13 de Enero del 2048
Hora: 6:01 am
Un mes antes de la pandemia
🔪
Desconocido
El sonido de de las ramas chocando entre sí me distrae imprevistamente, mientras que mi vista se centra en un punto fijo, pensativo. En una de mis manos la taza de café ya frío se mueve en círculos, y mi cabeza sigue tratando de encontrar una solución a este problema. Nadie podía saber que ella había sido la causante de todo este problema, la mandarían a cadena perpetua o aún peor, podría ser condenada a muerte.
A pesar de que se desconocía el motivo y no había causa aparente, me preocupaba, porque tenía que protegerla como me diera lugar. Porque sé que ha sido un error, y llegaré al fondo de todo esto, cueste lo que me cueste. Sabía que una fórmula de fuerte no pudo ser creada accidentalmente y descubriré al culpable. Aunque tenga que morir en el intento.
La cabeza me mata por la falta de sueño, pegar el ojo es difícil cuando sabes que alguien muy importante para ti está en peligro de muerte, he intentado de todo, pero nada ha servido, incluso con socios de confianza, pero no tenía caso, nadie iba a ayudarme. Tendría que verme por mis propios recursos hasta que luego de tanto pensar, se me ocurrió a la persona indicada: un viejo amigo de California que se dedicaba a despistar a las personas y un gran especialista de medicina.
Red Derrick.
A pesar de que lo he conseguido, la ansiedad me carcome esperando que mi plan maestro resulte, tiene que hacerlo o de lo contrario, ella morirá. Tengo que descubrir cuanto antes al causante, para poder matarlo con mis propias manos y disfrutarlo por hacerla sufrir tanto. El infeliz que lo hizo va a pagar muy caro. Estas consiente de que, algún día ellos lo harían, pero no tenía ni idea de qué eso involucraría a culpar a alguien inocente cuando en realidad los verdaderos mounstro están detrás de cada inocente.
La rabia me carcome por dentro, y en un intento por desparramar mi ira, visualizo através del cristal al pequeño animal mirándome, sus ojos brillando petulantes en la oscuridad de la noche. Sin razonar, levanto mi mano cubierta de negro guantes en la que reposaba mi arma, dando un disparo sin rodeos. Unos cuantos más salen, y con ellos, mi grito más desgarrador.
Giro mi cuerpo, extasiado y muy nervioso. Mis brazos no se controlan y golpean todo lo que había a su paso. Siento mis nudillos temblar, el olor metálico impregnando mis fosas nasales y el goteante liquido rojo deslizándose hasta caer acomosadamente hasta el suelo. No debí haber hecho ese trato, mucho meno meter a gente que no es su problema en esto. Pero no tengo otra opción.
Tal vez todos moriremos por culpa de esto, pero no puedo permitir que le hagan daño sin que yo haya intentando protegerla, porque la justicia es algo que existe, aunque actualmente esa justicia se ha cambiado por otra palabra, que define a la perfección lo que hace el estado: corrupción. No tenía disfraces, era así, crudo y directo. ¿Para qué negarlo?
El sonido de unos pasos acercándose provoca que tratabille y la sombra proyectándose por debajo de la puerta me confirma de quién se trata. Sin mirarlo oigo como hace presencia, no obstante, yo estaba sumido en mis pensamientos, con la idea consiente de que no ha podido lograrlo. Y lo comprendía, pero debí intentarlo al menos. Una profunda exalación se oye a unos cuantos metros y me doy cuenta de que no somos solo nosotros dos. Levanto la mirada, tenso ante la ilusión que tengo.
__¿Qué haces ahí sentado? __inquiere aquel chico de ojos negros con tono de reproche. Tan negros como la noche __Incorporate, luces ridículo.
Le dedico una mirada fulminante a lo que le hago caso y me levanto, todavía con mis manos temblando de rabia, ira y una no muy agradable mezcla de sensaciones cuando reparo en la persona a sus espaldas. Tiene una gran sonrisa que me dan ganas de borrar con el arma, solo bastaría apretar el gatillo y ya habría dejado este mundo, sin embargo, me da curiosidad lo que vaya a decir. Y sobretodo como el chico logró convencerlo.
__¿Lo conseguiste? __pregunto, susurrando, pero él se mantiene neutro y su mandibula luce igual de tensa que todo su cuerpo __No me da buena espina esa mirada.
Él se gira hacia el aludido, lo mira por unos largos segundos y este levanta las manos en señal de inocencia. Luego vuelve a encararme y suspira.
__Escúchame bien, necesito que antes de lo que te voy a decir, te pido encarecidamente que te calmes __su voz es fría, tan helada como el hielo __Porque no te gustará nada su trato. Lo traje aquí para que lo comprobaras por ti mismo.
Mi mirada pasa al chico detrás, quien es dueño de unos ojos impotentes, cautivos e hipnotizantes. Un verde que podría matarte si los mirabas más de un segundo.
__Más te vale que no la incluya a ella __le dedico mi mirada mas penetrante, pero él chico ni se inmuta.
__Es una lástima... __su grave voz me provoca escalofríos. Sus pesados pasos debido a sus botas negras se oyen mientras se dirige hasta mí, pero me mantengo en mi lugar hasta quedar cara a cara. Su mirada me incrusta, acercándose un poco hasta mu cuello __... porque ella es justo lo que quiero.
Antes de que pueda reaccionar, un puñetazo lo hizo retroceder en un costado, la sangre siento visible en su rostro. Pero su sonrisa era grande.
__Mid, cálmate __le pedí, agarrandolo del brazo antes de que cometa un error, pero no parecía escucharme. Estaba demasiado ocupado matando al otro con la mirada __Así no podremos tener un trato, él es el único que puede ayudarnos.
Ejerzo presión en mi agarre, como advertencia. Luego levanto de nuevo mis orbes, clavándolos en él.
__¿Qué es lo que quieres exactamente? __pregunté, tratando de no perder la calma.
Su sonrisa siniestra solo se ensancha debajo de toda la sangre que corre por la comisura de su labio.