Misericordia #1

#46: Charlie.

Una semana han pasado desde que tome una decisión respecto a ella, siete días, donde he tomado decisiones que sin duda cambiaran mi vida y me esforzaría para nunca arrepentirme de ellas.

—¡Debes de estar bromeando!  —Grita la voz de mi hermana entrando en mi oficina, distrayéndome de la tarea de recoger mis pertenecías, por su repentina aparición.

—Hola hermana a mi también me alegra verte —Suelto con ironía antes de continuar con mi tarea, la cual en realidad es muy poca.

—Deja atrás tus estupideces, ¿quieres?  —Suelta antes de cerrar la puerta dándonos un poco más de privacidad —No puedes largarte así de un día para otro.

—Claro que lo puedo hacer, es mi vida —Dejo a un lado mis cosas para así ponerle la atencion necesaria a mi hermana, quien se encuentra frente a mi con esa mirada asesina que tanto la característica y esa posición de brazos cruzados que indica que no se dará por vencida hasta hacerme cambiar de opinión —Así que mejor cuéntame, ¿que tal estuvo el viaje? —Trato de normalizar un poco la conversación, pues honestamente hoy no estoy de humor para pelear con una de mis hermanas mayores.

—De la mierda —Suelta sin ningún resentimiento antes de sentarse en una de las sillas frente a mi —Primero me entero que mi hermano menor quiere volver a irse a Nueva York por cuestiones amorosas con nada más y nada menos que Juls, la adolescente a la cual vi crecer con la cual tengo muchas cosas que hablar, y para variar me cambian la hora de mi vuelo tan solo unos minutos antes, así que hermanito así es como a estado mi viaje, ¿algo más que quieras saber?—Sonríe en mi dirección como si todo lo que estuviera diciendo fuese una broma, una de muy mal gusto.

—Ya he tenido mucho de esto, así que si solo has venido a sermonearme, te pido que te vayas —Pido con amabilidad dándole la espalda para poder ver una última vez la hermosa vista que este lugar en especifico me regala —Mi vuelo sale en dos horas, así que me tengo que ir —Suelto varios minutos después al ver que ella no se va a mover de esa silla.

—Yo te llevo —Me dice antes de tomar la caja que está encima del escritorio para salir de mi oficina, la cual oficialmente ya no será mía de ahora en adelante.

Le doy una última vista a la ciudad antes de salir de la oficina, aquella que siempre había deseado y a la que ahora no me apetecía estar, no sabiendo que ella estaba en los alrededores de la ciudad.

—Hubieras pedido uno mas llamativo, ¿no crees? —Suelto en dirección a mi hermana, la cual se encuentra acomodada en su deportivo dorado frente a la empresa que llama la atencion de un par de personas.

—Este fue el que más me gustó —Se encoge de hombros para así restarle importancia —Así que deja de quejarte y sube al auto de una vez por todas.

—Esta bien —Susurro en su dirección tomando asiento de inmediato en el auto más llamativo que alguna vez mi hermana haya tenido, en una ciudad como lo era Chicago.

No nos tardamos mucho en recoger mis maletas, y mucho menos en llegar al aeropuerto, no con el auto, ni mucho menos con la forma tan loca de conducir que tenía mi hermana.

—¡Hemos llegado! —Grita como una adolescente llamando la atencion de varias personas a nuestro alrededor —¿Quieres que te acompañe?

—No, es mejor así —Depositó un pequeño beso sobre su mejilla antes de bajar del auto y conseguir mis maletas, las cuales no tardan en ser recogida por uno de los asistentes del aeropuerto, quien se encarga de ponerlas en un carro para facilitarme el trabajo.

—Antes de que te vayas —Llama mi atencion mi hermana, quien me mira de una manera tan cariñosa que quisiera poder abrazarla como cuando éramos niños —Si en verdad te preocupas por ella, no te vayas, a veces los amores más sinceros son los más difíciles.

—Gracias —Es lo único que digo antes de despedirme de ella y entrar en el enorme aeropuerto, donde mi nueva vida se encuentra a un par de horas —Te odio Victoria —Susurro para mi mismo cuando mis pies se oponen a dar un paso más, cuando todo a mi alrededor parece que está mal.

Y de un momento a otro los disparos comienzan y el desastre se desata.

—¿Qué diablos está pasando? —Gritó en dirección a los tipos que me cubren.

—Es una emboscada —Me informa antes de ayudarme a ponerme de pie —Tenemos que sacarlo de aquí —Gritó en dirección a los integrantes de su equipo, los cuales no tardan mucho en moverse dentro del aeropuerto, donde el caos se ha desatado.

Nos cuesta mucho salir del lugar, pues la gente corre asustada de un lado a otro en busca de un lugar seguro, mientras los policías tratan de poner un orden que honestamente no creo que logren en un buen tiempo.

—¡Oh, estas bien! —Grita mi hermana al verme entrar en la camioneta, la cual no tarda en arrancar lejos del lugar —Estaba muy preocupada por ti —Me envuelve entre sus brazos a lo que correspondo de inmediato.

—Estoy bien, no te preocupes —Susurro en su dirección antes de separarme para poder dirigirme hacia los hombre que manejan la camioneta —¿Que diablos ha pasado? —Grito en su dirección, sin importarme una mierda o lo estúpido que suene.

—Es clasificado —Suelta uno de los idiotas antes de continuar —En seguida el oficial Woods le pondrá al tanto de la situación tan solo llegar a la residencia Woods —Me informa de inmediato al ver el enfado en mi rostro, pues no seria la primera vez que alguien quisiera matarme.

Y esto justamente estaba empezando a hartarme.

—Por favor cálmate —Me pide Victoria al ver la rabia que se a acumulado en mi cuerpo —Estoy segura de que Michael nos explicara todo.

—Si claro —Suelto con ironía antes de tratar de relajarme en el asiento junto a mi hermana —Solo nos contará lo que nos conviene saber como ella lo hace —Suelto mas para mi mismo que para mi hermana, pues estaba seguro que mi hermano solo nos contaría aquello que le convenía contarnos.

Era igual de mentiroso que ella, algo que siempre serían.




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