Al regresar nuevamente en la casa, noté que Phoe seguía allí.
—Rhea, ven un momento— pidió Elián.
—¿Qué quieres?
—Ven, por favor.
Con molestia me acerqué hacia ellos.
—Bien, ¿qué quieres?
—Te la presentaré— dijo señalando a Phoe—Ella es Phoe Amery, se quedará un tiempo aquí, vivirá con nosotros.
—Yo no viviré con una cualquiera—respondí con molestia.
Bien, creo que esto de hacer las cosas bien me costará y mucho.
—No es una cualquiera y deja tus berrinches de niña caprichosa.
—Con suerte he dejado que vivas aquí, ¿y ya te crees que eres el dueño?
Phoe decidió intervenir en la discusión.
—No se preocupen, yo puedo quedarme en un hotel— sugirió con serenidad.
—Sí, vete— afirmé.
—¡No!. Te quedarás aquí— replicó Elián.
–No creo que sea un buen momento para quedarme– acotó Phoe.
—No, no lo es y nunca lo será, así que te puedes ir yendo— respondí.
—¡No!— replicó a Phoe con alteración—Rhea, como ya no tienes a nadie a quien arruinarle la vida, ¿quieres arruinar la mía?— indagó impulsivamente.
—Te has pasado de la raya, Elián.
Subí a mi habitación y caí rendida sobre la litera.
No paso mucho tiempo hasta que la puerta de mi habitación sonó.
—¡Desaparece si deseas seguir respirando!— amenacé.
Pero la puerta volvió a sonar.
—¡He dicho que te vayas!
Tomé uno de mis zapatos y justo cuando lo lance hacia la puerta, esta se abrió y era Phoe.
—Auch, eso dolió— se quejó mientras presionaba con su mano la zona del dolor.
—¿Qué quieres?
—¿Puedo pasar?
—Da igual.
Phoe dio unos pasos hacia la habitación y se acomodó al final de la litera.
—Rhea, yo no quiero que mi presencia te moleste o te pese, yo estoy aquí para ayudar a Elián y apoyarlo, lo mismo es contigo. Sé que no es fácil lo que están pasando y quiero decirte que puedes contar conmigo— hizo una breve pausa—Yo tuve una historia parecida a la de ustedes, mis padres también me abandonaron, pero no por eso me la agarre con el mundo, seguí adelante, conocí el amor en Elián y aquí estoy.
—Que romántico, ¿quieres que te aplauda?. No me interesa llevarme bien contigo ni ser tu amiga.
—Tal vez no ahora, pero está bien, solo era para decirte que Elián te ama y ya no te va a volver a dejar sola.
—No estés tan segura, porque luego se va a ir contigo y me va a volver a abandonar.
—No, yo no lo permitiría.
—Si tú lo dices.
—Confía en mí— pidió con una sonrisa animada.
Yo solo asentí, pero no demostraba que en verdad me dolía todo esto que estaba pasando y que me sentía más sola que nunca. En mi habitación había una caja que estaba llena de fotos que solía guardar. Había fotos de mis padres, de Elián, mi tío Jan, el abuelo y yo, de cuando éramos felices. Tome la caja y la abrí, allí encontré algo que no había visto antes, parecía ser una carta. Eso era, una carta de mis padres para mí, hecha hace poco, tome valor y la abrí.
"Para nuestra amada Rhea: Sabemos que nos odias, pero puede que después de leer esta carta puedas comprender del porqué a muchas de tus preguntas. Para comenzar y la más importante, no te abandonamos, por el contrario te amamos con el alma, jamás lo hubiéramos hecho, pero no era nuestra decisión, dependíamos de muchas personas. Personas que no eran buenas, te lo explicaré.
Dos años atrás, todo era hermoso, todo era perfecto. Una gran familia, hijos perfectos, teníamos todo lo que podríamos desear, en fin, una vida maravillosa. Pero nada es gratis y no podíamos conseguir esa vida por nuestros medios, cuando tratamos de hacerlo por nosotros mismos no alcanzaba para nada. Ni siquiera alcanzaba para una buena casa, realmente la veníamos pasando mal económicamente, todo iba mal, absolutamente todo. Un día escuchamos de personas que podrían ayudarnos. Era un trabajo simple en el que se ganaba mucho dinero, pero sabíamos en lo que nos estábamos metiendo, sabíamos la clase de personas que ellos eran. Eran un grupo de prestamistas. Estábamos desesperados por salir de esa crisis económica y sabemos lo estúpido que fue meternos en eso, pero ya no sabíamos que hacer. Así que aceptamos el trabajo que nos dieron. Todo marchaba a la perfección. Habíamos salido de la crisis, ustedes estaban felices y teníamos todo. Pero luego les fallamos. Nos pidieron que contrabandeemos dinero, mucho dinero. Íbamos camino a entregarla, pero luego fuimos asaltados y se llevaron consigo todo el dinero. Estábamos perdidos, nos quitaron la plata que había que entregar. Sabíamos que la íbamos a pagar caro. Incluso temíamos que ustedes estarían en peligro. Luego de esto ellos pensaron que la plata la habíamos robado nosotros, nos culparon y juraron que las pagaríamos. Nos amenazaron con matarlos a ustedes. No lo íbamos a permitir, por eso cometimos el error de caer en las adicciones. Teníamos miedo, mucho miedo. Elián y tú, son nuestras vidas, nuestra razón de ser, por eso teníamos que huir y alejarnos de ustedes, porque mientras más cerca estábamos juntos, más posibilidades había de encontrarnos. Es también que por eso le pedí a Elián que se alejara de ti, no fue fácil para nadie menos para nosotros. Eso era todo lo que tenías que saber. No tenemos la seguridad de lo que ocurrirá a futuro, pero esperamos que algún día puedas perdonarnos.
Te amamos Rhea y esperamos verte pronto.
Mama y Papa"
Después de leer toda la carta quede helada, no podía creer que fuera esa la razón por la cual nos abandonaron, para protegernos.
Lloré como nunca antes lo había hecho, me sentía devastada.
Y después de un periodo, me quedé dormida.
Al día siguiente me levanté y lo primero que hice fue ir a la Academia para hablar con mi abuelo.
Estaba decidida a seguir la petición de mi Tío Jan. Tome mi vehículo y me dirigí a la Academia.
Cuando llegue, vi que mi abuelo estaba hablando con ese tal Theo, el cual se molestó cuando me vio. Yo le hacía señas detrás, el abuelo no me había visto llegar todavía. Disfrutaba hacerle señas amenazadoras a Theo porque su cara de molestia era genial.
Finalmente, terminó de hablar con él y notó mi presencia.