—Tenemos mucho que hablar —Zanja antes de tomar mi mano para así guiarme por todas las escaleras como si de un niño se tratara, deteniéndose en mi habitación a la cual no duda en entrar a ella y cerrar la puerta como si su habitación fuera.
Y quisiera que pudiera seguir sosteniéndola como cuando jugábamos en el patio junto a mis hermano, como los meses en los que eramos inseparables eso meses que justo ahora estoy deseando revivir nuevamente pero que simplemente son imposibles de conseguir y ciertamente dolorosos de recordar después de conocerla como realmente es. Y es que la chica que había conocido antes era Juls y a la que veo ahora es a Gabriela una completa desconocida para mi.
—¿Que diablos hacemos aquí? —Preguntó con enfado en su dirección, pues esto simplemente me desconcierta mucho más de lo que ha pasado en el aeropuerto hace tan solo un par de minutos.
—Hablar, eso es lo que hacemos aquí —Dice tan simple como si eso fuera posible entre nosotros después de todo lo que ha pasado.
—No, tu y yo no tenemos nada de que hablar —Sentenció antes de intentar salir de mi propia habitación pero soy interceptado por ella, quien se cruza de brazos frente a mi dispuesta a no quitarse de ahí, no hasta conseguir lo que verdaderamente quiere —Habla de una vez para que me pueda ir —Suelto con molesta en su dirección antes de caminar hasta el inicio de mi cama, donde me recuesto para hacer esto mucho mas fácil de lo que parece.
Y es que aunque desearía apagar mis sentimientos por ella de la misma forma en que ella no dudo en regresar a su antigua vida seria un verdadero milagro poder lograrlo, cosa que honestamente no he conseguirlo y no creo poder conseguirlo con ella en la misma habitación.
—Trabajo para el FBI —Comienza pero no me atrevo a abrir los ojos, me niego a hacerlo —Lo he hecho desde que conocí a un agente amable que me ayudo cuando le confesé que mi madre había sido asesinada por mi padre—Pausa un poco y me puedo imaginar lo difícil que es para ella contar todo lo anterior y no puedo parar de imaginarme lo difícil que tuvo que ser todo eso para ella — Después de que mi padre muriera me fue imposible seguir en contacto con los agentes con los que había hecho una gran amistad, pues al ser hija de uno de los mas grandes narcotraficante tuve que entrar para aprender las cosas necesarias para ser la suplente de mi padre en aquel negocio de mierda que tanto había odiado de pequeña —Se detiene y por primera vez me atrevo a abrir mis ojos solo para ver la tristeza y rabia que invade sus ojos, los cuales no se despegan ni un segundo de la pared tras de mi en la cual cuelga un cuadro de toda mi familia completa hace algunos años atrás.
—¿Por que no tomo el puesto tu hermana mayor? —Lanzo la pregunta y la veo sonreír con ironía recordando lo que sin duda es uno de aquellos malos momentos.
—Porque yo había sido entrenada desde la cuna para ocupar el lugar de papá —Sonríe con nostalgia —Mi padre decía que mi hermana estaba hecha para ser una princesa incapaz de tomar una arma, matar a alguien o dirigir un imperio como lo era el negocio.
—Así que el te entreno para que tu lo hicieras, ¿no es así?
—Si, el decía que yo era una digna guerrera para adquirir su imperio cuando el no estuviera, que yo seria recordado por toda la vida por el imperio y el poder que iba a ejercer sobre muchas personas —Suspira antes de cerrar sus hermosos ojos — Y era por esa razón que me criaba como lo hacia, pues según eso me haría mucho mas fuerte de lo que ya lo era cuando ocupara su lugar —Suelta una pequeña sonrisa antes de abrir sus hermosos ojos dirigidos esta vez en mi dirección.
—Si odiabas todo ese mundo, ¿porque terminaste metida en el de la forma en la que estabas? —Lanzo las preguntas que tanto tiempo me he guardado, pues hoy es el momento de conseguir respuesta a cada uno de ellas.
—Lo hacía, lo odiaba con toda mi alma —Afirma de inmediato —Pero me deje llevar por la adrenalina y los beneficios que esa vida me daba, convirtiéndome en parte de eso sin nisiquiera poder recordar, el porque odiaba la vida que llevaba mi padre durante mi infancia.
—¿Por qué cambiaste de nombre?
—Por que era necesario si quería salir de toda esa mierda —Sonríe antes de caminar hasta la ventana de mi habitación, donde la veo cruzar los brazos —Cuando estás dentro de un mundo del narcotráfico la única manera de salir es muerto. Así que tuve que pedir ayuda de pocas personas, entre ellas agentes de FBI, para montar mi muerte en un accidente de auto, para después tomar nuevo nombre y una nueva vida lejos de todo ello.
—¿Que paso con tu hermana?
—Murió junto con mi mejor amigo —La veo limpiarse un par de lágrimas antes de voltea en mi dirección —Ambos se habían conocido cuando aún eramos muy jóvenes, ellos simplemente se enamoraron en un mundo peligroso del cual lograron escapar y formar una familia lejos de todos hasta que Ethan mandó a matarlos —Da un largo suspiro tratando de que ni una lagrima mas salga de sus ojos.
—Con familia te refieres a hijos —Me pongo de pie para poder asimilar más toda la información que ella me está dando, recibiendo un asentimiento confirmando mis dudas —Las niñas de Nueva York, ¿son sus hijas? —Le acaricio su brazo para poder darle un poco más de valentía para que pueda seguir contándome todo.
—Si —Sonríe con verdadera alegría —Mi tía se hacen cargo de ellas desde hace varios años.
—Al igual que tu, ¿no es así? —Me alejo un poco de ella, pues su cercanía logra nublar mis sentidos.
—Después de ser parte del asesinato de sus padres, es mi deber cuidar de ella —Acorta la distancia entre nosotros para poder acariciarme de esa manera que tanto me ha gustado.
—Tu no sabias que eran ellos —Susurro tan cerca de sus labios que puedo sentir el calor que su cuerpo transmite.
—Pero aun así, sigue siendo culpable de ello.
—Tienes razón —Concuerdo con ella, pues aunque yo y todos a nuestro alrededor nos esforcemos en tapar el sol con un dedo, la verdad es que ninguno podría, pues ella sabia lo que sus acciones habían causado cosa que nadie podría cambiar —¿Porque me cuentas todo esto? —Pregunto, pues nada de esto tiene sentido, no después de todo lo que hemos pasado.