Capítulo 5

                             Jhon

Ya estamos listos para nuestra fiesta, pero Raquel todavía no ha salido de la habitación, ella está con el estilista y el equipo de maquillaje que hemos contratado. Ella tiene que estar perfecta, por algo está es su noche. Sinceramente no me gusta para nada tener que hacer esto, por nuestros enemigos, pero Marck tiene razón y odio cuando pasa eso. Solo hay algo que me preocupa mucho, parece que Raquel se ha tomado bastante bien que hubiéramos entrado en su cuarto de pintura y que enseñamos sus cuadros a otras personas, creo que va ha haber represalias por su parte hacer nosotros y eso no me gusta nada. No es para nada bueno hacer enfadar a una mujer y menos a una embarazada. 

Los estilista y los demás ya salen de la habitación. 

Estilista—Ya está hecho, no ha sido muy difícil dejarla hermosa. Aunque creo que tiene un pequeño problema de humor.  Casi me abre la cabeza con la plancha del pelo. 

Jhon— Esta embarazada. 

Estilista— Ah.. Bueno eso explicar todo. Te daré un consejo, si la cabreas huye rápido, tiene un carácter muy fuerte y buena puntería. 

Me quedé en silencio mirándole, creo que el le dijo algo que no debía, ahora si que tengo miedo de las consecuencias de haber entrado en esa habitación sin su permiso.  

Raquel sale de la habitación. Esta preciosa, lleva un vestido de gala dde color rosa claro, el peinado que lleva es un semirecogiro, lleva un collar de diamantes con forma de corazón y los pendientes van a juego. Los tres nos quedamos boca abiertos. ¿ hermosa? No lo siguiente, el estilista se quedó corto. 

                                  Raquel

Ese estúpido del estilista, no se le ocurre nada mejor que decirme que he engordado. Le he tirado la plancha del pelo, pero la ha esquivado, la próxima vez que me diga eso le sacaré los ojos. Todavía estoy pensando en una forma de castigar a esos imbéciles, por haber entrado en mi cuarto de dibujo. Salgo de la habitación y la cara que han puesto, debo de estar genial. Aunque ellos tampoco están nada mal. Me llevan hasta la Sala este, allí es donde tienen un salón para las fiestas. 

Una vez allí, me encuentro que esta llena de gente muy bien vestida. 

Marck— No hables con nadie, esta gente es muy peligrosa. Sobre toda una mujer. 

Se nos acerca una rubia impresionante, ella lleva un vestido de lenjuelas rojo. Marck me susurra, que es una traficante de drogas y que es muy peligrosa. Esa es la mujer que me había avisado. 

Marck— Es un placer que estés aquí, Nuria. 

Nuria— Nunca me perdería un fiesta de los Reyes. ¿ Quien es tu acompañante? 

Marck—Solo tienes que saber que es mi esposa. 

Nuria— Así que los rumores son ciertos. Los Reyes tiene a su reina. La verdad es que me espera alguien...... Diferente. Os dejó, tengo que hablar con alguién. Nos veremos pronto. 

Jhon y Dereck no han dicho nada, solo se han quedado quietos observando la situación. 

Esa Nuria me ha cabreado, me ha mirado como si yo fuese basura. Creo que pasar tanto tiempo con mis chicos, se me ha pegado la mala leche o serán las hormonas. El caso es que últimamente estoy muy borde y no tolero que me traten de esta forma. Dereck me ha pedido que la deje en paz, pero si me hace algo.... 

Me dirijo hasta la mesa de los dulces, he visto unos pastelitos de Limón y me apetece mucho. Noto un líquido por mi espalda, en cuanto me giro, veo a la zorra de Nuria p

. 

Nuria— Lo siento, ha sido un accidente. 

Yo voy y me lo creo, así que cogí el pastel de chocolate y lo tire encima. 

Raquel— Lo lamento, es que soy muy  torpe. 

Nuria me levanta la mano con la intención de darme una bofetada en la cara. Pero Jhon la detuvo. 

Jhon—¿Se puede saber que ha pasado? 

Nuria— Esta, me ha tirado el pastel encima, mira como me ha dejado. 

Raquel— Tu me ha redamado tu bebida. 

Jhon— Nuria, te has pasado. No quiero volver a verte nunca más, pero antes de irte le debes una disculpa a Raquel. 

Nuria—No pienso disculpame con ella, no entiendo porque la habeis convertido en la reina. Yo soy mucho mejor que ella. También la gente me conoce y me teme. Soy mucho mejor que ella en todos los sentidos. 

Dereck—Te equivocas, ella es la única digna de ser nuestra mujer. A diferencia de de ti, ella no tiene ningún interés por nuestro dinero. Te aconsejó que te disculpes antes que el Lord se entere que has ofendido a su hija. 

Nuria—¿Es la hija del Lord? 

Raquel—Así es, el Lord es mi padre. 

Ella está pálida, esta claro que le teme. Conozco la reputación que tiene mi padre. 

Nuria— Lo siento de verdad. Ya no te molestare más, adiós. 

Me doy la vuelta para coger mi pastelito de Limón. Pero Jhon me detiene. 

Dereck—Has tenido suerte, Nuria es muy peligrosa. Pero sabe que solo la respetamos. Pero tu padre, bueno si el se enterada o peor aún Marck, quien estará en serios problemas será ella. 

Jhon—Es mejor que no le digas nada de lo que ha pasado. 

Raquel—Vale¿ Puedo comerme mi pastelito de una vez? 

Me estoy cabreando mucho, desde que vi ese pastelito, llevo un rato deseando comermelo y no me dejan. 

Jhon—¿Desde cuando te gusta el pastel de Limón? 

Ahora si que se van a enterar, no me dejan comer lo que quiero. Cuando le voy a tirar un dulce a Jhon, el se disculpó enseguida conmigo. Ellos se van por fin puedo comer mi pastelito, pero ya no queda. NO ES JUSTO. Veo a con uno y voy directa havia el. Cuando estoy a su lado, le quitó el pastelito de las manos y me lo como. 

Marck—Hey, ese era mio.