa ¿sabes dónde está Arlet?  

—Mi señora se encuentra en su recámara —informó la sirvienta.

—Gracias —la chica hace una reverencia a sus jefe si sigue sus deberes.

Los gemelos llegan a la habitación y notan que su mujer esta acostada —Es raro —comentó Éber —, ella no es de tomar siesta… ¿Tal vez le pasa algo?

Ambos se acercan a la cama y cada uno se pone a su lado, Eros acaricia la mejilla de ella con cariño. Arlet se queja un poco y entierra su cara en el pecho de Eros, suspira con gusto al sentir el rico olor.

—Pequeña —llama Eros encantado por que ella es así,  mira a su hermano —, ordena a que traigan la cena aquí…  nuestra pequeña está un poco mimosa.

Éber confirma rápido lo hace, al volver se acuesta en la cama otra vez —En media hora la traerán.

—Esta bien, dejaremos que ella duerma por media hora.

Mientras esperan ambos hermanos se maravilla observando a su mujer —Ella es tan hermosa.

—¡Verdad! Siento que es lo mejor que nos ha pasado.

Eros analizó lo que dijo su hermano y se rió bajo —tienes todo la razón hermano, esta pequeña mujer ha sido un rayo de luz en nuestra vida y estoy muy agradecido con eso.

Éber besa la mejilla de ella.

—Si me despierta así no me quejo —inquirió Arlet con voz ronca,sale de su escondite y sonríe —. Ustedes son mi rayo de luz.

Los tres sonríen, Arlet se sienta en la cama y abraza a sus hombres —Los amo chicos.

Los gemelos abren en grande los ojos, ambos comienzan a llorar de felicidad —Por Dios, nosotros también te amamos pequeña.

Arlet besa a cada uno con amor, se acuesta en el pecho de Éber, se siente bonito despertar así y más cuando tu mente hace rato estaba llena de pensamiento.

Y ahora se encuentra rodeada de sus hombres lleno de amor…

Una hora después.

Ya habían cenado y duchado ahora se encuentra de nuevo en la cama mirando la televisión, Arlet desde que llegó aquí nunca la ha visto, los programas son diferentes aunque un poco parecido a la tierra.

Sin embargo las series y películas son hechas por humanos, los demás son noticia siendo mujeres la locutoras, muy pocos canales para que los niños miren muñequitos.

Y la verdad ella se siente un poco aburrida, sonríe con malicia baja un poco su cuerpo y pone una mano en cada parte íntima de sus hombres, entra la mano en el pantalón notando que sus miembros casi están libres, muerde su labio y comienza a marturbalos.

Eros y Éber jadean al sentir tal caricia, gimen un poco bajo al ser estimulado más rápido.

Arlet baja hacia abajo y se pone al nivel de ambas hombría se acerca al menor de los hermanos y rápido lo chupa con devoción.

—Joder —gruñe Éber.

 

Arlet traga todo ese líquido espeso con gusto y procede hacerle la misma atención al hermano mayor causando que este haga embestida en su boca.

Éber le quita toda la ropa a su mujer la cómoda en cuatro haciendo que es bonito culo esté a su vista con esplendor, juega un poco con el tapón en su parte trasera mientras que si otra mano entra sale de ese lugar húmedo.

Acerca su cara hacia la vagina pasa su lengua por ese gran lugar —Delicioso —gruñe con deseo, Éber no deja de pasar su lengua por ella en ningún momento dejó de mover el tapón, sin embargo al final lo saca dando a demostrar un tamaño diferente uno más grande.

—Entraré en ti pequeña —informa Éber parande de la cama buscando un lubricante.

Arlet solo confirma, en su boca aún se encuentra el miembro de mayor, Eros pone su mano en la parte trasera de ella juega un poco con la entrada trasera ocasionando que Arlet gimiera causando vibraciones para el miembro de el.

—Oh —Eros gime por esa acción, aumenta un poco más el juego haciendo que Arlet se venga.

Cuando Éber llega a la habitación se maravilla por la escena, se acerca a ella y con dos dedos tomó ese líquido que lleva a su boca —Exquisito.

—Quiero —gruñe Eros con ganas de probar ese manjar.

Éber lleva sus dedos a esa vagina toda mojada tomando de nuevo ese líquido en sus dos dedos los lleva hacia la boca de su hermano, este chupa los dedos gimiendo por el sabor de su mujer.

El miembro del menor al ver como su hermano mayor chupa sus dedos, los saca y le da un pequeño beso en los labios es lo más que pueden hacer entre ellos.

Éber vuelve a su lugar favorito con dos dedos pone lubricante en ellos y lo lleva hacia ese lugar que no ha sido explorado por su amigo antes. Pone lubricante en su miembro jugando un poco con él.

Se maravilla al ver como más líquido sale de la entrada de su mujer —Me encanta mirar como te mojas pequeña… te dolerá un poco.

Poco a poco va entrado en ese lugar tan estrecho, aprieta su mandíbula —Joder.

Arlet saca el miembro de Eros de su boca, trata de respirar la verdad le duele un poco, se acomoda mejor haciendo que el miembro entre más en ella —Mmm.

—No te muevas —Gruñe Éber, aún la entrada no está adaptada a su tamaño.

Arlet no aguanta más al parecer el lubricante tenía algún afrodisiaco comienza a mover su trasero causando que ese pedazo de carne entre por completo dentro de ella.

—Ah.

—Mierda —gruñó agarrando la cintura de ella, aprieta los diente al ver como ella se mueve.

—Por favor —suplica Arlet tratando de moverse buscando más placer.

—Joder —las embestida comenzaron haciendo que un sonido morboso se comienza a escuchar.




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