Mis últimos días

Dia 7

Comenzó otro día más, supongo que así era la vida ahora solo me basaria en contar los días. Hacia una semana que ya sabia que me iba a morir, habia perdido todo lo que tenía no me casaría dentro de un mes como ya estaba planeado. Habia perdido a mi prometido, tenia una deuda aún grande debido a la última fiesta, estaba enferma y cada vez me sentía más débil. Pero no me daría por vencida, yo me esforzaría por recuperar lo que era mio. Encendí mi celular mientras aún estaba acostada estaba esperanzada de tener un mensaje de mi mejor amiga Kris, pero supongo que debía estar bastante ocupada. Este día iría al médico, pues tenía cita hoy tenía un chequeo para empezar lo más pronto con el tratamiento. Me levanté, arreglé mi cama y me cambie la pijama. Al salir Mara estaba cocinando el desayuno y un espléndido aroma invadió mi nariz.

—Buenos días, Mara. Eso huele delicioso.

—Buenos días, Kaela.

Ella puso un plato y me sirvio de su delicioso guiso era bastante peculiar. Lo probé y de verdad sabia de maravilla.

—Esto realmente sabe delicioso.

Dije aún con la boca llena.

—Come con cuidado, no te vayas a ahogar.

—Hoy iré a una cita médica, ¿quieres acompañarme?

—Claro, encantada.

Terminando de comer ambas salimos, tomamos un taxi y al llegar al hospital me sorprende ver de nuevo a la anciana que había hecho que despidieran hace unos días atrás. Ella me mira.

—No deberia estar aquí, lo que hizo fue una groseria total y además acusación falsa si no fuera por el doctor Andrew usted ya estaría en la carcel por mentirosa.

Me ataca. Yo me quedo asustada y miro a Mara fingiendo confusión. La anciana mira a Mara.

—¿Esta es su amiga? Mire lo que hace le mostraré. Me acusó falsamente hace unos días gracias al cielo la cámara de seguridad la capto.

Me agacho cuando Mara se acerca al monitor de la anciana y de seguro debe estar viendo como escondo mi cartera en el bolso de la anciana.

—Me disculpo en su nombre.

Mara se agacha y hace una reverencia extraña.

—Vamos, niña levantate no hace falta que pidas disculpas y menos de esa manera por algo que no hiciste tú.

La anciana trata de hacer que Mara se levanté pero no lo logra.

—Acepté mis disculpas en nombre de mi amiga Kaela.

En esos momentos me quedo pensando que habría hecho Kris en este caso, se habría disculpado en mi nombre o que habría hecho. Pero eso no importa al menos por ahora, ya que ella no está aquí. Los doctores salen y de pronto uno se detiene a ver el trasero de Mara o no sé pero se le queda viendo unos segundos hasta que dice.

—¿Mara? ¿Qué haces aquí?

Mara reacciona y gira la cabeza a modo de que pueda ver quien le ha hablado y yo estoy perpleja mirando esa pose tan rara en la que está ahora.

—Disculpas aceptadas.

Dice la anciana a Mara. Entonces ella se levanta

—Steven, un gusto volver a verte.

¿Steven? Me quedo confundida y miro a Mara dirigirse al tal Steven que antes tenía la mirada bien puesta en su trasero, creo que me he perdido de algo. De pronto ambos me miran.

—Estoy aquí porque acompañé a mi amiga que viene a un chequeo.

—Entonces seguro estarás por aquí seguido eh.

Ambos se miran y parecen enamorados.

—Dios mío dejen de coquetear con la mirada, no es el momento.

Los interrumpo y ellos desvían la mirada hacia otro lado nerviosos. En ese momento aparece el estúpido doctor Andrew,es enserio un tarado porque ni discreto es.

—Así que está es la chica zanahoria de la que me hablaste.

Se le acerca al que tiene la mirada perdida. Enserio siento que me estoy perdiendo de algo, el mundo puede ser tan pequeño. De pronto el doctor que me atiende por desgracia posa su mirada en mi.

—Miren llegó la chica que se va a morir y medio mundo lo sabe.

Idiota digo con los labios apretados para no sacarlo.

—Disculpa, ¿me quieres decir algo?

Ese engreído me mira con su mirada que enserio me molesta, supongo que por eso es el único que me atiende porque es el único con el caracter suficiente para no tomar enserio las estúpideces que a veces digo. Pero así es mi forma de ser, y no la pienso cambiar hasta el día que me muera, además voy a recuperar lo que es mío de eso estoy bastante segura, lo tendré poco, pero es mio yo realmente tengo el deseo de volver a estar con Jimmy.

Niego la cabeza a modo de respuesta viendolo aunque en mi cabeza lo maldigo de mil maneras distintas.

—Entonces si no te molesta me llevó a las señoritas a mi consultorio señor conquistador.

El chico que se llama Steven que está a su lado recibe un apretón en el hombro de su parte y abre la boca un par de veces pero parece que no encuentra lo que va a decir. Yo voy detrás de el doctor, Mara se despide con la mano y sigue detrás mio.

Estamos sentadas en las sillas que están reservadas para los pacientes dentro de su consultorio. Él nos mira desde su asiento atento. Solo estoy esperando a que suelte alguna de sus tonterías que siempre suele decir. De cierto modo, el día que me dijo que me iba a morir fue el único día que lo vi muy serio.

—Por qué estamos tan serias? Digo una de ustedes es viral en internet.

Lo miro con desprecio cuando dice eso.

—No me parece que sea adecuado que se burle de eso.

Mara habla antes de que yo pueda decir algo.

—Lo siento, esta bien si te molesta que insulte a su amiga, quiero que sepas que el día que esta mujer—. Me señala con el dedo—. Se disculpe yo voy a dejar de tratarla del modo que la trato.

—Kaela no es tan mala.

Mara me defiende, mientras Andrew me mira con una sonrisa.

—Ah no?—.Me mira y dice—. Creo que tu amiga no te conoce tan bien.

Niego con la cabeza.

—Podrían de jugar, esto es una cita médica. Doctor Andrew por favor hazme el enorme favor de atenderme quiero que noten que no estoy en perfectas condiciones y mañana vuelvo a trabajar.

—Muy bien.



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En el texto hay: despedida, romance, amor

Editado: 05.11.2024

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