Mis últimos días

Día 23

En la madrugada había sentido los brazos de Andrew sobre mi un buen rato, me abrazo. Sentía su respiración sobre mi nuca, me desperté por un momento pero luego volví a dormir. Cuando desperté estaba sola en la habitación y cubierta por una cobija. Tomé mi celular del pequeño mueble que habia a lado de la cama de Andrew, eran las seis de la mañana de un nuevo día, mire un rato videos pues era muy temprano para salir de la cama además hacía algo de frío, eran ya las siete cuando una llamada entrante me interrumpió. Era mi jefe.

—Buenos días Kaela, el juzgado ya decidió que hoy es el primer juicio para determinar la sentencia de Kristina y Jimmy.

—Vaya, si que va a ser más rápido que otros casos.

—Ya sabe, tengo influencias y me aseguraré de que esos dos paguen.

—Quiero ir.

Las palabras salen de mi boca sin pensarlo, en cualquier caso quiero demostrar lo malas personas que son mostrando el video que Kristina compartió en redes sociales.

—No estaría mal que se presentará pero está segura?

—Más segura que nunca.

—La reunión es a mediodía, entonces nos vemos allá.

—Hasta luego.

Y tras eso ambos colgamos. Vaya si que todo ocurre muy rápido, bueno es más a mi favor, hoy podré dar más motivos para que los encierren y no tenga derecho a multa, al menos antes de irme de viaje quiero hacer esto. Me levantó y aunque me dí un baño anoche, me vuelvo a dar un baño hoy,busco en mis maletas mi mejor ropa, hoy es un día especial así que llevaré mi vestido rojo, es sexy, es precioso y me veré como una diva.

—Si dicen que soy una perra, hoy seré una verdadera perra con ustedes.

Son las ocho de la mañana cuando me estoy maquillando y tratando de acomodar mi cabello para verme increíble. De pronto tocan la puerta.

—Kaela estás bien?

Escuchó la voz de Mara al otro lado de la puerta.

—Pasa.

Y abre la puerta, me mira con asombro.

—Hoy te ves muy wow, no puedo creerlo te ves hermosa con ese vestido.

—Tu crees?

Asiente con la cabeza a modo de respuesta.

—No solo lo creo, te ves hermosa. Es un hecho.

—Sabes me arrepiento de haber desconfiado de tí, después de todo lo que paso con esos idiotas me di cuenta de tantas cosas.

—Tranquila Kaela, todos nos equivocamos. Esto es prueba y error, mujer. Todo está bien ahora, por cierto ¿cuándo es el viaje?

—Pues con todo lo que pasó la verdad ya no me acuerdo, lo reviso después. Hoy tenemos que hacer algo importante.

—Qué cosa?

—Ir a ver el juicio de Kristina y Jimmy.

—¿Enserio? ¿Vas a ir?

—Vamos— Le corrijo—. Necesito de tu ayuda en todo esto, ¿puedes? por favor.

—Sabes que no te niego nada, entonces vamos.

—Pero antes, quiero ir a comprarle un regalo a Andrew— Mara me mira con una sonrisa pícara—. Nos estamos quedando en su casa yo pienso que un obsequio como agradecimiento no estaría mal.

—Sí tu lo dices.

Después de media hora que tarda Mara en arreglarse, caminamos hacia la plaza más cercana. Quizá debería comprarle un reloj a Andrew, nunca he visto que use uno, así lo hago cuando encuentro uno precioso con el que facilmente me puedo a imaginar a Andrew usandolo, lo pido en una cajita para regalo y mientras lo preparan Mara no deja de molestarme diciendo que Andrew me gusta pero no quiero admitirlo. Solo me tomo esto a broma,después de que nos entregan la cajita con el regalo, caminamos de nuevo hacia el hospital. Me quedo en la sala de espera sentada pues Andrew está ocupado con algún paciente así que tenemos que esperar nuestro turno.

Al salir el paciente que estaba adentro, Mara y yo caminamos hacia la puerta, pero ella me dice que pase yo sola, así que lo hago. Andrew me mira de pies a cabeza, supongo que es raro verme así de arreglada pero es una ocasión muy especial, son alrededor de las diez y media.

—Kaela, ¿qué haces aquí?

—Primero, esto es para ti. En agradecimiento ya sabes por dejarnos quedar en tu casa.

Pongo la caja en su escritorio. Esta sentado del otro lado.

—Hoy te ves muy preciosa.

Dice antes de tomar la caja y ver su contenido.

— Gracias ¿y qué opinas? ¿te gusta?

—Por supuesto, es muy lindo. ¿Podrías ayudarme a ponermelo?

—Claro.

Me levanto de donde me había sentado y me acercó a él para ponerle el reloj. Me mira con ternura.

—Y a que se debe la mucha elegancia que llevas hoy, quiero decir más de la que llevas siempre.

—Hoy es el primer juicio para Kristina y Jimmy.

—Y vas a ir. Lo sé, ellos te deben algo pero ¿no crees que no vale la pena?

—Por supuesto que lo vale, porque hoy será la última vez que los veré al menos de lejos, luego haremos el viaje y no volveré a saber nada de ellos.

—Pero cuidate ¿sí? por favor y vuelve a casa temprano. Recuerda no emociones fuertes y no te enojes ante provocaciones eso solo te afecta a ti.

Me toma la mano y me deja un dulce beso en el dorso de ella.

—Esta bien, nos vemos después.

Me encamino a la salida y el me mira con una sonrisa antes de salir y así es como salgo de su consultorio en busca de Mara, que sigue esperando en el mismo lugar donde se quedo antes, me sorprende un poco porque siendo como es ella ya debió haber ido a buscar a Steven, pero no lo hizo. Antes de salir por completo del lugar siento como me toman de la mano sin cuidado. Al girarme para ver quien es veo a Andrew con ojos fijos en mi.

—¿Quieres ir conmigo al cine más tarde? Tendré la tarde libre y necesito hablar de algo contigo.

Asiento a modo de respuesta y el me suelta de su agarre,continuo caminando con Mara a lado quien por cierto parece más callada de lo normal, pero no pregunto nada, siento que por ahora necesita su espacio. No tardamos mucho en llegar al juzgado porque hemos tomado un taxi. Al entrar Mara me sujeta de la mano tiernamente como modo de apoyo o de ánimo, la miro con una sonrisa y ella me la devuelve y asiente para dejarme en claro que ella está conmigo. Después de un rato de presenciar como los dos desconocidos que antes conocía han sido bien defendidos por su abogado, me llaman al juzgado para declarar. Soy muy perra? ellos mismos lo decían de mí, así que esta vez lo seré, seré todo lo cruel que alguna vez fui, pero ahora con las personas correctas. Comienzo a contar mi historia, le digo al juzgado que estoy enferma sin cura y posiblemente me muera pronto, eso conmueve a todos aquí, pido justicia antes de bajar del estrado. Los miro con una sonrisa a ambos antes de volver a mi lugar.



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En el texto hay: despedida, romance, amor

Editado: 05.11.2024

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