Mis sueños

Capítulo 13

En la cena Evangeline fue cambiada de vestuario, otro peinado, otras joyas, veía las paredes del lugar los candelabros de plata, todos los lujos que habían y de los cuales todos disfrutaban, no podía creer que tenía todo eso y aún así el pueblo moría de hambre, enfermaban, sus vestidos tenían joyas, su cabello era adornado con plata y afuera morían los que se supone que debía cuidar, dormían en la calle sobre un piso mojado pero a nadie parecía importarle; un joven se apareció al lado de su silla e hizo una relevancia.

-Su gran alteza real…y-yo, yo soy Victor, hijo del Vizconde de Fallus- un poco más aseado y con su cara más despejada pudo ver que se trataba del joven que defendió esa tarde.

-Puedes levantarte, eso no es necesario, siéntate- el joven se mostró impactado por tal petición.

-Eso no es correcto su alteza.

-Eso no me importa, vamos siéntate- el joven tomó asiento en la silla que se encontraba al lado de Evangeline.

-Yo solo quería agradecerle por lo que hizo por mí esta tarde, nadie lo hubiera hecho y quiero que sepa que, me arrepiento de haberla llamado bruja y que las cosas que dicen sobre los Towkuns no son reales, usted me defendió sin siquiera conocerme, tal vez por lo que acabo de decir se arrepienta de haberme ayudado, yo…si algún día necesita algo estaré ahí para usted, estoy en deuda eternamente.

-Más despacio, no me arrepiento de ayudarte, no soy como todos los de aquí, no te ayude para conseguir algo a cambio, ni para que estés en deuda conmigo, lo hice porque sentí que era lo correcto.

-Alteza, recibió una golpiza que no merecía, en una pelea que no era suya.

-Dijiste que eres parte de Fallus, Fallus es parte de Verklig, y como princesa debo cuidar a mi gente, ¿ puedo saber la razón de la pelea?.

-Yo estaba llevando las armas de los hijos de los nobles de alto rango de mi reino, no me percate que una de las armas cayó sobre el pie de la heredero Audrey , se molesto pero las personas que estaban cerca comenzaron a burlarse de ella, se enojó más y el resto creo que lo sabe.

-Ya veo, ¿te sientes mejor ahora?.

-Sí alteza, muchas gracias por preocuparse.

-¿Puedo sentarme?- la voz de Tristan interrumpió su conversación .

-Por supuesto, tomé asiento, alteza me retiro, fue un gusto hablar con usted

-Veo que te sientes mejor, ¿qué tanto hablaban?.

-Si me siento mucho mejor, gracias y él era el hijo del Vizconde, solo vino a agradecerme.

-No me gusta que otros hablen contigo, en especial si no estoy presente.

-Eres algo celoso, ¿no lo crees?.

-No, solo cuido mis cosas.

-”¿cosas”?.

-Te he notado extraña, ¿de verdad te sientes bien?.

-¿Me has notado?, ahora estás espiándome.

-No, solo me preocupo, ¿qué pasa?.

-No te parece excesivo todo esto Tristan.

-¿La ropa?, tal vez unas cuantas capas menos no me vendrían mal.

-No, no habló de eso, bueno también la ropa, pero todo esto, todo, la comida es demasiada, ¿qué hacen con lo que sobra?.

-Supongo que lo tiran, se lo comen en la cocina, no lo se Evangeline.

-¿Has salido del castillo?, en tu reino, ¿has salido?, las personas mueren de hambre Tristan, mientras nosotros aquí tiramos la comida, este castillo es enorme todo Verklig podría caber aquí, hay platos de comida que ni siquiera tocan.

-Así son las cosas Evangeline, probablemente esas personas en un inicio tuvieron casa y comida, pero si no puedes pagar impuestos, no puedes tener donde vivir, esas personas están así porque lo buscaron, no generaron el dinero suficiente, el reino tomó sus propiedades como método de pago.

-Cómo es posible eso, si no tienen para pagar, deberían ayudarlos en vez de quitarles más posibilidades.

-Evangeline tienes que entender que las personas quieren todo gratis, sin trabajar, sin esforzarse, todo en bandeja de plata, si le diéramos esa ayuda como tú la llamas, después querrán más, la gente no se conforma Evangeline y la gente que ves tirada en la calle del pueblo estan asi porque les gusta estar así- de todas las personas que pudieron decirlo, no esperaba que él pensará así, tal vez como Audrey dijo, tal vez no lo conocía tanto como ella creía- ten porque no tomas esto, te ayudará a relajarte.

-Gracias- Evangeline dió un trago de lo que estaba en la copa, pero lo que saboreó era casi asqueroso, puso su mano en su boca y empezó a toser- ¿Qué era eso?.

-Tranquila es para que te relajes.

-¡¿Qué era eso Tristan?!.

-Oye, no te pongas histérica, es algo que llaman leche de sapo, lo usamos para distraernos un poco, pero tranquila, no te dí ni la mitad de lo que se debe tomar.

La voz de Tristan cada vez se escuchaba más lejos a pesar de que él estaba a su lado sentado, como pudo Evangeline se paró de su asiento y caminó hacia el balcón su último recuerdo consciente fue apoyarse de la pared, ver la luna, su vista empezó a distorsionarse, una semana pasó, una semana en la que Evangeline no tuvo conciencia de lo que hacía, de lo que no hacía, fue como si le hubieran lavado el cerebro, hubo pequeños lapsos donde podía ser conciente de lo que pasaba, pero no de sus acciones, era como si se hubiera vuelto un zombie, una noche recobró el conocimiento, estaba sentada en una silla, en uno de los pasillos, una mujer le hablaba pero no lograba distinguir sus palabras al inicio, al alzar la cara pudo ver a su madre.



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En el texto hay: magia, encuentros, sueño

Editado: 25.08.2025

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