Miss Rebel

C A P I T U L O 12

—¿Crees que me importa algo de lo que me digas Jan?. Eres igual de maldito que mis padres, ¿Ahora quieres librarte de mí tú también?— indagué fingiendo sollozar.

— ¡No es eso, no tienes remedio Rhea! No puedo contigo, no puedo controlarte, ¿Acaso es mucho pedir que te comportes como una niña normal?— dijo con serenidad— Te di la oportunidad de que cambiaras y te comportes mejor, pero lo arruinaste todo como siempre y yo ya no tengo más opción que mandarte al internado.

—¿Tú crees que por ir a la Academia cambiaré?, no tío, desde ya te digo que me iré de allí como sea.

—No te preocupes por eso, tendrás a alguien vigilándote todo el tiempo. La Academia es propiedad de mis padres, ósea, tus abuelos Bell, así que tendrás atención personalizada.

—Claro, como tú digas— respondí desinteresada.

—Volveré al trabajo, luego hablaremos de la Academia.

Se fue y quede sola en la casa, así que decidí llamar a Athan.

—¿Hola?

—Athan, soy Rhea.

—Rhea, ¿No estabas en la escuela de modales?

—Bien dicho, estaba, pero me acaban de botar.

—¿Botar? ¿Qué paso?

—Nada grave, inunde todo el lugar y la vieja me boto.

—¡Rhea!— regañó—¿Por qué hiciste eso?

—Para que justamente me botaran, solo es un grupo de niñas tontas.

—Claro, eso no es para la reina del caos— comentó divertido.

—Claro que no, pero en fin, ¿qué hacías?

—Estoy pensando en la chica más linda.

—¿Ah sí?, pues mándales, mis saludos— bromeé.

—Espera... Rhea dice una tal Rhea que te manda saludos.

—Eres un tonto Onisse— solté una sonrisa.

—¿Sabes que estoy pensando?

—Pues no soy adivina.

—En salir a tomar algo contigo, me lo debes.

—Claro, esta casa es un total aburrimiento.

—Pasaré por ti en un momento... Ahh y ponte algo bonito.

—Ni hace falta decirlo.

Finalice la llamada para posteriormente dirigirme hacia mi armario. La verdad tenía más vestidos que otra cosa. Busque un vestido apropiado, aunque no sabía a dónde me iba a llevar Athan. Elegí uno negro, ni muy corto ni muy largo, era perfecto.
Un momento después, Athan pasó por mí. Al verme se quedó paralizado.

—¿Estás bien?— indagué divertida.

—Estás hermosa.

Bajo rápidamente para abrirme la puerta del copiloto.
No podía negar que él también estaba guapo, pero obvio no lo iba a demostrar.

—¿Estás lista?

—Siempre— respondí con una sonrisa— ¿A dónde iremos?

—Te encantara, espera a que lleguemos.

Luego de conducir una hora, llegamos. Parecía un restaurante, estaba lleno de gente.

—¿Qué es esto?

Al entrar todo era llamativo. Quede impresionada, realmente era muy hermoso.

—Es un restaurante con karaoke, así que prepara tu garganta.

—¿Qué?. Estás realmente loco, yo estoy demente, pero tú te pasas, claro que no cantaré.

—Si lo harás, hazlo por mí.

—Nunca, ni en un millón de años, Onisse.

—De acuerdo, vamos a sentarnos.

Nos sentamos y el karaoke comenzó. Cantaban de a parejas, solos, en grupo. Se veía divertido. Estaba muy entretenida. Luego de que pasaran varias personas a cantar, el conductor del karaoke, hizo un anuncio.

—Antes de seguir con esta maravillosa noche. Tengo un desafío para uno de ustedes.Quiero que levante la mano Rhea Bell.

¿Dijo mi nombre?, no, húndeme tierra por favor.

Levante mi mano con mucha timidez, cosa que no era propio de mí, ya que era una descarada, pero esto me avergonzaba.

—Rhea, nuestro amigo Athan, quiere desafiarte a una batalla de karaoke en el que competirán obviamente tú y él. Dice que si tú ganas te quedas con su auto, pero si tú ganas deberás lavárselo, durante un mes.

Quinta cosa que deben saber sobre mí, no soporto que me desafíen porque jamás perdía y no podía negarme a un desafío.

Solía cantar cuando era niña, así que supongo que no tengo nada que perder y tendré un nuevo auto, así que acepte.

Recuérdenme matarlo cuando el karaoke termine.

—Claro que acepto.

Athan apareció de la nada y subió al escenario.

—Sube al escenario. Esto será así, cada uno elegirá una canción y el público elegirá el ganador. ¿Están de acuerdo?

—Claro.

—Por supuesto— respondió Athan.

—Athan comienzas tú— el conductor se dirigió hacia el centro del escenario— ¡Con ustedes, damas y caballeros, de la mano de Athan Onisse, Leave The Door Open!

Athan comenzó a cantar.

Mierda, este maldito sí que canta bien.
Se podía notar que sabía cantar, tenía una voz muy bonita, era imposible dejar de escucharlo. Deseaba que terminara.
Y cuando finalmente finalizo de cantar, todo el mundo comenzó a aplaudirlo, hasta el conductor del karaoke.

¡Estoy perdida!

Después de escucharlo cantar, no quería seguir con el desafío, pero tenía que hacerlo.

—Increíble actuación, esto va a estar bien difícil. Ahora es el turno de Rhea Bell... Ella va a cantar, Ego. Un aplauso.

Esta canción fue la primera que aprendí a cantar, así que supongo que era mi mejor opción. Comencé a cantar y a Athan le cambio la cara de ganador. Seguro que pensaba que no sabía cantar y la verdad no lo estaba haciendo tan mal.
Cuando finalice todos estaban encantados. Athan miraba asustado

En tu cara Onisse.

—Guau, dos grandes competencias. Ahora es el turno de elegir al ganador. Lo vamos a elegir atreves de los aplausos. El que más aplausos reciba será el ganador. Primero vamos con Athan.

Todos aplaudían, pero no creo que sea suficiente para ganar.

—Y ahora, Rhea.

Los aplausos eran el doble de los de Athan.

—Tenemos un ganador. Felicitaciones Rhea Bell, eres la ganadora.

—Gracias, gracias. Dicen que lo mejor siempre va al final— me burlé— Ahora mi premio Onisse.

Athan puso mala cara y me entrego las llaves de su auto.




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