Los demás habían arribado al cabo de minutos.
—Llegamos— aviso Elián al ingresar a la casa.
—¿Elián?— indagó el abuelo Relish.
Elián se acercó hacia él con emoción.
—¡Abuelo!— esbozó para luego rodearlo entre sus brazos.
—No puedo creer cuanto han crecido— el abuelo correspondió su abrazo.
—Por suerte el abuelo Bell nos ayudó para poder estar contigo. Si no fuera por él, aún pensaríamos que estas, bueno ya sabes.
—Si, lo sé y también estoy muy agradecido por ello— giró la mirada hacia Phoe—¿Quién es esta señorita?
—Lo siento, olvide presentarlos. Ella es Phoe, mi pareja— presentó.
—Es un gusto conocerlo señor Relish— saludó sonriendo.
—El gusto es mío Zoe— saludó en respuesta.
Todos largamos una carcajada.
—Es Phoe— corrigió entre risas.
—¿No es así como lo dije?
—De hecho suena muy similar, pero en vez de comenzar con z comienza con p y h— explicó.
—¿P y H? ¿De dónde proviene ese nombre?
—Debería preguntarle a mis padres al respecto porque tampoco lo sé.
—Entonces es Phoe, así lo dije desde un principio— se quejó.
—No te hagas abuelo, lo has dicho mal desde un inicio— regañé.
—No se preocupe, puede llamarme como guste.
—¿Cómo puedes tener tanta paciencia?— Indagué divertida— Tu cuarto estará en el piso de arriba— informé al abuelo— No te preocupes, tendrás la ayuda necesaria para poder bajar y subir sin problemas— aseguré.
—Yo estuve pensado y la verdad es que ya no estaré en la Academia, estoy muy viejo para eso, me iré a casa a dirigir la Academia desde allá, pero me voy a sentir muy solo y...—interrumpí.
—¿Quieres que el abuelo Relish vaya a vivir contigo?
—Tendrá las comodidades necesarias y si así lo desea, puede venirse conmigo además vendremos seguido y ustedes pueden ir a visitarnos también.
Elián y yo nos quedamos en silencio momentáneamente.
—Si él quiere, por mí está bien— respondí.
Elián asintió
—Por mí también está bien.
—Claro que sí, pero me prometen que me irán a visitar todos los días, quiero pasar el mayor tiempo junto a ustedes.
—Claro que si— afirmó Elián.
—Abuelo pides demasiado— dije bromeando.
—¡Rhea!— regañaron al unísono.
Solté una carcajada.
—Es broma, claro que iremos.
—Yo los llevo— ofreció Elián.
—Gracias Elián. Mañana iré a la Academia para hablar con el vicedirector y acordar como nos manejaremos a partir de ahora. Galen te veo allí.
—Si, señor— respondió Galen.
Me despedí de ambos abuelos y observé el vehículo de Elián alejarse hasta no verlo más.
Sabía que a penas acabamos de reencontrarnos, pero también entendía que lo mejor seria que esté con el abuelo Relish. Claro que la idea de que un viejo cuidara de otro no era la mejor, pero sabía que el abuelo Bell cuidaría de el mejor de lo que lo haríamos nosotros.
El abuelo Relish, Bell, Elián y Phoe su fueron y quede sola con Galen.
—¿Así que no puedes evitar mirarme?— interrogué levantando una ceja.
—No, no sabía que decir, solo dije lo que tu abuelo quería escuchar— se defendió.
—¿Eso quiere decir que no soy de tu agrado?
—Claro que no Rhea, eres hermosa— soltó un suspiro—No quise decir eso, bueno si, pero...
Interrumpí.
—Solo estoy bromeando, pero agradezco tu cumplido— sonreí.
—Lo siento, Rhea— se disculpó apenado.
—¿Por qué?
—No, no por nada, solo creí que debía pedirte disculpas. Iré al baño— avisó.
Galen se dirigió hasta las escaleras y me pareció extraño.
— ¿Cómo sabes que el baño está arriba?— indagué con curiosidad.
—No lo sé, lo supuse— su voz tembló.
—Tranquilo, solo fue una pregunta. Última puerta a la derecha— guie con una sonrisa.
Me tiré en el sillón y encendí el televisor. Mi teléfono comenzó a sonar al cabo de segundos.
Observe la pantalla y podía leer el nombre de Athan en él, no pude evitar formar una sonrisa.
—Creí que habías desaparecido— comenté al atenderlo.
—Rhea, siento no haber podido llamar antes— se disculpó.
—Descuida, de seguro has estado ocupado. Lo entiendo, no te preocupes.
—¿Cómo has estado?
—Pues no muy bien. Las cosas han estado un poco agitadas. Uno de mis abuelos han tenido un accidente y hoy por la tarde le han dado de alta por lo que he estado en el hospital durante el día y he llegado a casa hace poco.
—Oh Rhea, eso es terrible. ¿Qué le ha ocurrido?
—Ha caído por las escaleras de la Academia y honestamente ha sido culpa mía. Si tan solo no fuera tan arrogante, las cosas podría haber sido diferentes.
—¿Por culpa tuya? ¿Por qué dices eso?
—Sí, es una larga historia.
—¿Aún continúas asistiendo a la Academia?— indagó con curiosidad.
—No, otra larga historia— largué un suspiro.
—Pues podríamos vernos y contarme tus dos largas historias— ofreció divertido.
—No creo que hoy pueda pero mañana en la tarde seguro que sí.
—Mañana en la tarde será entonces.
—Claro.
—De acuerdo, nos vemos mañana y anímate Rhea, ¿de acuerdo?— pidió.
— Es lo que estoy intentando, pero estaré bien, no te preocupes. Nos vemos mañana Athan.
Finalizamos la llamada y Galen bajo por las escaleras para posteriormente sentarse en el sillón junto a mí.
—Creo que yo me iré a casa, mis padres creen que estoy en el trabajo y van a preocuparse.
—¿Me dejarás sola?
—¿Quieres que me quede?— indago Galen levantando una ceja.
—Pues yo cocino muy bien— respondí sonriendo.
—¿Así?
Asentí en respuesta.
—La profesora de cocina, las estudiantes y el cabello de Lux dicen lo contrario— me recordó.
—Jason debería cerrar la boca— me quejé por lo bajo.
—En primer lugar, todos deberían superar ese episodio, quedo en el pasado. ¿Me arrepiento? No, pero estoy trabajando en ello.