Mis Últimas Palbras

Capítulo 7

                                                              ————— ୨୧ —————

En la vida muchas veces el amor no llega fácilmente y cuando crees que llega no es el correcto. Pero muchos deseamos el amor, solo espera tal vez el tuyo llegue pronto .

Después de unos minutos llego Mia con el pedido con una sonrisa

—Aqui esta el pedido, espero y lo disfruten 

—gracias Mia—dice Alexander

—gracias Mia—dice Celeste

Y sin mas Mia se retira dejando solo a Alexander y a Celeste. Alexander prueba lo que le trajeron, pues Celeste se veía alguien con buen gusto y que no le gusta cualquier cosa, estaba muy curiosos por el sabor que tendría, y se sorprendió por el buen sabor, a pesar de ser dulce no era algo hostigante sabía demasiado bien

—esta muy bueno— dice Alexander levantando la mirada 

—lo se, es uno de mis favoritos, en especial de esta cafetería. Es un pastel llamado chocolate loco, pues su sabor es inexplicable, por ello es mi favorito— dice Celeste sin levantar la mirada de su plato aun comiendo 

Pasaron unos minutos, y más minutos hasta que terminaron de comer, Mía levanto los platos y llevo la cuenta, Alexander pago pero Celeste estaba molesta aún por ello. Pues Alexander había pagado toda la cuenta con su tarjeta mientras ella iba al baño.

—dijiste que era mitad y mitad, por que carajos pagaste la cuenta solo—dice Celeste con cierta molestia 

—solo tomalo como una compensación por dejarme acompañarte y por haberme hecho probar algo tan delicioso como lo es este pastel de chocolate— dice el algo tranquilo y con una sonrisa en sus labios 

Celeste rueda sus ojos y coge sus cosas y sale de la cafetería . Esta cafetería se llamaba  amoureux de ton palais. y su nombre le hacía justicia lo que tenían en su menú, y Alexander lo comprobó por el mismo.

Celeste caminaba rápido, la BIblioteca quedaba unas calles más adelantes de la cafetería, pero Alexander decide detenerla agarrando su brazo

—SUÉLTAME!!— dice en un grito 

—calmate, discúlpame... pero por qué te molesta tanto que haya pagado la cuenta no creo que sea algo malo, querrías explicar para saber el por qué te molestó 

—no quiero tener que deberle algo a alguien, ni darle ni el más mínimo motivo para que me humille. Además no eres nadie para pagar la cuenta por mi, yo lo puedo hacer sola.

—me vas a disculpar, pero no me compares con los idiotas de tu pasado si es lo que estás haciendo, por que no soy igual. No tengo por qué humillarte, ni echarte en cara o decirte que me debes algo, lo hice como un amigo y recompensa por dejarme acompañarte. Esto es...— se queda callado y se da la vuelta poniendo sus dedos en la nariz y dando un fuerte y pesado suspiro— no soy nadie pero... sabes que olvidalo 

Celeste noto el cierto enojo en sus últimas palabras, y tenía curiosidad de saber que quería decir, pero no pensaba preguntar ni mucho menos rogar por que le dijera que era lo que diría. El silencio se extendió por unos dos minutos, hasta que habló él de nuevo 

—bien como sea, vamos a la biblioteca, o prefieres que me vaya y te deje sola— dice volviendo a mirarla a los ojos, con un semblante serio 

—vamos, solo no lo vuelvas a hacer—digo dándome la vuelta y retomando el camino en silencio

Pasaron unos minutos de caminata en silencio, con el de tras de mí, hasta que por fin llegamos a nuestro destino. Después de un rato mi corazón se siente ansioso. Una biblioteca es como un pequeño hogar para mi, ya que los libros y los manhwas son mi vida, son mi hogar por completo. En una historia puedo llegar a ser más sensible que con los sentimientos de las personas de la vida real, lloro, peleo y sufro por personajes inexistentes, que por los que me rodean todos los días.

Me dirijo así allí y entró sin más, la bibliotecaria al verme me sonríe

—hola mi niña, como estas?

—hola señora Esperanza, bien y usted? 

—me alegra mi niña, bien. Como siempre no faltas a tus fechas límites 

—claro que no, aquí están los libros— los entregó y ella me los recibe gustosamente

—vas a desear pedir nueva fecha para terminarlos 

—no, no es necesario por que los termine de leer, incluso antes de la fecha límite

—como siempre me sorprende tu habilidad para leer libros tan rápido— la señora se detiene y mira al chico detrás de Celeste, el cual llevaba su mano en el bolsillo— quién es él querida?

Celeste voltea a ver a Alexander por un momento y gira nuevamente a ver a la señora esperanza 

—es una... amigo— dijo Celeste con un poco de duda

—es la primera vez que te conozco un amigo desde que te conozco mi niña, pero me alegra. Y si esta aqui es por que le gusta leer, te quiso acompañar o lo meteras en el mundo de la lectura para que quede allí para siempre— río la señora Esperanza 

—bueno ya veremos— contestó Celeste con risas 

Alexander estaba algo confundido por todo lo dicho, pues le sorprendió que dijera que era su amigo, fue lindo. Pero lo que rodaba en su cabeza era el hecho de su forma de socializar no era mala, al contrario era buena, y se ve que conoce a varias personas, pero no entiendo por qué son tan lejanos y  son mayores. Su curiosidad de saber por qué era así se estaba haciendo mayor

—bueno mi niña ya puse que los entregaste y a tiempo además— dijo la señora Esperanza poniendo los libros a un lado del escritorio 

— pero dime mi niña, vas a quedarte a leer? o te irás de nuevo  con otros libros?

—oh me quedaré a leer un libro aquí, ya miro a la hora de irme si llevare alguno— dice celeste buscando su credencial, pues ella tiene que mostrar una tarjeta así como una cédula o tarjeta de identidad antes de entrar para que la registren 

En aquella biblioteca se encontraban muchos libros de todo tipo, y había zonas por decirlo VIP, donde solo entraban algunos lectores, había una sona de adultos donde se supone que entren solo estos, pero la tarjeta que tenía Celeste le permitía entrar a esta sala o pedir un libro de alli 




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