Despierto después de un sueño bastante tenso, triste, Andrew es el protagonista lo veo intentar besarme pero yo me aparto de él, mi corazón quiere que lo bese, pero mi mente me dice que me aleje, de pronto el escenario cambia y ella está ahí, sentada admirando el paisaje, parece un amanecer.
—¿Dudas sobre tu sentimientos hacía él?
Su voz tan tierna, no me ofende en nada su pregunta.
—Dudo sobre lo que podría pasar después de que yo muera.
—¿Y le dejarás esos malos recuerdos?
La veo levantarse y la arena cae de su vestido, la miro atenta, se gira, por primera vez veo su rostro a detalle como antes no lo había visto, no es una persona tan desagradable, el aura que la rodea hace que no la quiera odiar, incluso si es tan directa. Me mira fijamente, niego con la cabeza.
—Escucha tu corazón y no tu cerebro. Después de morir no podrás hacerlo más.
Entonces despierto de golpe. Mara me mira asustada, estoy empapada en sudor, esos sueños con ella son tan vividos, parece a veces que es tan real.
—¿Estás bien?—Mara me mira asustada—. Seguro fue una pesadilla.
Niego con la cabeza.
—Fue un sueño tan real, solo es eso. Pero no estoy asustada, solo impresionada.
—Me gusta Steven.
Mara me mira fijamente esperando mi reacción. No me digas, era bastante obvio.
—¿Enserio?
Cuestiono de manera natural sin en el sarcasmo que esperaba expresar. Asiente con la cabeza.
—Me gusta demasiado, pero no puedo hacer nada por ahora.
—¿Por qué?
Silencio. Un minuto, tal vez dos pero aún así, silencio. Es todo lo que hay.
—Deberíamos ir al cine hoy, han salido películas buenas últimamente.
Sugiero luego de que ella parece que no va a responder aún.
—O tal vez la compañía es muy buena.
Me alza las cejas y entonces supongo que por un momento ya olvidó lo de hace unos segundos. Claro, si te hace bien molestarme con Andrew, hazlo.
—Supongo que ese también es un factor importante para ver una película en el cine, la compañía—La oigo soltar una risita—. Por eso te estoy invitando a tí, tonta.
—Sí ya entendí. Pero enserio, ¿no vas a admitir lo obvio?
Claro, me gusta Andrew un quince por ciento.
—No tengo ni idea de que hablas.
Comienzo a reírme al ver su cara de confusión, realmente la pelo de zanahoria es muy ingenua, pero a veces cuando veo sus ojos en lo profundo sé que hay una parte de ella que es muy fuerte y no se deja engañar tan fácil. Sé que no debería hacer la comparación pero ella es mejor que Kristina.
Después de un rato ambas estamos de camino al cine. Vamos parecemos adolescentes de nuevo aunque ya tenemos treinta años por Dios, supongo que nunca maduramos lo suficiente. Caminamos por la plaza con los brazos enredados como dos señoras mayores.
—Amo nuestra amistad—Me giro a verla cuando oigo su voz—. A pesar de todos estos años aquí estamos caminando como dos ancianas.
Y pensar que nunca podremos llegar a esa edad, al menos no juntas. Se me deshace un poco el corazón con esa idea, tanto tiempo perdido por culpa de mi madre.
—Bueno aquí estamos.
Nos detenemos frente a la cartelera del cine, películas románticas, de terror, ciencia ficción y más...
—¿Algo romántico?
Miro a Mara quien ahora me mira y arruga la nariz.
—Claro que no.
Sabía que esa seria su respuesta. Seguro con ella tendré que ver algo muy infantil porque así es ella o tal vez algo de terror.
—¿Entonces?
—Esa—La veo señalar la cartelera una película de terror—. Según las redes sociales esta muy buena.
—Bien. Voy a comprar los boletos.
Ella asiente. Nos separamos y yo me dirijo a la taquilla. Después de comprar los boletos vamos a dulceria, así que compramos muchas chucherías qué nos encantan a ambas. Al entrar a la sala del cine esta aún vacía supongo que hemos venido muy temprano.
—Deberíamos tomarnos una selfie y subirla a instagram.
Sugiere la zanahoria.
—Me parece bien.
En mi vida he usado instagram pero bueno, ahí estamos posando las dos y yo más que nada para darle gusto a zanahoria.
—Mira con este filtro nos vemos muy sexys.
Miro el celular de Mara mientras desliza con su dedo la pantalla, wow, si que es cierto. Me veo bastante bien.
—¿Tu perfil es público? ¿cualquiera puede ver esa foto?
Ahora mi mirada se posa en ella, pero ella sigue atenta a sus filtros y demás.
—Sí me lo preguntas por Andrew, si, si que puede verlo—. Sigue mirando su celular mientras desliza y más filtros se colocan en la selfie—. Hace unos días me dio follow.
Claro. Tenía que ser. Su sonrisa aunque es discreta es notable.
—Ah, no lo preguntaba por él. Pero gracias por la información extra.
Por fin se decide, la veo publicar la selfie y luego me mira.
—Denada—La veo tomar una palomita y metersela a la boca con una gran sonrisa—. Deberías abrirte un perfil en instagram. Casi no te tomas selfies ¿verdad?
—No. No me gustan esas cosas. Además siempre la pasaba trabajando o siendo una "futura señora Smith"
Remarcó las comillas con los dedos. Claro, eso hacía.
—Deberias abrirte uno y ponerte sexykiwi.
—¿Por qué ese seudónimo?
—No lo sé. Porque tal vez tu nombre empieza con K.
Sí claro que inteligente es la zanahoria.
—Lo haré si tu te pones sexyzanahoria.
Asiente la veo volver a su teléfono y por unos segundos no dice nada.
—Listo.
Me enseña la pantalla de su celular y en efecto ahora su seudónimo es el que le dije. Entonces saco mi celular, me instalo la app y aquí estoy creando una cuenta en una red social. Cuando termino de hacer la cuenta le muestro a Mara la pantalla. Esto es algo nuevo para mí, es como si estuviera comenzando una nueva vida.
En cuanto comienzan los anuncios previos a la película ambas nos quedamos en silencio y comenzamos a comer palomitas y varias de las golosinas que compramos. Y ahí estaba de nuevo con mi mejor amiga de la infancia, como si nadie se lo hubiera esperado. Hace diez años que no la veía y ahora estaba aquí a mi lado comiendo como si no existiera el mañana. Supongo que por estas personas es que vale la pena vivir, y yo apenas comenzaba a hacerlo, todos estos años perdidos, hundida en lo que se supone que debería hacer y estaba bien pero la realidad es que yo quería una vida muy distinta a la que tenía. Miles de posibilidades. Pero yo solo me aferré a una con la esperanza de poder darle gusto a los demás.