Al día siguiente me levantó bastante animada, juro que ninguna noche con varias copas encima nunca nunca me había sentido de esta manera, tan inexplicable, pero la felicidad no dura para siempre de un momento a otro me vino la escena de Kris besándose con mi prometido, me costaba decirle ex porque aún sentía que me pertenecía de cierto modo, ¿cómo ella había podido hacerme eso? ¿qué había yo hecho mal? Eran cuestionamientos que no dejaban de pasar por mi cabeza, era algo raro que no estaba a mi entendimiento. Me duche, me vesti y salí con cuidado de no hacer ruido pues Mara aun dormía en la sala, su cama aún no había llegado y ni siquiera habíamos preparado tan bien el cuarto faltaban detalles. Al llegar a la oficina el señor Smith ya me estaba esperando.
—Buenos días señor Smith, hoy hablaremos sobre su caso más a fondo ya que ayer no pude atenderlo de manera adecuada por falta de tiempo.
—Claro.
El comenzó a decirme su caso, la verdad era bastante complejo pues estaba en una situación demasiado comprometedora y era muy probable que se fuera a la quiebra, al recordar la escena de Kris y Jimmy me dio algo de placer saber como estaba la situación con la familia de él.
—Pagaré el banquete y el salón de fiestas. Lo que hayas depositado será devuelto.
El señor Smith me miró con desesperación cuando le dije que era un caso muy difícil de ganar. Esa oferta de verdad me interesaba, puesto que no tenía mucho dinero y ya quería deshacerme de esa deuda, así que probablemente esta será la locura más grande en mi vida pero sin más tomé el caso. Más bien confirme que aceptaba el caso, de cierto modo no tenía sentido y era bastante seguro que perderíamos, pero igual quería intentarlo, quizá había una pequeña esperanza de ganar.
Estaba en mi oficina pasado un rato después de que el señor Smith se había ido, de pronto mi celular vibró.
Me enteré que veniste a buscarme ayer, no estaba. Pero nos vemos dentro de tres días. Te llevare a un restaurante único.
Era un mensaje de Kris me sorprendió mucho, apagué el celular rápidamente porque comencé a sentirme mal y la misma escena no dejaba de pasar por mi mente, ciertamente era algo difícil de olvidar, mi mejor amiga con mi ex prometido. Aún no me lo podía creer, seguro había una explicación me dije, podría esperar una traición de Mara porque tenía tiempo sin saber de ella y podía lastimarme volviendo a entrar a mi vida, la verdad es que me estaba confiando mucho de Mara. Tenía que cuidarme la espalda para no cometer un error, dándole tanta confianza. Dicen que el enemigo siempre está cerca, mientras podía seguir confiando en Kris, era mi única amiga la única mujer en la que podía confiar. Ella me entendería así que de seguro habría una explicación trataba de controlarme porque me estaba comenzando a faltar el aire, comencé a toser con fuerza y la sangre lleno unos papeles que tenía en el escritorio.
Emociones fuertes, era verdad tenía que evitarlas. Y estaba entrando en un estado de confusión bastante fuerte. Me controlé, trate de respirar aunque a mis pulmones se les dificultaba hacer bien el trabajo que tenían que hacer, tomé papel y me limpie. Gracias al cielo los documentos que se mancharon no eran tan importantes. Me quedé pensativa, si era seguro que Kris podría calmar mi angustia.
Sé quien público tu video.
Fue la notificación que logré ver antes de que la pantalla se apagué en menos de cinco segundos. Tomé mi celular, era un mensaje de Mara.
Dime, ¿quién fue?
No te lo diré, creo que debes darte cuenta tu misma.
Eso sonaba bastante raro, apague la pantalla del celular y me quede mirando a la nada. Tenía una extraña sensación de que algo no estaba bien, pronto me tocaba el medicamento así que lo tomé y eso alivio el malestar que tenia de la tos. Me relaje. Decidi no escribirle más a Mara y ella tampoco escribió más. A veces me veia fatigada, pero hoy no era uno de esos días parecia que tenía más fuerza que los días anteriores. Me levanté y mire por mi ventana, la gente pasaba, se oían risas, las calles tenían más vida que yo, pero algo tenía seguro si iba a morir queria hacerlo a lado de Jimmy. De pronto mi celular comenzó a sonar —Era la mamá de Jimmy.
—Buenas tardes. ¿Que necesita?
—Creo que ya deberías irte enterando, que mi hijo no va a volver a ser parte de tu vida. Él ya está con alguien más.
Sentí como si me estrujaran el corazón. Queria desmayarme, no quise oir más y colgué. El oir que ya estaba con alguien más me impacto. Salí de mi oficina para avisarle al jefe que me retiraria, al terminar de decirle me di la vuelta y camine. No sé como, ni porque pero terminé frente al consultorio de Andrew. Miraba la puerta fijamente de pronto un chirrido indicando que la puerta estaba abriendose me hizo volver a la realidad, él se despedía dulcemente de una mujer bastante guapa, le dejó un beso en la mejilla, no dejó de sonreir como idiota aunque ella estaba ya lo suficientemente lejos para que lo viera. Su mirada se encontró con la mía, borro su sonrisa que tenia.
—¿Qué haces aquí?
Formuló.
—No sé, mis pies me trajeron aquí y la agonía de mi ser.
Él me miro con una sonrisa burlona y con la cabeza me indico que pasará a su consultorio.
—Tengo tiempo libre así que te escuchó.
Comencé a contarle sin pensar en nada. El me escuchaba atentamente y al terminar de contar la historia. Él negaba con la cabeza.
—Yo sobrellevo enfermedades, no curo corazones rotos. Lo siento mucho, por todo lo que te pasa pero no puedo hacer mucho. Te doy un consejo, deberías dejar ir esa obsesión por estar emparentada con un tipejo al cual ni siquiera le interesas.
—Pues no creo que seamos tan distintos. La chica que salió de tu consultorio hace un ratito.
—Ella es mi mejor amiga.
Y ahi estaba el problema. El realmente la veía con ojos más que de mejor amiga.
—Ella te gusta, quizá tus palabras sean unas pero tu mirada dice otra cosa.