Hoy comienza un nuevo día, me levanto me doy un baño, me preparo un buen desayuno. Estoy dandole un gran mordisco a mi pan cuando decido revisar mi celular seguramente alguien se habia preocupado por mi la noche anterior ya que me fui sin despedirme, pero no, no hay nada. De pronto y de un momento a otro se me viene la escena del doctor diciendome que no me queda mucho tiempo de vida, por alguna razón sin darme cuenta por mis mejillas ruedan lágrimas. Me miro al espejo, no entiendo porque no lo habia notado antes me veo bastante pálida y desmejorada. No mentiré me siento bastante agotada y sin fuerzas como si hubiera hecho mucho en los últimos días, creí que solo era estrés por tanto trabajo pero no era así, me maldigo por no darme cuenta antes de la situación, sin más sigo comiendo. Me pongo mi abrigo y me dirijo al trabajo es un día bastante normal. En algún momento del día comienzo a tener nauseas y salgo corriendo hacia el baño, al salir los escuchó, mis colegas hablan sobre mi haciendo comentarios referentes a un posible embarazo mio y que eso explica mis nauseas, en ese momento vuelvo a llorar y regreso al baño para que nadie note que estoy lloriqueando. Desearia que fuese lo que ellos dicen, un embarazo y no lo que realmente es. Me limpio lo más que puedo saco mi espejo del bolso y me miro, realmente me veo fatal hasta apenas hoy lo notó, mi mente solo puede preguntarse por que no lo noté antes. Estoy bastante agotada hoy no me siento con ánimos de realmente nada, creo que saber que voy a morir me ha desmejorado demasiado. No estaba preparada para esto realmente no lo estaba.Nadie lo estaría. Es que no es fácil que de un día para otro te digan "Te vas a morir", no sé, he estado pensando demasiadas cosas que no hubieran pasado por mi cabeza, que haré estos últimos días de mi vida, les diré a mis conocidos que moriré pronto, ¿me tendrán lástima si lo hago? Solo puedo pensar en eso, como es que se vive sabiendo que vas a morir pronto. Muerte, es lo único que sonaba en mi cabeza y no podia aceptarlo era una fatalidad absurda que hice yo para merecer este castigo, de pronto el jefe entra a mi oficina.
—Kaela, estoy muy feliz con los resultados que ha dado tu trabajo, de verdad te felicito. Es un honor tener abogados como tú.
Eso me alegra, saco una de mis mejores sonrisas, me levanto pero mis piernas flaquean y caigo.
—Kaela, estas bien?
Mi jefe me ayuda a levantarme, pero comienzo a toser cuando veo la manga blanca de mi blusa que me he puesto para cubrirme la boca al toser, está llena de sangre. El jefe me mira algo asustado.
—Gracias por el cumplido. Me satisface saber que soy útil.
—Deberia tomarse unos días, parece bastante agotada tomelo como una recompensa por su buen trabajo.
—Gracias, los tomaré.
—Vaya a casa con cuidado.
Y sale de la oficina. Me doy cuenta, si yo digo que estoy enferma la gente solo se fijará en eso me tendrán lástima, solo seré una triste moribunda. Me siento fatal, toso más y otra vez la sangre viene, es mejor que por ahora esté en casa, la situación cada vez va a empeorar más lo sé. Pero por ahora quiero disfrutar las pocas fuerzas que tengo. Camino hacia casa lentamente pasó por un parque hay niños corriendo, jugueteando cuanto daria yo por ser uno de ellos. Me siento unos momentos a contemplar el cielo, son cosas que mi vida acelerada no me permitía hasta ahora que sé que voy a morir. Un poco triste, pero es mi cruda realidad. Mi sueño siempre fue ser alguien en la vida me preguntaba si lo habia logrado, yo creo que sí. El parque está lleno de alegria y vida, por alguna razón me siento más animada. Decido ir al centro comercial antes de casa para comprarme un hermoso vestido para la fiesta que tendré el viernes con mi prometido y su familia. Finalmente me dirijo a casa de mi mejor amiga antes de llegar a la mía, ella está desempleada, así que decido comprarle un regalo ya que recientemente ha sido su cumpleaños. Es un vestido en un modelo similar al que me puse hace unos cuantos meses cuando fui a una fiesta con Jimmy.
La mucama me abrió la puerta, me dejó pasar, camine por ese largo pasillo antes de llegar a la gran sala, mi amiga Kris era bastante adinerada, ella nació en cuna de oro pero a diferencia de otras personas ricas ella era bastante distinta, no era nada caprichosa, sus cabellos chinos totalmente alocados fue lo primero que vi, estaba en una posicion fetal sentada en el sillón, miraba el celular.
—Kris— Chillé a lo cual ella aparto su vista del celular y la dirigio a mi.
—Kae, mi Kae ¿Qué haces aquí no deberias estar trabajando?
—Me dieron unas pequeñas vacaciones por hacer un buen trabajo.
—Claro. Que gusto por ti.
Se levantó y corrió hacia mi para abrazarme, vio mi sueter.
—Vaya es nuevo, no lo habia visto.
El anterior sueter que traia me lo cambié pues no queria que Kris notará la sangre en el, no sé en que momento les diría que moriria, estaba considerando no hacerlo, solo esperar a morirme para que ellos solos se dieran cuenta. Oh Kaela se murio, que mala pata. Realmente sonaba gracioso pero no lo era, no era fácil decirles a los que te han amado y te han dado la calidez de un hogar decirles que te vas a morir. No era nada fácil ni siquiera para mí. Pase toda la tarde con Kris, mirando peliculas. Y entonces saque la bolsa de regalo que llevaba conmigo, que era el hermoso vestido, extendi mi brazo con la bolsa en la mano Kris me miro primero confusa y tras eso una sonrisa se dibujo en mi rostro.
— ¿Y esto que es?— Cuestiono mientras tomaba y veia el contenido de la bolsa—. Oh es un vestido, ¿crees que me veré sexy?
Puso el vestido sobre ella, fingiendo traerlo puesto y entonces la mire, se veia bastante guapa eso era verdad.
—Si, te ves muy bien. Usalo en una ocasión especial.
Ella me lanzo una sonrisa inmensa y yo no pude evitar sonreir también ante tal gesto.
Tras eso decidi volver a casa, queria darme un rato para mi misma, entonces al abrir mi laptop apareció su nombre, la chica de hace diez años, mi ex mejor amiga, me froté los ojos para ver de nuevo y si realmente solo habia sido una visión pero la vida trataba de darme una señal.