Mis Últimas Palbras

CAPÍTULO 6

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"LAS COINCIDENCIAS EN LA VIDA SON HERMOSAS, Y MAS SI TE SACAN UNA SONRISA SIN ESFUERZO"

—hola, Celeste— me detuve en seco al escuchar su voz, no me lo podía creer cómo es que me lo vengo a encontrar siempre. Me doy la vuelta y lo miro a los ojos, con el ceño fruncido, mis ojos lo analizan de pies a cabeza.

Sabía que este chico no estaba mal, cuando lo vi por primera vez dije que era guapo, claro en mi mente, pero no pienso admitirlo. Y verlo en esta ropa formal no completa se ve muy bien. Su cuerpo entrenado se le ve, sus brazos masomenos grandes, se le ven los músculos de los brazos en pecho, el cual no es ni muy grande ni muy pequeño.

—Celeste, pasa algo?— le habló de nuevo, sentí como si me estuviera analizando, pero que mas da 

—oh, si hola— sali de mi burbuja y respondí dándome la media vuelta, regañandome a mi misma por quedarme tan inmersa en el análisis

—espera— digo agarrando el brazo de celeste asiedo que de la vuelta

—que, suéltame— dije sacándome de su agarre con el ceño fruncido 

—oh lo lamento, es solo que...— me quedo en mitad de mis palabras por que ella se distrae mirando hacia otro lugar 

—hay que mierda— digo bajo. Me encontré a unas personas más indeseadas de ver que Alexander, por que ami. 

Son antiguos compañeros de mi escuela, pues pase por demasiadas cosas, y una de ellas es que les exigí a mis padres que me cambiaran de escuela, y me largue, ya que en aquella escuela deje a todos aquellos que me destruyeron el corazón, acabaron con mis sentimientos, me hicieron pedazos sin tener el más mínimo remordimiento. 

—sucede algo— me pregunta alexander y por un momento me sentía mejor con el que con esas personas, pero todo dura solo segundos 

—no, solo dime que quieres para que me dejes ir de una buena vez—  digo secamente cruzandome de brazos 

Aun no me había quitado las diademas de mis orejas, y no había parado la música desde que me encontré con el. Pero para escuchar que me iba a decir decidir pausar la música, pero no me quite las diademas, suficiente fue el que parara la música para escucharlo, solo eso fue demasiado.

—bueno pues no se a donde te diriges Celeste, pero me gustaría saber si puedo ir contigo— dije algo nervioso, pues se el carácter que tiene 

—ni sabes a dónde me dirijo, y me dices que me si me puede acompañar, es enserio?— dije incrédula antes sus palabras 

—bueno si es que...— suspiro para continuar hablando— vengo de una reunión de mis padres y demas, solicite salirme por que estaba muy aburrido, ni siquiera volví a casa después de salir de la reunión por que no se que hacer. Cuando te vi fue como esperanza de salir de esto tan cotidiano y aburrido, tal vez pueda acompañarte  

—mmm...— me quedo procesando sorprendida con las palabras de Alexander, pues era una confesión bastante extraña, ni sabia a donde voy, y no penoso bien 

—no pensaste que tal vez te aburras mas estando conmigo, pues no sabes a dónde me dirijo ni hacer que— digo sincerandome

— si lo pense, pero por alguna razón creo que no me aburrire contigo. Así que, qué dices?—digo esperando un gran rechazo de su parte 

—bien, pero luego no digas que no te lo advertí— digo ya frustrada. qué más da si me acompaña 

Me sorprende que Celeste haya aceptado, pero a la vez me alegré.

Después de lo dicho ambos caminaron, Alexander detrás de Celeste por un tiempo, pero este toma valentía suficiente y se posa a su lado.

 Por el lado de celeste le confundía y le molesta al mismo tiempo porque estuviera detrás de ella, y al momento de él acercarse a su lado, ella inconscientemente formó en sus labios una leve sonrisa, pues le parecía algo patética su forma de ser tan miedosa, pero también le pareció tierno. 

El objetivo de celeste estaba cerca, solo tendría que dar la vuelta a la izquierda, pero antes entró a una cafetería y se sentó, y le indico a Alexander que se sentara, y este solo hizo caso. 

—bueno te recomiendo que comas, por que en la biblioteca no permiten alimentos, bueno si pero en zonas VIP y no me gustan, así que es mejor que se coma de una vez— dice celeste mirando la carta del menú preguntándose que pedirá esta vez.

—osea que vamos a una biblioteca, interesante. Esta bien, solo si me dejas invitar— duce Alexander mirando le menu tambien. Por un momento se van sus ojos alrededor y ve que no hay muchas personas, pero las que hay se ven muy felices 

—NO!— dice Celeste rotundamente levantando la mirada— puedo pagar por mi cuenta, no necesito ser invitada

—oh vamos no seas así, que tal si pagamos mitad y mitad,asi estaria mejor, digamos que es una devolución por molestarte y devolverte el favor por dejarme acompañarte— dice Alexander  con una sonrisa, con sus ojos fijos en Celeste 

—por molestar está bien.— dise posando su mirada de nuevo en el menú. Después de unos segundos, pone la carta a un lado y pregunta—¿ya sabes que pediras?— pregunta mirando a Alexander

— la verdad no, no se que es bueno, y pues todos se ven muy ricos— dice con confusión— ¿ me podrías recomendar algo?— dijo levantando la mirada 

Celeste estaba mirándolo con su codo apoyado en la mesa, y su mano en su rostro tranquilo. Cuando el levanta sus ojos y se conecta con su mirada siente algo extraño, y por su mente pasa.

"Sus ojos realmente son hermoso, que tranquilidad hace sentir su mirada, muestran mucho paz. M e encanta su mirada"

— bueno deja la carta a un lado pediré algo para ambos, algo a lo que seas alérgico o que no te guste?— dice tranquilamente retirando su mirada. Pues para Celeste solo fueron unos segundos que sus ojos se conectaron  y no le dio mucha importancia

Alexander hace lo dicho, pero aun no podía sacar de su cabeza esa mirada, pero decide por el momento dejar eso de lado, para poder concentrar su mente en el momento. 




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