Desperté esa mañana en los brazos de mi Jimmy, todo parecía que estaba mucho mejor, creo que las cosas ya no podían empeorar, todo iba de maravilla y quería que así fuese el resto de días que me quedaban de vida. Me levanté puesto que tenía que volver a casa para prepararme para ir a la cita médica. Antes de salir dejé un beso en la mejilla de Jimmy y le dejé una nota donde le comentaba que tenía que ir al médico, que nos veríamos luego, tomé un taxi, la casa de Jimmy no quedaba tan lejos de la mía,pero no me sentía con tantas fuerzas como para ir caminando. Al entrar a casa mire a Mara, estaba con una sonrisa en el rostro, solo pude mirarla y devolverle la sonrisa.
—Buenos días, Kaela.
—Buenos días, Mara.
Me di un buen baño, me arreglé y enserio Mara parecía realmente feliz, sinceramente si le prestaba atención es que la verdad parecía que estaba volviendo a vivir, puesto que cuando llegó de cierto modo se veía apagada, pero ahora la veía de una manera distinta, entonces nos fuimos al hospital, estabamos en la sala de espera, esperando a que Andrew nos llamará y así fue al poco rato, pasamos a su consultorio, todo olía a recién limpiado, incluso el aroma de Andrew era agradable, parecía que se había hecho un buen corte de cabello, ciertamente se veía como alguien nuevo.
—Vaya Kaela, parece que el tratamiento está funcionando.
Dijo mientras me revisaba.
—Eso es una buena noticia, Kaela va a poder vivir más.
Mara me miro y la mirada de Andrew se tornó algo confusa.
—Pues por ahora, no quiero ser pesimista enserio pero debemos asegurarnos completamente de que el tratamiento siga cumpliendo con su función, mientras no haya recaídas podrá ser que todo irá bien.
—Bonito corte de pelo, te queda bastante bien.
Fue lo primero que salió de mi boca, antes que cualquier otra cosa mirando a Andrew, él solo me sonrió.
—Vaya esto debe ser un sueño, Kaela, la mujer más fría y orgullosa que antes me maldecía ahora me halaga. Que alguien me de una cachetada.
No pude evitar soltar una risita ante eso. Me quedé mirando alrededor de la habitación, no me sentía mal la verdad es que todo parecía marchar mejor que nunca, mi situación iba como viento en popa. Aunque ya había estado aquí me sentía de cierta manera distinta, como si el aire que se respira aquí fuese nuevo.
—Bueno también veníamos a contarte algo.
Mara me miro con una sonrisa.
—Vamos a viajar.
Le suelto.
—Wow, chicas muchas felicidades entonces no las veré por un tiempo.
Me rasco la cabeza.
—La cuestión es...
Me quedo pensando.
—Vendrán con nosotras, Steven y tú.
Andrew abre la boca demasiado, después una GRAN sonrisa y no miento aparece en su rostro iluminandolo aún más.
—Vaya, no me esperaba esto. Pero iré, al menos de mi parte.
—Debo ir a buscar a Steven, él debe saberlo.
Veo a Mara levantarse emocionada y todo se siente tan bien. Por alguna razón, tengo la sensación de quiero viajar con ellos pero la verdad también tengo que pensar en Jimmy. Andrew se levanta para acomodar unas cosas y luego vuelve a su silla que está frente a mí.
—Así que no soy el único que está dejando ir cosas.
Me mira y sonríe.
—Te voy a decir la verdad anoche la pasé con Jimmy.
Su sonrisa desaparece unos segundos y luego vuelve antes hablar.
— Kaela, no puedes estar con alguien así, mírame todos estos años teniendo sobras de cariño de mi mejor amiga solo porque ella me gustaba, y si digo "gustaba" porque ya es pasado, debo mirar hacía adelante, hay más mujeres.
Me mira fijamente que eso me pone nerviosa. Trago saliva.
—Pero Jimmy no es tan malo, quiero decir siento que es con él, con el que quiero estar mis últimos días.
—Creí que me entendías y que tu ibas a cambiar a soltar sobre todo, porque creeme si fuera Jimmy él hubiera estado contigo después de ese evento, hubiera estado aquí el día que estuviste en el hospital. No iremos al pasado, si realmente fuera él, estaría aquí a tu lado.
En ese momento me dí cuenta, Andrew tenía toda la razón. Solo había pasado una noche con él y solo para complacerse a sí mismo, solo por el deseo de tenerme, ni siquiera me había escrito. La verdad es que a veces las cosas no pueden ser como queremos, un lecho de rosas sobre el cual puedes caer, y ahora que sabía que pronto podría irme quería disfrutar mientras podia respirar.
—Tienes razón.
—Lo sé, últimamente me he vuelto muy sabio. Y entonces viajemos, conozcamos el mundo, tu y yo—. Lo miro confundida—. Por supuesto también Mara y Steven.
Solo comienzo a reírme, ambos lo hacemos y la atmosfera del lugar es agradable, todo huele a nuevo, como sí algo más me esperará, un nuevo comienzo. Después de la cita médica me voy al trabajo, llegando todos me reciben con una sonrisa, me siento decidida, así que camino con seguridad hacia la oficina del jefe.
—Hola Kaela, que te trae por aquí?
—Puedo?
—Adelante, toma asiento.
—Quiero pedirle vacaciones, desde el día de mi cumpleaños y dos semanas más.
—Hecho, dentro de tres días te vas. Vas a algún lugar? Disfruta Kaela, te lo mereces.
Una sonrisa se dibuja en mi rostro, realmente estoy tan feliz como si el mundo me estuviera sonriendo, como es que nunca había sentido esto antes, me sentía tan bien, todo estaba listo, el viaje, la compañía. Iba saliendo después de hablar con el jefe cuando mi celular comenzó a sonar mire la pantalla y decía Jimmy. Respondo la llamada.
— Hola mi amor, oye te parece si festejamos tu cumpleaños en mi casa.
—No y no me llames "mi amor." Yo decidiré donde festejo mi cumpleaños y con quién, ya no más.
Hay un silencio al otro lado de la línea. Me quedo esperando
—Entiendo, entonces nos volveremos a ver?
—Creo que no, gracias Jimmy pero no eres el hombre que quiero para pasar el resto de mís días, que tengas buen día.
Le cuelgo, después de eso me siento extraordinariamente bien. Creo que por primera vez estoy haciendo lo que realmente quiero, no llegó a comprender muy bien porque había estado atada a hacer lo que otros querían, pero finalmente se había acabado. Por un momento una imagen de mi madre viendome con desprecio, sé que ella estaría bastante decepcionada de mi ahora mismo, pero la verdad es que ya no quería vivir lo que ella quería que yo viviera, sé que le debía una disculpa a mi madre, así que debía buscarla lo más pronto posible, la relación que tenía con ella era realmente complicada. Se había casado ya más de ocho veces, con hombres millonarios, sé que esperaba lo mismo de mí, pero me iba a morir pronto, tenía que vivir lo que yo quería.