Mis últimos días

Día 8

Abrí mis ojos una vez más, mire el reloj a mi lado ya era algo tarde. Me levanté tomé mi medicamento, tomé un jugo del refrígerador y salí sigilosamente de la casa para no despertar a Mara que aún dormía en el sillón. Un taxi se detuvo rápido no tuve que esperar tanto afortunadamente, le eché un vistazo a mi celular y tenía un mensaje de Kris.

Lo siento cariño, he estado bastante ocupada. Podemos vernos el fin de semana, te invitaré a un restaurante de clase, ponte elegante nena.

Ok, gracias por responder.

Envié el mensaje y volvi a apagar la pantalla de mi celular, llegué a mi oficina. El jefe y la mayoría de empleados me recibió muy bien. Estaba revisando un caso, mientras tomaba algo de agua mi garganta estaba bastante seca. En ese momento llaman a mi puerta. Es mi jefe, le pido que pase.

—Lo siento mucho, debe ser díficil para ti,

Me quedo confundida ante sus palabras,pero es cierto entonces lo recuerdo el video que se hizo viral donde digo que me voy a morir.

—No se preocupe. ¿Y a que debo su visita?  No creo que venga a mi solo para decirme eso.

El me mira y toma asiento en una de las sillas que son para los clientes. Aclara su garganta.

—La familia Smith quiere que lleves un caso suyo.

—¿La familia de mi exprometido?

El asiente con la cabeza. Estoy a punto de hablar pero entonces me pasa algo por la cabeza, si yo resuelvo su caso, me van a perdonar. Me imagino una película sobre eso en mi cabeza hasta que vuelvo a la realidad recordando que mi jefe me esta mirando.

—Esta bien, llevaré el caso. Un cliente es un cliente y si considera que estoy capacitada para llevar ese trabajo usted confié en mi.

—La cosa es—. Hace una pausa—.Ellos no saben que eres tu la mejor abogada de nuestro bufete, pero si tu no tienes ningún problema con aceptar el caso esta bien.

—Esta bien, podré con esto.

—Confío en ti, entonces arreglaré todo y a más tardar en dos días ya llevarás el caso.

Lo veo levantarse y salir de mi oficina, siempre me reservé muchas cosas con Jimmy y su familia puesto que no quería que supieran demasiado sobre mi trabajo porque podían hasta sacarme de el. Ciertamente les podía permitir todo pero nunca consideraba que les fuera a cumplir el deseo de quedarme en casa, yo amaba bastante mi trabajo. El resto de la tarde me la pase resolviendo cosas que tenía pendientes que no eran tan importantes. 

En cuanto salí del trabajo me dirigi a una tienda departamental para conseguir la pintura, compre pinturas de colores pastel creo que el cuarto de Mara debería ser colorido tal y como ella. Llevé todo como pude, cuando llegué a casa, Mara me esperaba, preparó comida. Yo me senté a disfrutar.

—Ordene una cama en línea.

Me dice con un brillo en sus ojos tan especial, me recuerda a cuando era una niña y se alegraba mucho no lo habia notado pero desde que llegó aquí parecía perdida.

—Mara, ¿qué haces aquí? ¿qué fue de ti?

El brilo que iluminaba su mirada segundos antes se esfuma totalmente.

—Nada importante.

—Esta bien, por cierto Mara. Debo contarte algo, la familia de mi ex prometido está buscando un abogado y yo fui la elegida por mi jefe para eso. No crees que sea una buena oportunidad.

—Claro, lo es. ¿Qué planeas hacer?

—Aún no lo sé, pero el primer paso si es que hago el trabajo bien, van a perdonarme. Ellos volverán a hablarme como antes, comenzaremos desde cero y todo volverá a estar bien.

—Kaela, no lo tomes a mal. Pero ellos se portaron bastante mal además de que ya no tienes quizá tanto tiempo para poder recuperar la relación que se supone tenías con ellos.

Me molesta mucho sus palabras.

—¿Estas tratando de decir que soy una idiota? Es que no entiendo ¿cuál es el problema? ellos son mi vida, mi familia lo que más amo, si los pierdo me sentiré como una basura. Jimmy es mi amor, no puede ser el de nadie más tiene que ser mio.

Mara me mira asustada.

—Una familia no te deja sola cuando más la necesitas.

Ella trata de abrazarme pero la empujo, se golpea la cabeza. Estoy tan enojada que no lo notó, ella comienza a sangrar levemente dejando un pequeño charco de sangre en la alfombra. Rápidamente reaccionó y me agacho.

—Mara, ¿estás bien?

Toco su cabeza y encuentro la herida que le ha ocasionado el golpe, la ayudo a levantarse.

—Vamos, iremos al hospital.

No la suelto hasta que tomamos un taxi, pongo una gaza que encontré en casa sobre su cabeza para que eso detenga un poco el sangrado. Al llegar nos bajamos rápido y nos dirigimos a urgencias entonces Steven nos ve y corre hacia nosotras.

—¿Qué sucedió?

—Mara se ha golpeado la cabeza y se le ha hecho una herida.

—Estoy bien no es para tanto.

Dice Mara.

—Vamos la revisaré en mi consultorio.

Me dice Steven. Voy con Mara y entramos a su consultorio. Comienza a revisarle la cabeza y encuentra la herida, lo miro coserla creo que si ha sido un poco grave, pero aún así mi cabeza me dice que ella se lo merece por lo menos un poco, por juzgarme de tal manera pareciendo más mi enemiga que mi amiga.

—Listo, ahora evita hacer movimientos bruscos para evita que la herida se abra. 

Le indica a Mara. 

—Gracias, muchas gracias Steven.

—Y me gustaría saber ¿cómo fue ocasionada la herida?

Cuestiona Steven mientras lo veo guardar las cosas que estaba usando antes para curar la herida.

—Los accidentes pasan.

Mara se me adelanta a responder. De pronto la puerta se abre de un golpazo y aparece Andrew el doctor idiota que por desgracia me atiende.Trae una bolsa de papel en la mano.

—Traje sushi para ce—.Interrumpe sus palabras cuando alza la mirada y nos mira a ambas ahi sentadas—. Tenían reunión y no me llamarón.

—Deja de bromear Andrew. No es momento para eso, Mara vino porque se hirió la cabeza.

Steven termina de acomodar sus cosas y lo mira.

—¿Enserio?. ¿Estas bien,zanahoria?



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En el texto hay: despedida, romance, amor

Editado: 18.04.2024

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