Evangeline seguía sin poder dormir, quería volver a soñar con ese muchacho de ojos cafés; dio media vuelta en su cama y vio una figura con alas en su balcón, se levantó de su cama a abrir la ventana.
-¿Qué haces despierta Evangeline?, mañana tienes clase con tu maestra- Alden entró en su cuarto volando y se posó en el espejo.
-Hola Alden, no puedo dormir, tal vez fue el azúcar del postre o la siesta que tome en la tarde, no puedo dormir tengo un presentimiento- caminaba de un lado a otro de su cuarto como si estuviera escapando de algo.
-¿Es un presentimiento bueno o malo?.
-No lo sé, siento que mi vida va a cambiar muy pronto; creo que voy a volverme loca, ¿que habría hecho mi mamá en esta situación?.
-Tu madre era muy inteligente, siempre pensando en los demás, ella se hubiera acostado a dormir y en la mañana encontraría un solución de la manera más loca posible- la madre de Evangeline murió cuando ella tenia 1 año de edad, de una forma desconocida, si no fuera por un retrato de ellas que está en uno de los pasillos del castillo, no podría recordarla, sobre su padre no sabía nada, solo que había muerto con su madre.
-¿Por qué tienes esa cara?.
-Me siento perdida Alden, no sé nada de mí- se paró y vio por la ventana.
-¿De qué hablas? eres Evangeline, eres hija de Clara, sobrina de la reina Kiara- los ojos de Evangeline se pusieron llorosos.
-Pero siento que me falta una parte, ¿quién es mi padre Alden?- Alden voló a la ventana.
-Murió y lo sabes.
-Si, ¿qué más? nunca me hablan de él, siempre hablan de mi madre pero no de mi padre, siento que la mitad de mi historia me falta.
-No me corresponde hablar de eso, duerme tal vez mañana te sientas mejor.
⧫
Los tres príncipes intentaron subir la pared.
-¿Pueden quedarse quietos los dos? van hacer que me caiga- la idea mas brillante que se les ocurrió fue que Dago subiera a los hombros de Cris, que Tristan los ara como escalera y con una cuerda anclada en el muro subir el resto
-Quisiera pero Dago pesa como si se hubiera comido una ballena- Tristan estaba tratando de no caerse mientras sus dos amigos peleaban, cuando pudo subir se le hizo raro que había un arbol en el patio, un arbol que no estaba en los planos que Cris robo.
-Cris esto es raro.
-¿Por qué?.
- Hay un techo de cristal y un árbol en medio de todo lo que parece un jardín, ¿estás seguro que tomaste el plano correcto?.
- Claro que si, mi padre tiene casi todos los planos de los castillos de todos los reinos, los tiene muy bien organizados es imposible que haya tomado el equivocado.
Tristan no lo pensó mucho y saltó por una parte de los cristales abiertos cayó en una de las ramas del árbol para después caer en el pasto, fue un golpe duro le tomó un poco reponerse cuando se sentó pudo ver un jardín de flores, Tristan se levanto y camino a uno de los pasillos que daban al jardín, subió las escaleras que daban a un pasillo largo; colgado en la pared se encontraba una pintura de una mujer de cabello lacio, castaño claro, ojos verdes, en la pintura ella cargaba una bebé de ojos cafés, esa mujer se le hizo muy familiar a Tristan.
-”La he visto en algún lado”- continuó caminando, observaba el lugar, por la ventana una luz llamó su atención, un piso más arriba una luz destellaba en la oscura noche.
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-Evangeline por favor trata de dormir y ya no hagas enojar a tu tía, ella solo quiere que te prepares para ser reina- Alden voló hacia afuera el balcón y se posó en el barandal.
-Pero no quiero ser la reina, ni siquiera soy su hija para que pueda ser reina- dijo caminando hacia afuera, recargó los brazos en el barandal del balcón.
-Si tan solo fueras a clases sabrías que el sistema de sucesión de cada reino es diferente, tal vez puedas preguntarle eso mañana a tu maestra ¿ves lo importante que es aprender?- termino de decirlo y se fue volando, Evangeline iba a la cama para poder dormir pero un ruido la sacó de su habitación, a veces el destino toma caminos inesperados y esta historia es un gran ejemplo. Camino lejos de la habitación, bajó las escaleras que llevaban hacia el jardín, la luz de la luna se reflejaba en su bata blanca dándole un brillo espectral, observó el lugar pensando de dónde pudo venir el sonido pero no encontró nada. Al sentirse segura de nuevo, le pareció buena idea jugar un poco con su imaginación.
-¿Pero quién está ahí?, oh es mi príncipe- hizo una reverencia al árbol como si una persona estuviera frente a ella- ¿Qué dices?, ¿qué has venido a buscarme?, no debería ir con un extraño pero usted no lo es, ya nos habíamos visto en mis sueños; eres tú el príncipe siempre me ve con eso ojos llenos de amor, has hecho que mi corazón brille por el amor, eres mi sueño hecho realidad, eres mi sueño ideal- bailaba entre las flores como lo hacía en la tarde; detrás de ella escuchó pasos que la volvieron a poner en alerta.
-¿Quién está ahí?- tomó una rama del árbol para poder defenderse, en la oscuridad pudo distinguir una figura en las sombras que se acercaba lentamente.