Misericordia #1

#29: Charlie.

Drogas, alcohol y perdición eran las tres mejore palabras que podrían describir el famoso antro llamado "Paradise", un lugar que nunca me hubiera dado cuenta que existía si en verdad no hubiera hecho las preguntas a las personas correctas como lo he hecho hace tan solo un par de horas.

Así que cuando entro al  lugar, me sorprendente la cantidad de personas que hay dentro del lugar, mucho más la cantidad de personas que ahora mismo se encuentran dentro de los efectos de cualquiera de las drogas que hayan elegido para consumir.

Me es difícil llegar hasta donde la barra se encuentra pero cuando lo hago es agradable encontrar a una cara conocida entre la multitud de gente.

— Pensé que no te agradaba este tipo de ambiente y mucho menos en un lugar como este —Suelto en dirección al castaño frente a mi, quien se encuentra bebiendo de lo que parece ser whisky.

—Sabes que no lo hago —Sonríe en mi dirección antes de ponerse de pie para así podernos saludar de una mejor manera — No, si no es necesario, pero y tu ¿porque estas aquí?. Creí que nunca conocerías este lugar.

—No lo hacia, mas he venido a buscar a alguien pero honestamente no creo que este aquí —Reflexiono un poco acerca de las posibilidades de que Juls se encuentre en este lugar y de inmediato la descarto, pues es imposible que haya podido conseguir una entrada tan rápidamente —Así que es mejor que me vaya.

—No, espera —Me pide Ed — Acompáñame al segundo piso nos tomamos un trago, platicamos un poco y después te vas. ¿Que dices?, como en los viejos tiempos —Me sugiere mi viejo amigo antes de extenderme un vaso del cual honestamente no he visto de dónde ha salido.

—Como en los viejos tiempos —Sonrió al tomar el vaso entre mis manos, aceptando su invitación.

Así que sin perder el tiempo nos dirigimos hasta un par de escaleras las cuales nos guían hasta el segundo piso, donde no hay tantas personas, puesto a que es una área restringida para la mayoría de gente que no fuera socio, rico o trabajadores de aquel lugar.

—Ethan y sus socios han estado muy activos estas últimas semana —Empieza a contarme cuando ya hemos tomado asiento en una de las mesas que se encuentra un poco más alejada de la poca gente que se encuentra en el lugar — Han estado inquietos a causa de lo que parece ser una chica — Suelta señalando a una mesa detrás de mí en la cual se encuentra nada más y nada menos que Ethan junto a un par de chicos, los cuales se levanta junto a él tras escuchar algo que le acaba de decir, lo cual parece ser importante al ver la seriedad en el rostro de Ethan.

—Pues la chica debe de ser muy especial para que eso pase, ¿no lo crees?

—Pues eso es lo que aparece —Asiente mi amigo antes de beber de su vaso, el cual queda totalmente vació en un par de segundos —Se dice que ella era una de las mejores en los tiempos del creador de toda esta fortuna, era la encargada de seguir con el legado después de su muerte pero por desgracia tuvo un accidente del cual aparentó no sobrevivir pero por lo que parece ser es que todo estos años estuvo escondida de todos, tratando de salir de esta mierda de vida que ambos sabemos,es imposible —Termina de decir y las palabras de aquella chica invaden mi alma como si la conociera de toda la vida.

—Es mejor que me vaya — Le digo a mi amigo antes de terminar por completo todo el líquido que hay en mi vaso — Gracias por el trago, espero volver a verte — Terminó con un abrazo antes de dirigirme hasta las escaleras.

Pero me detengo en el barandal a unos pasos de las escaleras al ver esa cabellera tan conocida a unos poco metros de mi. Pues Juls sale de uno de los pasillos donde nadie puede entrar a excepción de unos pocos los cuales se resumen a Ethan, sus socios y su verdaderamente gente de confianza, así que me sorprende mucho verla salir de allí.

Incluso me parece estar alucinando, pero cuando ella me ve se que no es ninguna ilusión. Parece alterada, enojada y sus mejillas han adquirido un tono rojizo como cada vez que algo la ha hecho molestar mucho mas de lo normal.

No espero ningún segundo antes de bajar por completo de la segunda planta, pero cuando llegó ella simplemente ya no se encuentra en el mismo lugar. Así que lo primero que hago es salir en busca de ella, pues sus rostro reflejaba que ya no deseaba estar aquí, así que es lo que primero hago.

Y agradezco encontrarla tan solo salir del local. Parece enfadada, incluso lanza un par de grosería en dirección a la nada, donde ningún alma se encuentra, grita hasta que me ve ahí parado frente a ella observándola con curiosidad.

—No estoy de humor para tus sermones — Me suelta antes de darme la espalda.

—Nunca lo estás — Suelto de forma tan neutra que hasta yo me sorprendo —Todo en ti grita miles de cosas pero tu simplemente las mantienes solo para ti, es momento que le digas a alguien cómo es que te sientes, alguien de confianza

—No porque no hayamos acostado en Nueva York quiere decir que te volviste una persona de confianza —Suelta sin ningún remordimiento — Déjame decirte que lo que pasó allá solo fue sexo, no somos amigos y nunca lo seremos, así que es mejor que te vayas —Me dice antes de empezar a caminar, alejándose por completo de mi.

Y quisiera poder decir que mi orgullo se mantuvo de pie, que no flaqueo, ni mucho menos salió herido pero eso simplemente serían mentiras. Así que antes de que me de cuenta ya me encuentro con ella sobre mis hombros diciendo miles de groserías hasta que la meto dentro de mi auto.

—Tal vez tengas razón —Suelto al entrar a mi auto —Solo tuvimos sexo, no soy tu amigo y nunca lo seré pero lo que sí seré es aquel hijo cuyas personas te ayudaron cuando eras mas pequeña y tengo que decirte que no dejare que te metas en esa mierda solo por diversión, no lo hago por ti, lo hago por mi familia, aquella que te ha ayudado siempre — Suelto todo lo que tengo dentro antes de arrancar el auto en dirección a la mansión.




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