Capítulo 16

• Parte de él (represe 2)-La sirenita (live action).
• En mi corazón- Phil Collins.

Entre los árboles Conall, Kiara y las tropas se encontraban escondidos, pensando en una forma de enterar sin causar daños a las personas del pueblo.

-¿Tienes alguna idea de donde pueda estar?- le preguntó Conall.

-Claro que no, eso debería preguntarte yo a ti, tú eras el que entraba todas las noches aquí para salir con Clara a escondidas- Conall rodó los ojos al escuchar tal recuerdo.

-Claro que eso nos servirá para entrar, el problema será encontrar a Evangeline, ¿recuerdas la primera vez que estuviste aquí?.

-Si, no tienes que recordarlo Conall.

-Mi punto es, que el castillo es el más grande de todos los cuatro reinos, tendremos que ser muy rápidos y específicos si queremos encontrar rápido a Evangeline.

-Si la tiene encerrada, las opciones disminuyen, las habitaciones, las torres..

-La prisión- los interrumpió Alden, estaba posado sobre la cabeza de una de las armaduras- hablamos de Kellan, es una posibilidad que esté ahí.

-Alden, ¿tú qué haces aquí- le preguntó Kiara.

-Quiero ayudar, será difícil encontrar a Evangeline en este castillo, necesitarán ayuda en los cielos.

-Podrás ayudar, pero sin ponerte en riesgo- expresó Conall- Y lo mismo será para tus soldados Kiara, las armaduras pueden volverse a unir pero tus soldados no, que ellos corran el menor riesgo.

-Mis soldados han tenido un entrenamiento excepcional, saben qué hacer.

-No importa, será mejor evitar pérdidas, dividiremos las armaduras, buscarán en los lugares que mencionamos, que parecen pocos pero son extensos, las pociones que hiciste son debilitadores, destruirá la barrera pero será lento, lo usaremos para entrar, hay una puerta escondida detrás del castillo, esa puerta da directo a los jardines, los demás podremos entrar por los lados.

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La prisión empezó a iluminarse con los rayos del sol, las celdas eran frías, los minutos pasaban lento, era una tortura no saber lo que pasaba, no sabía si su padre recibió su mensaje o lo que tenían planeada para ella, trataba de permanecer tranquila pero por dentro estaba a punto de volverse loca. Un sonido metálico hizo un eco por los pasillos de la prisión.

-¡Evangeline!, soy Tristan, ¿dónde estás?.

Evangeline se acercó a los barrotes, alcanzó a ver a Tristan a la distancia buscándola entre las celdas.

-Tristan, estoy aquí.

-Evangeline, que bueno que estas bien.

-¿Cómo supiste que estaba aquí?.

-Mi padre me contó lo que pasó, robe las llaves para sacarte de aquí- Con las llaves Tristan abrió la celda de Evangeline- Ven tenemos que irnos.

-Espera, tenemos que sacar a todos de aquí.

-Evangeline, son criminales, ¿por qué quieres sacarlos?

-Porqué no son criminales, son personas que no tuvieron suerte.

-Evangeline aunque quisieras, no hay tiempo para sacarlos a todos.

-No Tristan tenemos que intentarlo.

-No, escucha aunque logres sacarlos a todos, van a perseguirlos por escapar de prisión.

-Alteza, él tiene razón, si salimos de aquí van a perseguirnos toda la vida- murmuró Hugo.

-Lo prometo, los voy a sacar de aquí.

Tristan tomó a Evangeline de la mano para salir corriendo de la prisión, Tristan jalo una antorcha, la pared se abrió y ambos entraron en ella, caminaron por el pasillo.

-¿Qué es esto?.

-es un pasadizo secreto, se usa para transportarse sin ser vistos, ven es por aquí.

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Fuera del castillo los soldados entraban al castillo por los costados, mientras tanto Conall y Kiara fueron a la parte donde se encontraba la puerta escondida que daba entrada al castillo.

-¿Estás seguro que es por aquí?.

-Recuerdo el camino como si fuera ayer.

Entre las enredaderas que cubrían las paredes estaba la puerta, una puerta que Conall abrió sin problemas.

-Tendremos que ser muy cuidadosos, tal vez las armaduras puedan distraer a los guardias, ustedes sigan el plan.

-¿De qué hablas?.

-Yo también trataré de distraer a los guardias y en caso de ser necesario a Kellan, Alden vuela cerca de las ventanas, si ves a Evangeline avisa a la reina. Les ayudare a ganar tiempo- y sin decir nada más Conall se transportó a la sala principal del castillo, parecía estar solo, demasiado tranquilo.

-Debí suponer que llegarías muchacho, no creí que sería tan rápido.

-¿Dónde está mi hija Kellan?

-Sigues siendo un mal educado, yo soy un hombre de modales, ¿quieres tomar asiento?.

-¿Qué le hiciste?, ¿dónde la tienes?.

-Tú me robaste una hija, es justo que yo te robé una.

-Yo no te robé nada, Clara no era de tu propiedad, ella se fue conmigo escapando de ti.