Al día siguiente me levanté a las ocho y opte por darme una ducha antes de partir. Cuando salí, me cruce con Galen.
—Buenos días Rhea. ¿Lista para salir?
—Estoy lista.
—Nos encontraremos en la plata principal, espéranos allí.
—De acuerdo.
Al bajar hacia la planta principal, lo primero que observe es la agradable de Lux.
—Con razón sentía un aroma a pudrición desde la segunda planta— esbocé con expresión neutra.
—Qué mundo tan avanzado, ahora resulta que los animales hablan— respondió.
—¿Tanto te sorprende el hecho de que puedas hablar?
Me senté al final de las escaleras.
—Será un largo día— se quejó mientras se alejaba lo más posible de mí dentro de la primera planta.
Jason y Galen no tardaron en llegar.
—¿Listas para partir? Un vehículo nos espera en la entrada de la Academia— aviso Jason.
Subimos en el auto y no se habló una sola palabra durante todo el camino. Cuando llegamos nos esperaban en la entrada un grupo de personas, parecían ser del personal del asilo.
—Buenos días y bienvenidos— esbozó con una amable, una señora mayor de traje— Mi nombre es Jeidi Lars, propietaria del asilo, gusto en conocerlos.
—Buenos días, señora Lars. Mi nombre es Jason y él es Galen, somos empleados de la Academia Bell.— Jason señalo en nuestra dirección—Ellas son Lux y Rhea, las encargadas de realizar las tareas aquí.
—¿Disculpa? ¿Tareas? ¿De qué hablas?— indagué con molestia.
—La señora Lars les informará de que se trata— aviso Galen.
—Claro, en primer lugar, bienvenidas niñas. A partir de ahora, ustedes serán parte del personal del asilo de forma temporal, al igual que ellos— señalo a sus acompañantes— Cumplirán tareas como todo el personal, pero lo suyo será como un beneficio para ustedes. Verán que se van a encariñar mucho con los ancianos. La mayoría son amables, pero hay algunos que son un poco gruñones y con los que más paciencia deben de tener.
—Eso me ha dejado aún más confusa— respondió Lux.
—Pasemos a la sala y les explicaré mejor.
Ingresamos al vestíbulo del lugar y sentí que se me había doblado la edad. En el lugar había ancianos por doquier, unos más del otro lado que de este.
—Es sencillo, hay que asearlos, darles de comer, entretenerlos un rato y luego duermen, no es mucho trabajo.
Observé a Galen con furia y este alzo sus hombros en respuesta.
—Les resultará difícil al principio, pero verán que era más sencillo de lo que pensaban.
—¡No pienso asear a ningún anciano!— me queje.
—Tampoco yo— respondió Lux.
—No fue una pregunta, son las tareas que están obligadas a realizar— respondió con serenidad.
—Como sea, pero que sea rápido.
—Bien, en unos segundos regreso.
El día apenas estaña comenzando y ya me encontraba lo suficientemente irritada.
La señora se retiró del vestíbulo junto con el grupo del personal y nos quedamos allí esperando su regreso.
—Nosotros vigilaremos de ustedes todo el día, yo me haré cargo de Lux y Galen de Rhea, ¿queda claro?
—Si— respondió Lux.
—¿Rhea quedo claro?
—Más que claro, me tomo mi trabajo con seriedad— respondí con ironía.
Jason soltó una suspiro molesto.
—Será un largo día— se quejó.
—Wow, esto de aquí ha dicho lo mismo que tú momentos atrás— señale a Lux— ¿No has considerado tener una mascota? ¡Hasta puede hablar y pensar lo mismo que tú!— dije divertida.
—¿Quieres morir?— Lux se acercó hacia mí con furia.
—¡Rhea, no empieces!— advirtió Jason.
—Justamente tú no puedes intentar controlarme, así que ni lo intentes y tú— observé a Lux— Aléjate o no vivirás para contarlo.
—¿Todo en orden?— se oyó la voz de la señora Lars.
Lux se alejó y Jason se posicionó en medio de ambas.
—Si, señora Lars, todo se encuentra en orden.
—Bien, esta es la vestimenta reglamentaria.
Nos entregó unos uniformes en color blanco, como tienen los empleados del asilo.
—¿Es en serio? No voy a usar esto.
—Por primera vez estoy de acuerdo.
—¡Pónganselo y dejen de quejarse!— regaño Galen claramente irritado.
—¡Maldigo el día que decidí voluntariamente rodearme de inútiles! ¿Dónde me cambio?
—Rhea, compórtate solo por un día— pidió Jason.
—Tú cállate.
—Encontrarán los lavabos tras esas puertas— señaló unas puertas al final del vestíbulo.
Ambas nos dirigimos hacia los lavabos y cambiamos nuestros atuendos por el uniforme.
—Pareces una vendedora de helados— se burló Lux al verme.
—Y tú pareces un muñeco Michelin, porque no tienen cabello y son rellenitos— alce mis hombros— No puedes contra mi ingenio— sonreí victoriosa.
Lux no era de complexión voluminosa, pero aun así era divertido hacerle creer que si lo era y debía recordarle nuestra primera clase de cocina juntas.
—Imbécil.
—También te quiero— sonreí falsamente.
—Muérete.
Le mostré mi dedo de en medio en respuesta.
Fuimos de regreso al vestíbulo. Al vernos Jasón y Galen rieron.
—¿De qué se ríen idiotas?
—Si, ¿qué es tan gracioso?, cuéntenos así nos reímos también.
—Nada, solo se ven graciosas— respondió Jason entre risas.
—¿Saben que es más gracioso?— indague.
—¿Qué?
—Esto— respondí mostrando mi dedo del medio— De todas formas, te doy mis sinceras felicitaciones Jason, acabas de ganarte una estrella Michelin— señalé a Lux—¡Pronto serás ascendido!
Tanto Jason como Galen no tardaron en entender la referencia y un silencio inundo el aire.
—Bien, será mejor que comencemos con las tareas— dijo finalmente la señora Lars.
Ingresamos a una oficina y nos entregó una carpeta a cada una.
—Comenzarán con ellos. Esos son sus datos, cuenta un poco como son y que actividades les gusta realizar.
Comencé a leer la carpeta.
*Nombre y apellido: Callen Relish.
*Fecha de Nacimiento: 15 de julio de 1945
*Lugar de Nacimiento: West Line Baildon, Bradford.
*Hobbies: Cantar, escuchar música y escribir.
*Hijos: Sí (identidad conservada)
Otros familiares: Si (identidad desconocida)
*Motivo por el cual está aquí: Abandono.