Mis últimos días

Día 3

Es un nuevo amanecer. Amanezco siendo enredada por los brazos de mi mejor amiga. La aparto suavemente para no despertarla. Me cambio la pijama que ella me habia prestado la noche anterior y camino hacia mi casa, el sol apenas comienza a salir. La brisa fria recorre mi rostro, un día más que respiro, no habia valorado todo esto antes de que supiera que iba a morir, mi mente solo piensa en las cosas que antes no veía. Hoy tengo bastantes compromisos, tengo que ir con mi suegra a ver algunas cosas para la última celebración que se llevará a cabo en mi casa, realmente todos han estado bastante emocionados por mi compromiso con Jimmy. Voy a mi casa a darme un baño y cambiarme rápido para ir a casa de mi prometido y mis suegros. Me visto lo más cómoda posible, me sirvo cereal y lo consumo rápidamente. Salgo de mi casa y pido un taxi. Al llegar a la gran casa, entró. Principe el perro de la familia me recibe con ladridos bastante agresivos. Corro por el gran patio hasta la puerta principal. Mi suegra no tarda en abrirme.

—Buenos días, mi querida Kaela.

Me da un beso en cada mejilla. Yo le sonrió. Me mira de arriba a abajo.

—Uy que ropa de mal gusto, deberias pedirle consejos a nuestro estilista pronto serás la señora Smith, y una señora de nuestra indole debe llevar lo mejor de lo mejor.—

Se contonea al caminar, cierto ella tiene razón, debi haberme puesto algo mejor y no lo más horrible que encontré en mi ropero.

—Lo siento, es que pase la noche en casa de Kris. Solo volvi a casa rápidamente y no tuve tiempo ni de elegir bien que ponerme.

—No te preocupes nena, de eso me encargo yo.

Voy detrás de ella, me lleva a su habitación. Comienza a sacar ropa de su armario haciendo una pila grande en la cama sacando prenda tras prenda, busca desesperadamente hasta que finalmente.

—Aquí está lo que tanto buscaba. Esto va contigo

Un vestido elegante de terciopelo negro. Lo tomo con cuidado, está un poco arrugado pero creo que planchandolo se verá muy bien. La señora llama a una de sus mucamas y le pide que planche el vestido, mientras a mi me lleva a un tocador a maquillarme. Al verme en el espejo con el resultado final y el vestido, me miro detalladamente y me veo bastante diferente como si fuese otra persona, por un momento siento que tendré una larga y prospera vida con la persona que amo, que tendré un marido genial.

—Luces radiante pero no tanto como yo.

Me dice mi suegra entre risas. Comienzo a reirme, me lleva abajo. Probamos la comida que realmente esta deliciosa, de verdad es un privilegio que la familia de mi prometido sea rica, tienen para darse estos gustos. 

—Y eso no es todo Kai, aún quedan más deliciosos platillos por probar, no es por mucho pedir pero se podrían pedir todos.

—Claro, esta perfecto. Todo realmente se ve delicioso.

—Y creo que en tu casa la fiesta estará perfecta aunque es algo pequeña, por qué mejor no rentamos un salón VIP? no queremos quedar mal con los invitados son personas de alta gama.

Me quedo pensando es verdad mi casa no será buen lugar para la fiesta entonces sin pensarlo digo que si, que deberiamos buscar un salon VIP. Cuando menos vemos estamos en un salón bastante grande, y las decoraciones tienen que ser espectaculares, veo como mi suegra se encarga de todo.

—Por cierto corazón, mañana iremos al salón de belleza tenemos que ponernos guapas con todo este ajetreo no hemos tenido tiempo de vernos bien, que te parece?

—Esta perfecto, mañana iré con usted.

Realmente esto era algo cansado, mis pulmones se estaban esforzando realmente demasiado en estos momentos para poder darme aire, me imaginaba el día que llegará la boda, todo sería el doble de pesado quizá hasta más. Comencé a toser, la desmejoria apenas empezaba, senti que todo me daba vueltas y cuando menos lo noté perdí la conciencia.

Desperté porque habia demasiado ruido a mi alrededor, mi suegra estaba abanicandome con su mano, mi prometido Jimmy estaba mirandome asustado, ya no estabamos en el salón ahora estabamos en su casa.

—Cariño, que sucedió? no me digas que hay embarazo si es así tendremos que ajustar la boda para que sea mucho más pronto posible.

Mi suegra me miraba esperando una respuesta. Negué con la cabeza.

—Estoy un poco cansada solo es eso, no hay embarazo de eso estoy segura hace poco me hice un chequeo médico y me dijeron que debia descansar que era el estrés.

—Mi amor, deberiamos ir a que te revisen de nuevo no quiero que luzcas tan fatal el día de nuestra fiesta, mi novia debe ser la mejor y la más bonita.

Jimmy apretó mi mano y llevó el dorso de mi mano suavemente hacia sus labios.

—Estaré bien no se preocupen.

Me levanté y seguimos organizando la última fiesta para la cual debiamos lucirnos ya que la última era la más importante según mi suegra y finalmente después vendria la gran ceremonia, mi boda de ensueño. Decidí ir a caminar un largo rato, antes de volver a casa. Fui a un gran parque no muy lejos de donde quedaba mi casa, aquí solia venir cuando me sentia mal, realmente queria decir tan facilmente que me moriria pero no encontraba la manera. Últimamente me sentia distinta sentia que queria hacer cosas por impulso, queria vivir un poco más.  Me sentia bastante mal y aún no encontraba a quién deberia decirle primero.

—Me voy a morir.

Solté al aire y tan rápido como lo dije una oleada de viento me sorprendió. Es dificil, el mundo comenzaba a verse distinto antes mis ojos, cada día era un día menos, me levanté y camine de vuelta a casa. Vi a familias riendose, si yo tenia a personas que me querian porque me sentia tan sola me preguntaba. Esa era la sensación, la luz del sol se estaba volviendo tenue. Seguí mi recorrido, pase por la casa de Kris, parecia que estaba ocupada pues habia un auto que no era de ella frente a su casa. Entonces a lo lejos posada en las pequeñas escaleras que daban hacia mi puerta principal, la vi, su silueta era familiar, miraba hacia un lado y hacia al otro como desesperada buscando algo, un gran gorro con una bolita parecida a la colita de un conejo sobresalia de su cabeza, dos trenzas ese era su peinado, su cabello color zanahoria, conforme más me acercaba más familiar la encontraba, sus botas eran graciosas eran de esas que hace algunos años hacian comentarios que se parecian a las de Vegeta de Dragon Ball Z. Parecia que venia de un lugar bastante frio, entonces llegué cerca de donde estaba ella pero seguia dandome la espalda, su look realmente estaba desalineado, pero no parecia darle importancia.



#8773 en Novela romántica
#1845 en Chick lit

En el texto hay: despedida, romance, amor

Editado: 18.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.