Cuando abrí los ojos lo primero que noté es que ya no estaba durmiendo contra el cuerpo de Mara, si no el de Andrew quien me rodeaba con los brazos y por cierto aún seguía dormido. Mara por supuesto ya no estaba, seguro que esta era otra cosa para molestarme. Pero la verdad en lugar de sentirme molesta como en algún momento atrás lo hubiera hecho, solo podía reírme de la bobada. Escuché unas voces que provenían de la cocina.
Me puse de pie con cuidado y lo más sigilosa posible para no despertar a Andrew. Al entrar a la cocina Steven y Mara me miraron con una sonrisa.
—Buenos días, dormilona.
Mara fue la primera en saludarme.
—Buenos días, Kala.
Steven me miro con una gran sonrisa en el rostro.
—¿Hace cuánto tiempo que están aquí conversando?
—Unos cinco minutos.
Mara mira el reloj que está a lado del refrigerador.
—Tú y Andrew dormían plácidamente abrazaditos. No quisimos despertarlos.
Steven me ha soltado eso, para molestar igualmente. Ya que les fascina hacerlo más con la situación de Andrew y yo. Comienzo a reírme sin darme cuenta y ellos me miran un poco extrañados, podría decir que la expresión de Mara es más de orgullo que de otra cosa.
—Estoy tratando de disfrutar de la vida—Camino hacia la mesa tomo una silla y me siento—. O lo que resta de ella.
—Todos vamos a morir. Eso es algo normal. Incluso podría ser mañana en el avión.
Steven me mira mientras me explica eso. Mara suelta un grito.
—No, no puedo morír sin haberme casado y haber tenido al menos cinco hijos.
Steven se echa a reír y yo por consiguiente. Sí que esta algo safada, cinco hijos.
—Tu útero resistirá tanto—Suspiro pensando en eso, es muy probable que yo ya no esté para cuando ella este embarazada por primera vez—.Lástima que no estaré.
—Vamos Kaela, hay posibilidades de que vivas más tiempo—Steven trata de animarme desde su lugar—.Me han dicho que el tratamiento va bien en tí.
Sí, el tratamiento parecía que hacía bien su trabajo, pero a la vez me sentía más agotada y aunque no lo parecía de hace casí un mes hasta ahora, me veía más demacrada. Es como si me estuvieran absorbiendo toda. Ayer me vi en el espejo, me veía tan destruida poco a poco. Como si la enfermedad me estuviera consumiendo. A pesar de que podía andar y demás que ya era un milagro fuera de eso yo lucía débil.
—Estaré contigo siempre.
Mara me mira con ternura. De pronto oímos un bostezo perezoso desde la sala, Andrew. Se ha despertado. No tardando oímos unos pasos que vienen hacia nosotros. No tarda en aparecer en el marco de la puerta y nos mira aún adormilado.
—Son increíbles. Invaden mi casa y están aquí en mi cocina. Es muy temprano.
—Yo te advertí que llegaría muy temprano. Además ustedes tienen que hacer sus maletas—Steven mira a Andrew con una sonrisa—. Mañana tenemos que estar listos temprano, para evitar contratiempos.
Andrew camina y se sienta en la silla que está a mi lado. Se frota los ojos aún agotado.
—El vuelo es a las ocho, tendríamos que irnos de aquí al menos a las cuatro de la mañana.
Mara abre los ojos como platos.
—Entonces hoy toca dormir temprano.
—Le he pedido a mi tío que nos lleve en su auto.
Steven nos mira a todos en busca de aprobación. Andrew solo bosteza y asiente tras eso. Mara y yo solo sonreímos.
—Mejor a las tres.
Añade Andrew.
—Si quieres mejor nos dormimos en el aeropuerto—Ironiza Mara.
—Es mejor ir con tiempo, para poder desayunar antes de partir—Steven parece tranquilo.
Yo me quedo callada mientras ellos hablan, Andrew me mira con una sonrisa.
—Parece que tu no tienes ninguna objeción con nada.
—Por supuesto que no, estoy muy feliz por el viaje—Miro a todos pensativa—.Siento que todos deberíamos disfrutarlo por igual. Para eso vamos a divertirnos.
Steven asiente.
—Claro esa debe ser la actitud, Kala. Por cierto sé que tu nombre es Kaela, pero te he puesto un apodo que solo yo te diré.
Mara mira a Steven.
—Pues ella es mi kiwi y es más original.
Steven comienza a reirse tras el comentario de Mara celosa. Aunque no tengo idea sí está celosa de Steven o de mí, pero me parece que un poquito de ambos.
—¿Y tú? Andrew. ¿Tienes un apodo para Kala?
Steven mira curioso a Andrew. Quien sigue a mi lado apenas despertando del todo. Este niega con la cabeza.
—Aún no.
Andrew se levanta y comienza a prepararse un café. Steven hace lo mismo y Mara me prepara un té aparte de su café. Todos comenzamos a beber la primer bebida de la mañana. Con ellos ahora hay mucho tema de conversación, bromas, risas.
Cosas que antes no habia vivido de esta misma forma. Es como si fueramos las personas indicadas. Steven no deja de bromear y hacer enojar a Mara. Mara no para de ser irónica cada que se molesta y Andrew no para de reir mientras me mira para ver si me ha ocasionado gracia también. SIn duda son personas maravillosas que me he topado con mucha suerte.
Es más de mediodía cuando terminamos de almorzar algo que ha cocinado Mara, es bastante delicioso y todos se chupan los dedos al dar el último bocado de su comida.
—Deberíamos preparar las maletas pronto. Hoy será un día algo agotador. Además tenemos que levantarnos temprano mañana.
Mara mira con una sonrisa mientras levantamos los platos de la cocina y Steven está con Andrew en el fregadero lavando los trastes luego se los pasa a Andrew y este los seca para finalmente guardarlos en su alacena.
Al termina de ayudar a limpiar la mesa, nos dirigimos al cuarto. Mara está a mi lado con su maleta llevandose lo primordial para el viaje. Nos llevamos casi toda la tarde preparando cada una su equipaje, de vez en cuando bromeabamos mientras lo preparabamos.
—Kae, debes sentir algo ahora ¿no?
Asiento con la cabeza.
—Alegría. Finalmente me siento más viva que nunca y esto es gracias a ti.
Al salir de nuevo a la sala nos encontramos con Andrew y Steven aún arreglando la ropa de Andrew.