Los días fueron pasando sus muchachos le explicaron que sus supuestos padres llegarán en cualquier momento y la verdad está muy nerviosa por todo.
Pero no ha tenido tiempo de pensar mucho ya que ha tenido que seleccionar a las cuatros chicas que va a adiestrar, aunque pasó algo interesante dos chicos Gherm se acercaron a ella pidiendo unirse en su emprendimiento.
Al principio fue un poco sorpresivo dos hombres grandes buscando una guía pensó que era broma pero no fue así.
Así que aquí se encuentra mirando a los dos hombres frente a su escritorio, hoy sus gemelos le dieron una sala para capacitar a las chicas aunque con lo que está por pasar serán seis.
—¿En qué puedo ayudarlos?
—Queremos ser parte de tu equipo, queremos ser tus aprendices —respondieron ambos.
—Eh… mis aprendices.
—Si.
Tuvo que hacerle una evaluación al igual que los chicas, este par dio a demostrar que eran asistentes de unos comandantes, Arlet se sorprendió bastante.
—Disculpe por ser descortés ¿cómo se llaman?
El de cabello negro respondió —Soy Sam.
—Soy Samuel —término el de cabello castaño.
Con la evaluación se dio a demostrar que los chicos solo quiere trabajar cosas diferente, nunca le ha gustado ser guerreros y con la oportunidad de su agencia pondrán cambiar eso, Arlet con mucho gusto lo acepto.
Sin embargo los chicos están tan bien capacitados que no había necesidad de ninguna clase así que directo los puso como asistente ejecutivo de los chicos sin embargo uno de ellos quería estar con ella y no pudo negarse ya que necesitará de alguien que sepa manejar muchas cosas.
(Este par no serán par nada relevante, sólo quería darles asistentes diferente a ella y a los chicos más por la paz mental de Arlet)
Las clases darán inicio en un mes, así prepara el folleto con mucho detalle para las chicas mientras que pone al tanto a Samuel quien será el asistente de los chicos.
Sus gemelos quedaron encantados con el muchacho supo manejar la presión de ambos, pero están celoso de que Sam será mi asistente pero rápido los baje de esa nube.
Solo dije unas cuantas palabras —En mi vientre están sus hijos, callen la boca y soporten.
Sus gemelos solo hicieron un puchero y quedaron callados.
En fin en menos de dos días ambos asistente están dando un buen rendimiento y es espectacular ahora Arlet puede estar tranquila sabiendo que sus chicos están en buenas manos.
Poco a poco dejará de ser la asistente de ellos ya que su emprendimiento necesitará mucha atención, ella y Sam juntos a sus dos guardaespaldas están buscando un lugar para establecerla.
Sus gemelos le van a regalar el lugar que elija al principio no quería pero una buena noche de pasión lo soluciono así que termino cediendo a ellos.
Así que en dos día ha estado visitando lugares, cosa que la está estresado bastante y no sirve mucho para esto si no fuera con la ayuda de los chicos no se que hubiera hecho.
Pero tampoco duraba mucho buscando ya que sus gemelos constantemente le decían que tenía que descansar.
Es un poco estresante hacer mucho en el estado que está y eso que su barriga ni siquiera ha crecido y solo tiene días que se supo no quiere imaginar cómo sus chicos estarán cuando este como una pelota.
En su búsqueda los días fueron pasando, por tanto trabajo no se dio cuenta que la semana pasó por completo y dejó de trabajar para sus gemelos.
Dejando a Samuel con una gran lista para ayudarle con sus jefes mañosos.
Y el día que tanto estaba esperando llegó.
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Hoy sábado está de camino junto a sus hombres a conocer a su supuestos padres ha estado muy nerviosa anoche no durmió para nada imaginado muchas cosas negativas.
En menos de 10 minutos llegaron a la mansión de sus suegros, cuando S
bajaron del carro Arlet no dio ningún paso su cuerpo se quedó en blanco sin saber qué hacer.
Éber noto que su mujer no avanzó, voltea y mira que está un poco pálida —Pequeña ¿estas bien? Hay que llevarte al médico —toma la cara de ella y pasa su pulgar por su mejilla.
Arlet comienzan a pestañear volviendo en sí, lo abraza con fuerza —Tengo miedo.
Èber mira a su hermano mayor, los tres se unen en un abrazo grande —Todo saldrá bien —aseguró Eros.
Arlet no dice nada, toma la manos de sus hombres y suspira con fuerza —Vamos.
Los tres comienzan a caminar hacia la mansión y a los pocos minutos entran y son recibidos por los mayordomos ellos fueron guiados hacia la sala de estar.
En ella se encuentra cuatros hombre sus dos suegros y otro dos que Arlet nunca ha visto, cuando unos pares de ojos marrones la miraron su cuerpo se congeló ella era la copia de eso dos.
Ese par de hombre abre sus ojos en grande al ver a la chica que se parece a ellos sin embargo el parecido a la mujer que ellos amaron también es enorme.
—Por Dios —el menor se tapa la boca sin poder creerlo.
El mayor se levanta y camina hacia la chica —Tu eres…
Arlet abre la boca pero no emite ningún sonido.
—Por favor tomen asiento —expresó Alex —, ella necesita estar tranquila porque está embarazada.
El hombre de ojos marrones solo confirmó, observó como ella es sostenida por los hijos de sus amigos.
Mira a su hermano menor quien se encuentra con los ojos húmedos a pocos segundo de comenzar a llorar, toma asiento al lado de su hermano quien toma su mano.
Arlet no puede dejar de verlos, de su bolsa saca una foto de su madre la pone en la mesa —Ella… Ella es mi madre.
Los dos pares de ojos marrones abren sus ojos en grande, ambos toman la foto al mismo tiempo y comienzan a llorar —¿Dónde está? ¿Dónde está ella? Por favor dinos —gritó el menor en llanto.
Arlet baja la cabeza —Falleció.
—¿Cómo te llamas? —preguntó el mayor.
—Arlet Pérez… y ¿Ustedes?
—Miguel Tavares y mi hermano Michael —respondió el mayor.
Los tres se quedan mirando hasta que el mano menor Michael decidió hablar —Tus abuelos dijeron que tu madre murió, pero nunca dijeron que ella tuvo una hija… —mira a su hermano —eso quiere decir que si funciono.
Editado: 01.05.2023