Abrí mis ojos de nuevo, este era un día más que tenía que vivir aún me encontraba en el hospital, según Andrew había tenido una recaída debido a las emociones fuertes, definitivamente para que hayan pasado 19 días desde que supe mi enfermedad la verdad es que había pasado de todo un poco, pero la buena noticia es que yo seguía viva. Aunque mi vida era un completo drama al menos agradecía poder seguir viva. Las enfermeras pasaron a hacer sus revisiones matutinas, no podía hacer nada más que estar aquí acostada mirando el techo blanco, todo a mi alrededor era blanco, el olor era bastante peculiar a pesar de que no era del todo agradable, me sentía mejor estando aquí de pronto Andrew entró y se sentó en mi camilla mientras me revisaba.
—Me alegra tenerte aquí, estás a tan solo unos pasos de distancia de mí.
Bromea mientras apunta algo en sus notas.
—A mi también me alegra estar cerca de ti. Andrew puedo preguntarte algo?
—Por supuesto que sí. Dime.
— Cuál es tu mayor sueño?
Mi pregunta al parecer lo toma por sorpresa, yo me quedo mirándolo, él suspira y noto como está por hablar.
—Okey, te lo diré pero nada de burlarse—. Asiento con la cabeza a modo de respuesta—. Me gustaría formar mi propia familia, tener una esposa maravillosa y unos hijos encantadores.
Vaya, su sueño no se basa en lo material ni en más allá solo en la cálidez del amor que puedes llegar a sentir con una familia.
—Y el tuyo?
Interrumpe mis pensamientos y yo me quedó pasmada. Es una pregunta bastante dificil, mucho más para mí. Trago saliva.
—Durante mucho tiempo creí que era vivir muy bien, ya sabes con lujos y todo eso—. Suelta una risita—. Pero si te soy honesta ahora mismo ni siquiera sé que es lo que realmente quiero, estoy procesando la traición de quienes yo amaba mucho.
—Es díficil a veces dejar ir lo que no es para uno. Pero creeme Kaela, no estás sola.
Toma mi mano con la suya y me da un suave beso en el dorso de mi mano.
—Gracias.
Acaricio mi mano con la suya y por un momento olvido todo eso, mirandolo a los ojos y con una enorme sonrisa, supongo que estos son los buenos momentos por los que uno vive, aquellos recuerdos que se quedan para siempre en tu corazón como una manera de recordarte que todo es efímero pero puede ser bastante hermoso.
—Ahora iré a revisar a más pacientes, no puedes aprovecharte de que eres mi paciente preferida.
Andrew es tierno al momento de soltarme la mano y me guiña un ojo antes de darse la vuelta. Me quedo estática con una sonrisa hacia la puerta por la que acaba de salir Andrew, supongo que las personas somos prueba y error, todo puede cambiar.
—Vamos, esos libros solo tienen se...
Le grita Mara a Steven mientras el pone unos libros románticos sobre el mueble que esta a lado de mi cama. Su cara se pone pálida al decir la última palabra de su frase.
—Son novelas románticas en algún momento las parejas deben demostrar su amor en la cama.
De que diablos están hablando? Yo comienzo a reírme, pero Mara se encuentra ida, mirando a la nada.
—Mejor hablemos de otra cosa, cómo te sientes hoy Kae?
Mara ahora se encuentra mirándome a mí.
—Estoy muy bien, recibo buenos tratos.
—Los mejores, querrás decir. Andrew la trata como una paciente VIP.
—Los mejores—. Afirmo
—Vaya, al menos ha valido la pena todo esto.
Mara me mira con una sonrisa.
—Así es, no me quejo de nada.
—Te traje novelas, por si en algún momento de tu estancia te aburres aquí, quiero decir solo trato de ser amable, después de todo no creo que nada de esto sea fácil para tí.
Steven me mira tan tiernamente que me derrite el corazón. Supongo que quizá no había elegido bien mi círculo social antes, pero ahora estaba bastante segura de que podía confiar en ellos tres. De pronto Marlón entra desesperadamente en la habitación, se acerca a Mara, luego me mira con una profunda tristeza en la mirada.
—Mierda Kae, lamento lo que te pasó.
Estoy a punto de hablar cuando comienzo a toser y gotas de sangre salen con cada esfuerzo. Steven se acerca y me limpia.
—Te acostumbras después de un tiempo a que te pasen cosas horribles, quizá me lo merezco durante estos años yo he sido un monstruo, el karma llega tarde o temprano.
Suelto después de dejar de toser y estar más estable. Mi corazón se siente tranquilo a pesar de todo. La verdad es que aunque no quisiera morir ahora mismo, estaría dichosa de hacerlo, las personas que me aman están aquí.
—Ya vas a salir de esta.
Marlón me mira con una sonrisa y yo se la devuelvo. Después de un rato todos se van y yo me quedó hojeando uno de los libros que me trajo Steven, la verdad es que no soy muy fan de las novelas de este tipo. Pero le doy la oportunidad al libro. Comienzo a leer, estoy a punto de comenzar a leer el capítulo tres, no creí que me gustaría tanto, de pronto escucho el carraspeo de alguien.
—Así que te gusta ese libro, es uno de mis favoritos.
—No, la verdad es la primera vez que lo veo. Pero enserio no creí que fueras tan romántico.
—Vamos, hay muchas cosas que aún no sabes de mí.
Sonrío y asiento con la cabeza. Entonces un médico de mala cara entra y mira con malos ojos a Andrew.
—Ella es la paciente de la que le hablaba, creo que necesitamos que usted la trate.
Por un momento quita la mirada de Andrew y me mira de arriba a abajo.
—Kaela? No necesita nada más, ella se ve muy bien. Ponte a hacer tu trabajo si no quieres que te despida.
Entonces sin más sale de la sala. Miro a Andrew parece molesto pero cuando me mira la amargura parece borrarse.
—Es mi superior, es un idiota. De hecho el fue el que me dio la idea de que te diera la noticia de una muy mala manera y no ha parado de reprocharme el buen trato que te he dado.
—Con esa cara que se carga no creo que tenga muchos amigos.
—Ninguno.
Andrew me mira y ambos estallamos de la risa. Mi corazón se siente tranquilo.