Miss Rebel

C A P I T U L O 28

Pov Rhea.

Jason se encontraba en la puerta de mi habitación con una carpeta en mano. Comenzaba a pensar que me castigaban por el simple hecho de existir.

—El señor Bell quiere que ocupes tu tiempo en una clase extra— informó.

—¿Qué?, ¿por qué?

—Dice que debido al tiempo libre que tienes durante el día, lo pasas ideando formas de meterte en problemas y se supone que él debe evitar eso.

Me entregó una planilla.

—Son las clases disponibles actualmente, puede elegir entre cualquiera de ellas.

Atraje la planilla hasta mis ojos y comencé a leerla.

*Ceremonia y Protocolo*

—Ni en sueños.

*Tejido en punto*

—Malas experiencias pasadas.

*Jardinería*

—No pienso ensuciar mis manos con tierra.

Jason soltó un suspiro.

—Rhea, solo es elegir una.

Releí todas las actividades una y otra vez, realmente cada una me disgustaba más que la anterior.

—Creo que... —mi mirada seguía fija en la planilla— No me interesa ninguna...
Adiós— le tiré la planilla y cerré la puerta de mi habitación, no sin antes sonreírle.

Podía oír sus quejidos a través de la puerta, realmente lo disfrutaba.

—¡Solo elige una!—gritaba desde el otro lado de la habitación—Es una orden del señor Bell.

—Voy a anotarlo en mi lista de cosas que me importan muy poco— respondí.

Oí un gran suspiro de molestia.

—Bien, entonces espero que disfrutes de la clase a la que voy a inscribirte.

—Como sea.

Volví a tirarme en mi litera mirando hacia arriba.

Escuche un ruido que provenía de la puerta de la habitación, por lo que me acerque hasta ella y note un papel blanco que sobresalía de ella desde el suelo. Me acerqué y la acerqué a mi rostro para saber de qué se trataba.

"Espero que seas buena cocinando por esa será tu actividad a partir de mañana, ya que no querías decidirte, yo lo hice por ti, de nada y suerte"

Atte: Jason.

¿Era broma verdad?, en mi vida había cocinado y el muy idiota, ¿creía que soy Gordon Ramsay?. Siempre había sido Jan quien se encargaba del almuerzo y la cena porque ni siquiera era capaz de cocina una huevo.

Salí de mi habitación en busca de Jason. Me dirigí directo a su oficina, supuse que allí estaría, pero no lo estaba así que me dirigí hacia la oficina de mi abuelo.

Caminé con pasos apurados hasta llegar allí. Abrí la puerta de la oficina sin pensarlo.

Mi abuelo, empleados de la Academia, Jason y Galen se encontraban en lo que parecía una reunión.

Solté una risa nerviosa en consecuencia.

—Disculpen, creo que me equivoque de habitación— hice una pequeña reverencia en gesto de disculpas.

—¿Hay algo en lo que te podamos ayudar Rhea?— preguntó el abuelo en un tono profundo y serio.

—Si de hecho hay algo que quisiera discutir con el idiota de...—me retracté—Quise decir con el encargado Jason— forme una sonrisa.

Jason y Galen fijaron su mirada en mí.

—De acuerdo en cuanto la reunión termine, él te buscara, no te preocupes— su tono se suavizó.

Asentí y volví a hacer una reverencia antes de irme.

Me dirigí hacia la habitación y me tiré sobre la litera mientras contemplaba por milésima vez el cielo raso.

Luego de un tiempo, la puerta de la habitación sonó y Jason estaba frente a ella.

—¿Tú qué quieres?— pregunté molesta.

Relajó un poco su postura.

—Tú querías verme— replicó.

Tomé la nota que me había dejado y se la extendí con molestia.

—¿Cocina? ¿Es en serio?... Ni siquiera puedo hacer un maldito huevo frito— me quejé.

—Te di la oportunidad de elegir y no lo hiciste, por lo que supuse que ibas a amar esas clases y me acabas de decir que no tienes conocimiento alguno, así que ¿no fue una buena elección?— indagó con ironía.

Marivith dejó escapar una risa.

—¿Tú de qué te ríes?— ataqué.

En consecuencia, ella levantó ambas manos en señal de defensa.

—No es tan malo, también estoy en esa clase— comentó ella.

Trate de relajarme un poco.

—Voy a matarte— advertí a Jason.

Dio la vuelta para retirarse, pero volvió a girarse hacia mí.

—¿Por casualidad sufres de bipolaridad?— indagó con inocencia.

—Tienes tres segundos para desaparecer— advertí.

Él salió corriendo rápidamente del cuarto.

Marivith no pudo controlar su diversión y volvió a soltar una risa.

—Parecen un matrimonio... Son tan adorables— comentó entre risas.

Rodé los ojos y no pude evitar dejar escapar una risa. Me tiré sobre mi litera.

—Debemos ponernos los uniformes para la clase de cocina— avisó Marivith.

—¿Qué? ¿Ahora?

—No has leído los días y horarios, ¿verdad?

—¡Qué flojera!—dije mientras daba vueltas en mi litera— ¿Dónde se supone que está mi uniforme?— me levanté a duras penas.

Marivith sonrió.

—Tienes que pedírselo a Jason.

—Sí, creo que mejor voy a faltar a esta clase— volví a tirarme en la cama.

La puerta de la habitación sonó.
Marivith se acercó a abrirla.

—¿El uniforme de Rhea?— interrogó Marivith.

—Sí, asegúrate de que asista a la clase— esbozó una voz irritablemente familiar.

—En tus sueños, imbécil— grité desde mi litera para molestarlo.

Escuché un suspiro de molestia como respuesta y Marivith cerró la puerta de la habitación, no sin antes agradecerle a Jason.

—Asistirás a la clase, ¿verdad?— preguntó Marivith con una ceja levantada.

Formé una sonrisa.

—Claro que iré, no tengo nada mejor que hacer y solo lo dije para molestarlo.

Chistó divertida y arrojó el uniforme hacia mí.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.