#31: Juls

"La vida es una cárcel con las puertas abiertas". Esa era una de las frases especiales que papa solía decirme, como si alguien de ocho años pudiera entenderla por completo.

Ahora entrando a este despacho lo entiendo completamente, cada letra, palabra y sílaba que se encuentra en ella la entiendo con cada paso que doy dentro del estudio. Se que pronto estaré fuera de este lugar, se que he desperdiciado la oportunidad que tanto había deseado, se que terminare regresando al lugar del que vengo, por que termine tomando decisiones que sin duda me llevaran a mi cárcel, aquella de la que tuve oportunidad de salir y simplemente la desperdicie.

—Quien no lucha por lo que verdaderamente quiere, no merece la ayuda de nadie más —Es lo primero que dice mi padre al entrar al estudio, cerrando así la puerta tras de sí —Eso es lo que me decía mi padre cada vez que yo deseaba algo.

Termina por sentarse en su silla detrás del enorme escritorio con su mirada fija en mí, la cual no puedo dejar de ver, por que esos mismos ojos fueron los únicos que alguna vez se apiadaron de una pobre jovencita llena de lodo que necesitan una nueva oportunidad la cual no dudo en dársela.

—Sabes que eres mi hija, una más de esta familia —Comienza y se que esto va a ser el final de esta mágica historia — Pero quiero saber si lo que ha dicho hace tan solo unos momentos Charlie, ¿es cierto?.

—Si —No pienso mucho en las consecuencias que mi respuesta pueda ocasionar, por que es algo que no necesita se analizado ni un poco —Es cierto que he ido a una de esas fiestas pero quiero decirte que no he vuelto a drogarme, no desde mi recaída de hace años.

Los ojos de mi padre cambian de furia a lástima, aquella que odio, aquella que me ha perseguido durante muchos años y la que sigue sin gustarme ni un poco.

—No me mire así —Pido con amabilidad  lo cual llama su atención —Se que no hay vuelta atrás, sé que he tomado una decisión que se que traerá consecuencias, se que usted se preocupa por la seguridad de todos en esta casa, se que mi decisión lo único que traerá a su vida será dificultades y riesgos, y más que nadie entiendo que no puede llegar a tomarlos, no por mi, no por alguien que sigue regresando al lugar donde tanto miedo tiene, en verdad entiendo su punto cien por ciento. 

—Sabes que te queremos, en verdad lo hacemos.

—Y yo a ustedes, por eso mismo se que esto traerá consecuencias pero por primera vez quiero terminar con todas las ataduras que me sostienen a mi pasado, quiero destruir los malos recuerdos de mi familia, quiero dejar de sentirme mal por mama, por mi hermana, por mis sobrinas y por mi misma, quiero dejar mis miedo en el pasado a donde perteneces.

—Sabes que si se enteran de tus planes estarás muerta.

—Lo he estado hace mucho tiempo. Y si es con mi vida que tengo que pagar todo el daño que mi familia ha hecho lo haré, no importa nada, es por eso que he tomado la decisión de desaparecer de sus vidas, agradezco el amor, la comodidad y la seguridad que tu y tu familia me han brindado en verdad lo agradezco con todo el corazón —Se me aprieta el corazón con tal solo decirlo, se que es lo mejor para todos, se que si los mantengo cerca de mi, mala gente puede llegar a ellos para causarme daño, se lo que cada uno de ellos significan para mi, se que si no me voy ahora terminare llorando a los que amo y ya he llorado bastante.

—Sabes que no me perdonaría el dejarte ir, además si te vas, ¿que les voy a decir a la familia? —Pregunta con voz cansada en mi  dirección —Tu mas que nadie sabes cuanto te queremos aquí, simplemente no puedo —Se le escapan un par de lágrimas y el corazón se me rompe un poco más de lo que ya se encuentra.

—Les dirás que simplemente me fui sin ningún motivo aparente, les dirás que era mi momento de volar y crecer, ellos lo entenderán al igual que tu, solo necesitarán tiempo, al igual que yo, así que no llores, regresare con la persona que me salvo como siempre lo hago —Camino hasta donde él se encuentra para poder envolverlo en un fuerte abrazo —Confía en mí —Susurro antes de depositar un suave beso sobre su mejilla antes de separarme de él para dirigirme hasta la puerta del despacho.

—Siempre  —Lo escucho decir antes de que salir por completo del despacho causando que un par de lágrimas se derramen sobre mis mejillas las cuales no tardó en limpiar.

Respiro un par de veces antes de continuar con mi camino hacia mi alcoba, la que hoy mismo dejara de serla, entrar en ella parece la cosa más rara y extraña que haya hecho en mi vida, estar rodeada de los lujos que antes no tenia, me lleva a comprender que esta nunca ha sido mi vida, que todas estas cosas lujosas no lo son y que nunca lo serán, no realmente.

Así que tomo mi mochila desgastada, la cual aún se encuentra debajo de mi cama y guardo un par de pantalones y camisas que pueden servirme, el resto solo lo dejo en su lugar al igual que mi celular, aquel que me compraron y en el que honestamente no quiero seguir dependiendo, no si realmente quiero alejarme de ellos.

Recorro puerta por puerta deteniéndome en cada una de ellas, para apreciar por última vez a toda la familia que me vio crecer, todos y cada uno se encuentran dormidos lo cual me hace mucho más fácil las cosas. Me detengo en la puerta de la habitación de Charlie, se que no debería de entrar pero me es imposible no adentrarme, así que cuando lo hago, lo primero que veo es a un Charlie profundamente dormido así que me acercó aún más de lo que ya estoy para poder tocarlo por última vez.

Se remueve cuando paso una de mis manos sobre su mejilla pero no se despierta.

—"Tenía miedo a ser feliz porque cada vez que lo soy algo malo pasa" —Susurro antes de depositar un suave beso sobre sus labios en forma de despedida.

La cual ha llegado después de tanto tiempo y como decía mi padre "La vida es una cárcel con las puertas abierta" y había llegado el momento de pagar por todo lo malo que he hecho y qué mejor manera que terminando con el dueño de la cárcel quien era nada mas y nada menos que Ethan.