Mis últimos días

Día 10

Abro los ojos al oir los pasos de la enfermera que viene a revisar que todo esté en orden, ciertamente solo puedo pensar en las palabras de Steven han sido duras, pero reales. Miro la pared con la mirada perdida.

—Kaela, tu telefóno ha estado sonando de hace un pequeño rato, pero no quería despertarte. 

Mara corre hacia mí con mi teléfono en la mano, justo cuando lo tomó, entra una llamada de mi jefe.

Buenas tardes, señorita Kaela. La llamó, porque he pedido que la reunión con el señor Smith sea para otra ocasión pero me ha dicho que no, ¿qué quiere hacer? 

Lo voy a atender hoy, no se preocupe solo digale que el horario se modificó.

Esta bien, si usted lo dice.

Al termina de decir eso cuelga la llamada y hago lo mismo.

—No deberías esforzarte tanto.

—Tengo que, Mara esto es muy importante no se puede tomar a la ligera.

—¿Y tu salud no lo es también?

—Lo es, pero es primordial que atienda el caso, el señor Smith es influyente y si no lo atendemos como lo quiere podríamos ir a la quiebra, soy la mejor abogada de mi bufete y el me quiere contratar estará bien.

Después de eso Andrew entra y me da el alta pero me dice que debo cuidarme. Me voy a casa a darme un baño y a cambiarme, le aviso a mi jefe que no tardaré tanto, de pronto llega una notificación a mi celular, la miro, es el salón de fiestas y el banquete que ordene aquel día tengo que pagar lo que me falta. Al llegar a mi oficina acomodó mis cosas y demás para recibir la llegada del señor Smith. Cuando llega me mira atento y habla de manera normal, a él nunca lo conocí tan bien, hablamos sobre su caso y cuando está a punto de irse dice:

—Lamento mucho lo que te pasa, disfruta la vida mientras puedas.

Y sin más sale. Decido ir a ver a Kris, para pedirle el dinero. Llegó a su casa rápidamente y llamó a la puerta, la mucama dice que no está en casa, me despido y realmente no me voy. Me asomo por la ventana de una de las habitaciones de Kris y la veo encima de un hombre besandolo con picardía y casi me desmayó cuando veo quien es el hombre, es Jimmy. Me tapo la boca incrédula con ganas de gritar y me voy de ahí. Regreso a casa, Mara está esperándome ahí y yo siento que quizá nota mi disgusto.

—¿Qué ha pasado? ¿Todo ha salido bien con el señor Smith?

Asiento con la cabeza. 

— Y entonces que está pasando? Te ves muy decaída es obvio que está pasando algo.

—Nada, son solo esos bajones emocionales que a veces te dan y si te soy sincera estoy bastante agotada. Estar hospitalizada me deprimió totalmente, es una tortura estar encerrada entre cuatro paredes.

Ella solo me mira atenta y no insiste más. Ambas nos quedamos en silencio y yo me quedó pensando en si es posible que Kris me haya mentido, no lo creo, debe haber una explicación en unos pocos días la veré y creo que podremos platicar un poco de nuevo, nuestra amistad seguirá intacta. Después de un rato me siento con Mara en el sillón y vemos una película a la cual ni siquiera le prestó atención porque por mi mente solo puede pasar la escena que he visto en la casa de Kris. 

—Steven me invitó a cenar hoy—La miro rápidamente en cuanto dice eso y ella continúa—. Claro que también estará Andrew.

—Enserio, me parece que tu y ese hombre se traen algo.

Mara está dando un trago a su vaso de jugo y al oir eso comienza a ahogarse. Luego de toser unos segundos vuelve a hablar.

—Que va, solo somos amigos.

—Sí, claro.

Digo con sarcasmo.  Y ella suelta unas carcajadas.

—También quieren que vayas, dicen que podemos pasar tiempo juntos así no es tan aburrido comer para ellos y así nosotras salimos un rato, qué dices? 

Me quedo pensando, porque ahora quieren que yo pase tiempo con ellos, de verdad me sorprende pero aún así decido que sí, quiero distraerme un poco al menos por un rato, asiento con la cabeza a modo de respuesta y Mara me mira con una sonrisa.

—Viajé mucho por el mundo, fue maravilloso. Conocí muchas culturas, muchas personas distintas. Disfruté tanto la vida.

Mara me suelta de la nada tras eso.

—Y qué fue lo que te trajo aquí?

Le cuestiono. Su mirada enserio cambia cada que le preguntó sobre eso. Niego con la cabeza al ver su preocupación.

—Olvida eso. Y que cenaremos hoy? 

—Esta vez nos toca decidir, pasaremos por algo antes de llegar al hospital. Qué crees que les guste?

—Seguro se conformarán hasta con una sopa instantanea. 

Menciono a modo de broma.

—No es fácil para ellos, básicamente son esclavos del hospital donde trabajan.

—Que lástima que te vas a casar con un esclavo, ni tiempo le dará de hacerte hijos.

Mara se pone roja. Pero en cierto momento, su mirada se pierde.

—No juegues con eso. No es gracioso, enserio Steven y yo somos solo amigos. Y tu y Andrew?

La miro confundida.

—Ese tío y yo no tenemos nada más que una enemistad.

—Del odio al amor solo hay un paso.

Me guiña un ojo, mientras la veo levantarse del sillón.

—No lo digas ni de broma.

—Me daré una ducha, para salir pronto y comprar la cena.

Asiento con la cabeza. De nuevo la escena de Kris y Jimmy besandose no puede salir de mi cabeza, se repite una y otra vez. Hasta que tengo de nuevo a Mara frente a mí.

—Tú no estás bien, no quieres hablarlo?

Niego con la cabeza, la verdad es que sé que ella se burlaría de mi o diría cosas negativas sobre mi mejor amiga Kris.

—Entonces vamos, que ya nos están esperando.

Decidimos pasar por unas pizzas, estamos sentadas a la espera de nuestra cena, claro si es que a eso se le puede llamar cena. Después de recibirlas nos dirigimos al hospital que ya no queda tan lejos. Entramos al consultorio de Steven de nuevo, que más bien ahora lo tomamos como un comedor.

—Es aburrido comer de esta manera, pero no podemos salir tanto ya que siempre hay una urgencia, o comemos entre pausas al final uno de los dos termina comiendo solo eso es casi siempre.



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En el texto hay: despedida, romance, amor

Editado: 18.04.2024

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