Misericordia #1

#35: Juls.

Me recuesto sobre el frió pavimento y cierro los ojos dejándome llevar por los recuerdos de mi infancia, retrocediendo un poco en el tiempo.

Los gritos de papá se escuchan por toda la casa, regaña a mamá por habernos dejado salir a jugar al parque que está cerca de la casa, parece que ella no tiene ganas de hablar, pues mientra papa grita su voz no se escucha.

Mamá sale secándose un par de lágrimas que se han derramado sobre sus mejillas, ella voltea a mirarme y lo único que se dedica a hacer es a sonreírnos antes de subir por las escaleras de la casa. Se que se ha puesto triste, se que las palabras de papa la han herido un poco más de los que ya se encuentra, me gustaría poder gritarle a papá por hacerla llorar pero se lo que pasaría si yo me atreviera a hablarle sin haber sido autorizada por él, como normalmente estaba acostumbrada a hacerlo, así que lo único que me dedico es a prestar atención al musculoso que me enseña a como armar un arma.

Recuerdo que dos días después papá estuvo en un fuerte aprieto y la primera persona en salir a ayudar fuiste tú, con aquella mirada fría que casi nunca veía, tuviste el coraje necesario para salir en ayuda de papá algo que me dejó pensando por horas.

—¿Por que ayudas a papá cuando él te grita y trata mal? Pregunté esa misma noche cuando nos preparabas para dormir.

—Cuando uno ama a alguien esta dispuesto a todo por esa persona —Me sonreíste antes de depositar uno de tus cariñosos besos sobre mi frente — Tal vez algún día llegues a comprenderlo —Fue lo único que me dijiste antes de salir por la puerta de mi habitación apagando la luz del lugar.

La luz del sol es la que me hace despertar de ese viejo recuerdo pero me tomo mi tiempo para poder comprender un poco aquel recuerdo. Pues desde pequeña siempre he creído que los sueños son las respuestas a las preguntas que nos hacemos. Aquel recuerdo me ayudó a comprender el amor que mi mamá solía tenerle a papa.

Ese recuerdo me persigue hasta mi pequeña habitación, donde me pongo unos jeans negros junto a una chaqueta negra con la que intentó tapar mi rostro antes no sin antes calzarme con unas botas negras. Se que debería quedarme en casa a esperar noticias de Shawn, pero ahora más que nunca se que soy la única que puede lograr salvar a  aquellos a los que ama tal y como lo hacia mama. 

Salgo por una de las salidas de emergencias, pues se que los hombre de Ethan se encuentran frente a la entrada a la espera de que salga del lugar, la calurosa tarde me revise así que me tomo el tiempo necesario para hacer un par de paradas antes de llegar al enorme edificio, el cual se extiende frente a mi y miles de recuerdos me invaden al estar frente a el.

No me importa estar en un punto tan abierto, ni mucho me importa que alguien conocido pueda llegar a reconocerme, simplemente quiero estar aquí un par de minutos imaginándome que mi vida es mucho mejor de los que lo es ahora.

Me imagino que estoy a punto de entrar a visitar a Charlie que llegare me besara y saldremos a comer a uno de los restaurantes cercano.

Pero todo se muere cuando una de las tantas personas golpean mi brazo, despertándome de mi fantasía le doy un último vistazo antes de dirigirme a una pequeña cafetería donde podre tener un buen punto de vista de la zona.

—Querida pero cuanto tiempo sin verte —Me saluda la dueña del local antes de depositar un suave beso sobre mi mejilla de manera cariñosa  el cual respondo de la misma manera —¿Que te ha traído por acá? 

—Tengo que hacer un par de fotos y he venido a ver si puedo subir a su azote para tomar un par —Le pido con la mejor sonrisa que puedo dibujar en estos momentos, pues necesito localizar a las personas que han mandado Ethan antes de que algo malo pase.

—Claro si, puedes subir por las escaleras de emergencias es que una de mis empleadas a perdido la llave del aquí y no han venido a arreglarla. 

—No importa, muchas gracias —Me despido de ella antes de salir de la cafetería para poder rodearla por completo, encontrando de inmediato las escaleras de emergencias del lugar.

Al llegar a la azote me escondo en uno de los muros que se encuentran construidos sobre ella, donde me concentro en sacar un francotirador que he conseguido mucho antes de venir aquí, sé que no debería de hacer esto, sé que estoy apunto de  romper una de las tantas promesas que me he hecho a mi misma, pero mientras mas pasa el tiempo menos dudas hay en mi. Se lo que tengo que hacer, se que a pesar de lo que sea que pase, lo más importantes son aquellos que amo, nunca jamás volveré a cometer los mismos errores del pasado, pues preferí la avaricia al amor que significaba mi hermana y mi mejor amigo.

Así que al diablo con las promesas que alguna vez me hice, es momento de dejar de temblar en una esquina de la casa esperando a que lo malo se vaya para ponerme de pie y golpear a aquello que tanto me aterra.

A pasado mas de una hora cuando me percatado de algunos movimientos en uno de los edificios frente a mi, a si que me acomodo mejor el francotirador con el cual puedo tener una visión mejor pero me congeló a ver a Peter con un francotirador igual al mio frente a mi preparado para cualquier cosa al igual que yo.

Se me congela la sangre al ver a mi mejor amigo frente a mi pero lo hace aún más cuando Charlie, Michael y alguien que desconozco salen del edificios. Ahí todo pierde sentido y decido concentrarme en el objetivo principal de esto.

Todo pasa demasiado rápido que no soy consciente de lo que pasa hasta que un par de policías me escoltan hasta una patrulla situada en la calle, no se en que momento me esposaron, ni mucho menos se que es lo que he hecho, lo único de lo que sí estoy segura es que he disparado el francotirador como si mi padre estuviera detrás mío presionandome para conseguir el éxito, ese que espero haber podido conseguido.




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