—Katja, dime: ¿desde cuándo nos conocemos?
La pregunta de Cathal no sólo turbó a la vampiresa. Jade y Adrien, que se estaban aproximando, pudieron oír aquella interrogante que hace tiempo rondaba por la mente del brujo.
Catch miró a su novia y ella pudo darse cuenta de lo que estaba ocurriendo puesto que no era la primera vez que sucedía.
Aunque Cathal mostraba un rostro tranquilo, estaba lejos de ese estado. La vampiresa no entendía el porqué de aquella pregunta, era obvia la respuesta y ambos lo sabían, esa fecha no iba a olvidarla, así como así.
Jade agarró las manos de ambos, haciendo que él compartiera un poco de su preocupación mientras su amiga continuaba con la interrogante.
—¿Y esa pregunta? —no pudo evitar soltar una diminuta risa, llena de incomodidad al contemplar el tenso semblante de ambos, en especial la de Catch— Debe ser chiste.
"Sólo responde", fue lo que soltó el brujo con una voz que sonaba apacible, sin embargo, se contenía para no perder la paciencia con ella, no era su culpa. El rubio, que hasta ese momento se mantenía al margen del asunto, al oír la impotencia que su compañero sufría en silencio dio un paso adelante colocándose entre la pareja y la vampiresa.
—No es el lugar para discutir sobre este tema tan delicado —La "familia", según cómo los veía, se sobresaltó pero se dieron cuenta que estaba en lo correcto, así que continuó—. ¿Les parece si volvemos a su casa?
Todos asintieron y sin decir nada verbalmente volvieron al auto.
Sólo Adrien era consciente de los enmarañados pensamientos que lo rodeaban dentro del vehículo y hasta llegar a aquella casa alejada de la ciudad. Intentó concentrarse en uno de ellos pero le fue difícil puesto que era como si hablaran todos a la vez.
Tendría que aplicar otro método.
—Kat, sólo dime qué recuerdas —Catch volvió a tocar el tema, casi suplicándole una respuesta a su amiga.
Ella aún no sabía cómo responderle, un vacío dentro suyo le gritaba que fuese la contestación que fuese, no sería la correcta. Podía oír el ritmo del corazón de su amigo acelerándose con el pasar de los segundos, poniéndola con los pelos de puntas.
—Necesito que me escuchen —profirió Adrien, llevándose la atención de los presentes—. Antes de todo, no sé actualmente cómo ni cuándo se conocieron. Ahora mismo, sus mentes son un barullo.
Él prestó atención a sus mentes, no obstante, pese al silencio, sus voces internas no se calmaban. Era increíble la cantidad de pensamientos que podían generar tres, aparentes, personas.
Fue entonces que se acercó a la pareja primero, quedando en el medio de ambos y los rodeó juntándose en un abrazo grupal que excluía a la vampiresa.
—¿Desde cuándo la conocen? —inquirió con firmeza al tiempo que cruzó miradas con Katja. Él no esperó a que dijeran su respuesta y se separó de ellos para acercarse a la chica vampira— Mucho mejor, dos versiones diferentes pero concisas.
Eso dejó atónitos a Jade y Catch, mientras que Katja pese a su sorpresa pudo darse una idea de lo que había ocurrido, «¿Podría ser que, al preguntar, sus mentes le daban la respuesta exacta?» A lo que el rubio sonrió y extendió su mano.
—Es algo más complejo pero caliente, caliente —ella devolviéndole la sonrisa le tomó la mano y Adrien continuó: —Dime Brühnie, ¿Cuándo los conociste?
La vampiresa quedó impactada al ver caer lágrimas de los ojos de Adrien, quien lo había notado y se secó el rostro, pero lejos de ignorar esto, él volvió a tomar su mano; mirándola con aprecio.
¿Qué había visto en su mente que no hubiese notado antes?
Ella buscaba una respuesta en sus ojos pero antes de que pudiese descifrar lo que ocultaba una voz la distrajo de su observación.
—¿Y?... ¿Qué pudiste encontrar, Adrien? —interrumpió Cathal, que hasta ese instante había aguantado su deseo de conocer la verdad en cuanto a lo que le ocurría a su amiga.
El telépata agachó su mirada, tardó en girarse y ver de frente al joven brujo.
—Ambos recuerdos coinciden —expresó en un hilo de voz como si, a pesar de la franqueza en sus palabras, quisiera omitir algo.
Katja se le puso adelante, también quería estar al tanto de lo que diría, sobre todo después de haber presenciado aquella reacción del rubio. Intrigada del por qué esos ojos que solían ser indiferentes...
—Ahora quiero que ambos digan en voz alta: ¿Desde cuándo se conocen?
Adrien se alejó dándoles espacio, tomando asiento en uno de los sofás y esperando con especial atención, aunque su rostro no lo delatara.
Ellos se miraron pensativos durante unos segundos, hasta que Catch le cedió la palabra a su amiga.
—No entiendo, es fácil la respuesta. Los salvé de un ataque de Mila, eso ocurrió hace dos años, tres meses y 13 días, fue en las afueras de...
El brujo no le dio tiempo de terminar cuando la sorprendió envolviéndola en sus brazos como si de su vida dependiera. Kat correspondió el gesto, conmovida, hasta que sintió su hombro humedecerse, ahí, del lado que su amigo inclinaba su cabeza.