Miss Rebel

C A P I T U L O 31

Creo que después de todo el que iba a terminar perjudicado iba a ser Jason.
Comencé a escuchar golpes en la puerta de mi habitación y ya comenzaba a familiarizarme con ellos.
Me acerqué hasta la puerta, la abrí y con una sonrisa oprimida en mi interior observe a Jason completamente cambiado de ropa y medite internamente para no dejar escapar una sonrisa que me traería más castigos.

—¿Vas a decirme que quieres o te quedaras allí observándome?— pregunté impaciente.

—A la oficina, ahora— dio media vuelta y tomo el camino hacia la oficina del abuelo Bell.

Observé divertida como caminaba, sin notar que no lo pensaba seguir. Cerré la puerta a la espera de que como mínimo Jason la tirara luego de notar que no iba tras él.
Conteo de diez segundos, pensé en mis adentros mientras me tiraba sobre mi litera.

—10...9...8...7...— observé mis uñas desinteresadamente como una forma de entretenimiento durante la espera— 6...5...— y la puerta se abrió de par en par.

Me acostumbré a ver su cara pálida en un color rojizo por la furia.

—Eso fue rápido— pensé en voz alta.

Él se acercó hacia mí.

—¿Crees que esto es una broma?— preguntó con ira en sus palabras.

—No— respondí al tiempo que levantaba mis hombros en gesto desinteresadamente.

Me tomó del brazo y me arrastró hacia la oficina.
Al llegar cerró la puerta y él se sentó frente al escritorio.

—¿Por qué me lo haces tan difícil?... ¡A penas es el primer día de la semana que debemos pasar en convivencia y me haces enfurecer!

—Si vamos al caso, vives enfurecido, no me eches la culpa a mí— me defendí.

El esbozo, una sonrisa irónica.

—¿Así vas a ser durante lo que resta de la semana?— preguntó en un tono más calmado.

— Si, si me tratas como la maldita sirvienta de esta mugrosa Academia.

Jason dio la vuelta y se posó frente a mí.

—Ni siquiera has recapacitado acerca del accidente, ¿Verdad?

— ¡Corrección! Fue un incidente que es completamente distinto, ¿Por qué debería reflexionar al respecto? ¡No he hecho nada!

—Entonces supongo que fue pura casualidad que haya pasado luego de haber discutido con ella un día antes.

—Purita, purita— respondí inocente

—¡No sé qué hacer contigo!— se quejó— ¿Cómo te soporta Galen?

—Sácame de aquí, será beneficiario para ambos— junté ambas manos en forma de ruego.

—Aunque me encantaría hacerlo y librarme de ti, esa no es una opción. Como si hubieras sido obligada— se quejó.

Separé mis manos y me crucé de brazos.

—¿Vas a seguir al pie de la letra lo que ordena Bell?— me burle— No voy a dejártela fácil, te lo advierto... Ahora, si me disculpas, debo hacer muchas cosas.

Levantó una ceja.

—Y por muchas cosas te refieres a estar todo el día en la cama, ¿verdad?

— ¿Por qué?, ¿quieres unirte?— esta vez levante yo una ceja— ¿Hay algo más para hacer aparte de eso?

—Tienes que estar en una clase, es la única obligación del internado.

—Oh, vamos de nuevo con las clases— rodé mis ojos— ¿Qué diferencia hacen unas estúpidas clases?

— Te sorprenderías.

Largué una sonrisa.

—No me digas... ¿Cambian a las personas?— formé un rostro de sorpresa.

—Sí, supongo que hay que cambiar de método contigo.

—Oh, ¿tú crees?— respondí con ironía.

—De todos modos tienes que hacerlo.

—O si no, ¿qué?... ¿Hay peor castigo que estar contigo y pasar una semana a tu lado?

—No todos tienen el privilegio de pasar una semana conmigo— fanfarroneo.

— Imagino las filas que harán para pasar contigo, aunque sea un día aparte de Lux.

Jason dio la vuelta al escritorio y sacó un papel de uno de los cajones.
Dio la vuelta y me lo entrego.

—Es en serio— otra vez la planilla de las clases.

Deje el papel sobre el escritorio.

—Tengo una clase en mente— sonreí con inocencia.

—¿Cuál?— preguntó Jason a la espera de una burla.

—Clases de kamasutra... ¿No quieres ser mi profesor?

Él rodó sus ojos.

—¡Deja de insinuarte!, ¿Qué parte de "no eres mi tipo", no entiendes?

—Ni que estuviera diciendo que te cases conmigo imbécil.

Hizo un gesto de frustración.

—Dime que no hablas en serio.

Formé una sonrisa pícara.

—¡Oh por dios!... ¡Vas a volverme loco!— tomó el papel de nuevo y lo puso en mi mano— Piénsalo y cuando tengas una respuesta coherente, me avisas.

Solté un suspiro irónico.

—Cobarde— dije por lo bajo— ¿Qué hay de las clases con Galen?

—No estará durante esta semana, por eso lamentablemente quedaste a mi cargo y como te botaron de las clases de cocina y lógicamente no tendrás las clases de música, deberás elegir otra. Avísame cuando lo hayas hecho.

Salí de la oficina y me dirigí al cuarto.

Marivith me observaba divertida.

—¿Otro regaño?— preguntó reteniendo una sonrisa.

Me acerqué hasta Marivith, me acosté a su lado quedando ambas con la mirada hacia el techo.

—Respóndeme una cosa— pregunté confusa.

—Dime.

—Acaso.. ¿Jason es gay?

Marivith soltó una risa.

—¿Por qué preguntas eso?— dijo entre risas.

Gire la mirada hacia ella.

—¡Me le insinué dos veces y me rechazo!... Por lo que formé dos teorías lógicas— volví a girar la mirada hacia el techo— O no le gustan las mujeres o el conejo aún no entra en la madriguera— tomé mi barbilla en forma pensativa.

Marivith largó una carcajada.

—Qué forma más poética de decir que es virgen.

—Si lo es, ¿verdad?

Marivith sonrió y se giró hacia mí.

—No lo sé... Tal vez no eres su tipo.

—¿Y Lux si? ¿Eso tiene sentido?— me quejé.

—¿Te gusta Jason?, ¿qué hay de Galen?— preguntó Marivith sonriendo.

—¿Es en serio?, solo lo hago para fastidiarlo.

—Si, claro— ella volvió a girarse.




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