Mistery Folk: Oscuridades del pasado

Capítulo 5: Mentiras

Estaba en un sitio oscuro únicamente iluminado por una bombilla, que parpadeaba cada pocos segundos. 

Miré a mi alrededor para encontrarme en un cuarto bastante pequeño y mal oliente. No se escuchaban ruidos de ningún lado, sólo únicamente las gotas que caían en una esquina, produciendo con esto un enorme charco de algún líquido, porque eso agua no era y en estos momentos no me importaba mucho, sólo diré que era de color amarillento.

Intenté moverme de la cama pero no podía, al mirar hacia arriba me di cuenta de que estaba atado al cabecero. Retorcí las muñecas haciéndome daño en el intento. Al ver sangre en ellas paré, no iba a conseguir nada, la cuerda no cedía. Pensé en levantarme aunque estuviese atado de manos y así tirar, pero tampoco pude, los pies estaban atados a cada pata de la cama. Me estaba quedando sin posibilidades de escapar y tendría que hacerlo cuanto antes, no quería morir de frío si es que antes no me mataban las personas que me retienen aquí.

Me dolía todo el cuerpo y estaba algo mareado. Levanté la cabeza para ver qué me sucedía, me quedé alucinado, tenía cortes por todos lados y... ¡Me faltaban los dedos de los pies!  ¿Cómo podía ser eso? No me di cuenta de ello antes, sentía dolor pero no tanto, ¿Me habían drogado?

Mirara donde mirara estaba lleno de sangre, mi respiración se aceleró, la boca se me secó, no podía creerlo. Me repetía para mí. Esto no es real, pronto despertaría, sí, esto sería una maldita pesadilla, pero era tan nítida y con tantos detalles que me confundía con la realidad.

De repente la puerta se abrió, por ella pasó un hombre bastante alto, fuerte, cara de pocos amigos, de seguro este era el que me hizo todo, pues sus manos, ropa y cara estaban manchado de sangre. Seguido de este apareció... ¡Seth! La verdad no sé porque me sorprendía tanto, viendo lo que vimos el otro día esto no es nada para él.

-Hola Luke Lake, te veo bien, ¿Estas cómodo?

Si comodísimo, ¿No ves? Pasando el rato, de chill. ¡SERA DESGRACIADO EL TIO, RIENDO SE DE MI DESGRACIA!

- Esto es lo que les pasa a las personas curiosas, la próxima no tendrás tanta suerte. Te mataré sin dudarlo, no te quepa duda, no doy segundas oportunidades y menos a insectos como tú ¡Hahahahaha!

Por su tono de voz podías deducir que estaba ¡ Cómo una cabra! Y la risa desquiciada lo complementaba para hacer el kit perfecto. 
Pero espera... ¿Cómo sabía mi nombre completo? ¿Importaba eso ahora? ¡Pues claro que no! ¡Me faltaban los dedos!

Acto seguido cogió un martillo y dos puntillas ¿Qué va a hacer este loco ahora?

-Con esto- señaló las puntillas que tenía en su mano izquierda- dejaras de observar lo que no te incumbe. ¡Tanque, aguántale la cabeza para que no la mueva!

¿Que clase de nombre era ese? Bueno pensándolo mejor le quedaba bien, nadie se atrevería a derribarlo con tantos músculos y realmente eso era lo que parecía, un tanque.

Con sus asquerosas manos llenas de anillos de todos los tamaños, me sostuvo la cabeza, el otro se dispuso a clavame las puntillas. Sentí un dolor intenso, no podía soportarlo, la sangre bajaba de mis ojos como si fuera un rio caudaloso.

-¡AHH AHHH!

-Eso es Luke ¡Grita! Siente el dolor penetrarte lentamente ¡Hahahha!

-¡MALDITO ME LAS VAS A PAGAR AHHHH!

Poco a poco el dolor se iba junto con mi consciencia. 

- Adiós querido Luke, nos veremos pronto, hahahaha.
 


¡AHHHH! ¡AHHHH!

Me desperté con el corazón latiendo tan fuerte que podía salirse en cualquier momento.  Había sido horrible, ese hombre era un desgraciado. Lo último parecía tan real, uff.

No quería seguir pensando, estaba empapado en sudor lo mejor sería ducharme, para calmarme un poco.

Fui a desayunar. Fausto estaba de buen humor a pesar de todo. Me preguntó por lo que haría hoy, le dije que a recoger información, no le dije nada más.

Me dispuse a buscar a Jeon tal y como habíamos quedado ayer. 
Antes de tan siquiera tocar me abrió muy animado.

- Buenos días por la mañana Luke, ¿Dónde iremos?

Este chico era gracioso.

- Buenos días Jeon, te has levantado hoy alegre ¿no?

Dije con una sonrisa contagiada por la de el.

-¡Pues claro que sí! Hoy está soleado, los pájaros cantan ¡Las nubes se levantan!

-Hahaha, vale vale hoy estás folclórico.

-Bueno vámonos ya, Seth nos espera también “alegre” hahaha

¿Quién será? Lo dejé pasar. Vayamos a lo importante.

- Ehh… Jeon, ¿Dónde vas?

Estaba caminando en dirección contraria a la iglesia.

-Pues a su casa… Oh es verdad no te lo he dicho pero a esta hora está en su casa rezando- hace comillas al decir lo último-

-Son las 11 am y... ¿Está en su casa? Lo normal es que estuviera en la iglesia.

-Pues no. Este señor hace lo que quiere, total casi nadie va allí - se encogió de hombros-

Nos adentramos por una calle un tanto estrecha y empinada.

-¿Ves esa casota de allá arriba? -apunta con el dedo índice al frente- Pues ese es nuestro destino.

¡Vaya casa que tenía el desgraciado! Eso no se le podría llamar casa, mejor le quedaba chalet. Resaltaba entre todas las demás por su bella vegetación. Era como un osais en el desierto, seguro tendría todo tipo de animales. Este lindo chalet era de dos plantas más una azotea, en ella se podía ver hamacas. No me lo imagino en bañador tomando el sol.

Una vez frente a la puerta me fijé que tenía una ventana a cada lado de esta abiertas, dentro de una había un pequeño santuario, velas, flores, figuras de vírgenes, crucifijos, uno de ellos boca abajo. Mal eso estaba mal.

Llamamos a la puerta, estábamos muy nerviosos eso se palpaba, se daría cuenta seguro. 
La puerta se abrió lentamente.

- Buenos días, ¿Qué buscáis?

Dijo claramente molesto.

- Buenos días, soy Luke Lake he venido a investigar lo que sucede, me gustaría hacerles unas preguntas, no demorará mucho.




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