Athan me llevó de regreso a casa y antes de irse, nos despedimos con un último beso.
—Gracias, por todo— esbocé con una sonrisa.
—No olvides que te estaré esperando.
—¿Lo prometes?
—Lo prometo— apoyó su mano con la mía.
Athan se fue y yo entré en la casa, al entrar me encontré a Phoe.
—¿Y cómo te fue? ¿Te dio un beso? ¿Eres su novia? ¿Te llevo a un lugar super romántico?— indagó sin pausa.
—Frénate un poco Phoe, eso no te incumbe.
—Ay, vamos Rhea, cuéntame.
—Eres una vieja chismosa al igual que Elián, ¿Qué quieres saber?
—¿Quién era ese chico?— indagó con una sonrisa de complicidad.
—Un amigo nada más, adiós.
—¿Los amigos se dan besos?— replicó divertida.
—Adiós— respondí con mala cara.
Fui hasta mi habitación e intente dormir un poco, ya que al día siguiente comenzaría en la Academia y al rato me quede dormida.
Al otro día me levanté y prepare mis cosas para llevar, era muy temprano, así que intente no despertar a Elián y Phoe. Tome mis cosas y me fui hasta la Academia con el coche.
Llegue y mi abuelo me estaba esperando.
—Buenos días Rhea— saludó.
—Buenos días, abuelo.
—No te preocupes por tus cosas, llamaré a alguien para que las lleve a tu cuarto.
—De acuerdo.
—Ven conmigo, hay algunas cosas que debo decirte unas cosas.
—Bien.
Ambos nos dirigimos hacia la oficina.
—Rhea, sé que te costara todo esto, así que te pondré una escolta que este contigo aquí la mayoría del tiempo— informó.
—¿Me pondrás un niñero?— eso claramente me había molestado.
—No, se le dicen escolta, es parte de las reglas que te he dicho que te iba a poner.
—Ay, abuelo, pero qué pesado eres, ¿no crees que es demasiado? ¡Estás exagerando!
—Rhea, si vamos a hacer esto, lo haremos bien ¿Entiendes?.
—Si, como sea.
—Aguarda un segundo que lo llamaré, así lo conoces y comienzas con las actividades.
—Como digas.
Tomó el teléfono y llamo a Jasón.
—Puedes decirle que venga ya. Bien, te lo agradezco Jason.
—Con gusto acepto tu escolta si es el guapote de Jasón.
—Pues no, no es el "Guapote" de Jasón, como tú dices y solo deben relacionarse profesionalmente con el personal y quiero que eso lo entiendas muy bien.
—Al parecer no a todos les importa— respondí en un susurro— De todos modos, no me hables como si no fuera nadie.
—Bien, lo siento, pero las reglas son así, te guste o no.
—Me valen las reglas.
—Rhea, no empecemos mal, por favor— pidió.
—Bueno, pero no te pongas en viejo amargado conmigo.
La puerta sonó.
—Compórtate por favor y trátalo bien— pidió casi en un ruego—Pasa— pidió a la persona que se encontraba del otro lado de la puerta.
Un chico muy parecido a alguien que yo conocía, entró. Mi cara era rara, estaba sorprendida, a la vez quería arrancarle sus órganos, pero al mismo tiempo me acordé de que prometí cambiar y él era la persona a la que más daño le había hecho, pero claro, no iba a cambiar de un día para el otro con él, lo iba a hacer sufrir un tiempo más.
Sí, era el idiota de Galen.
—¿Este idiota será mi escolta?— fijé la mirada en Galen— ¿Desde cuándo eres un empleado aquí?
—¡Rhea!, respétalo porque convivirás con él a partir de ahora.
Galen evitaba mi mirada lo más posible.
—Discúlpeme, señor Bell, jamás iría en contra de una decisión que usted tome, pero no creo que sea buena idea esto— su voz sonaba temblorosa.
—Tranquilo compañero, nos llevaremos bien— sonreí— Fuimos compañeros en la preparatoria, así que somos viejos amigos— comenté al abuelo.
—No gracias, yo paso. Otro puede hacerlo por mí.
—Galen, sé que ella es difícil, pero necesito que me ayudes, aparte está dispuesta a cambiar.
—¿Cambiar que, de ropa?
El abuelo soltó una sonrisa.
—No, Galen, cambiar de actitud, ser buena.
—Mira, idiota, estoy tratando de cambiar y ser como las personas normales para que ya dejen de criticarme aunque me vale, así que me ayudas o me ayudas porque te arrancaré cada órgano inservible tuyo ¿Entiendes inútil?
—Rhea, empeoras las cosas así.
Galen se arrodilló hacia la acera.
—Bien, lo haré, pero si ve que Rhea atenta contra mi vida, por favor no me deje seguir con esto— rogó.
—Ay, no exageres y levántate idiota.
—Rhea es enserio, respétalo.
—Bien— suspiré con molestia— ¿Puede levantarse del piso querido idiota?
—Ya, está bien, la llevaré así comienza con las actividades— informó Galen.
—Te lo agradezco Galen, hazme acordar que te aumente el salario.
—Es lo primero que le recordaré— e inhaló aire y exhaló antes de comenzar con su largo día.
Nos fuimos y me llevo hasta mi habitación, mientras caminábamos, note que no me miro en ningún momento, se veía el miedo que tenía, así que decidí jugar con eso.
—¡Galen!— llamé en tono fuerte.
—¿Qué?— respondió sobresaltado—No comiences a lastimarme desde ahora— pidió a la defensiva.
—Hablas como si fuera una asesina— comenté con diversión.
—No estás muy lejos de serlo.
—Podría empezar contigo, ¿qué dices?
—¡No, por favor, no!
—Entonces cierra tu maldita boca.
—Pero si tú me has hablado.
—Ay ya, no te pases de vivo— advertí.
Finalmente, llegamos a mi habitación.
—Tengo entendido que Jason te ha presentado a tus compañeras, por lo que acomoda tus cosas mientras yo te esperaré afuera.
—Haré un llamado, así que tardaré— avise.
—Solo no tardes mucho, por favor— pidió.
—Desaparece— amenacé.
Entre en la habitación y cerré la puerta.
Un suspiro salió de mi boca... ¿Realmente estaba pensando en que si me quedaría o no? ¿Por qué debería darle una oportunidad?...