Moda de amor

CAPÍTULO 17

"Me falta el aire cuando no estás"

Le pedí perdón a Evans. No era una persona rencorosa, sabia cuando admitir mis errores.

Evans solo me observo, mientras me disculpaba y al terminar no dijo ni una palabra. Tome su silencio como una forma en que aceptaba mi disculpa.

En cuanto a Reese, hable con el de una manera muy sutil, no tenía idea de que estuviera pasando por eso. Siempre se ha caracterizado por decir la verdad.

Reese era muy valiente y fuerte. Estaba orgullosa en el niño que era. No lo cambiaría y no me arrepiento de haberlo tenido.

Quedaba una semana antes de la operación de Reese, apenas había logrado conseguir la mitad del dinero. Tenía una semana para solucionarlo y conseguir el dinero. En este punto ya estaba dispuesta a todo.

¿Aceptas la ayuda de Evans?

Ni hablar.

¿Por qué eres tan terca?

Si acepto su ayuda, estaré en deuda con él.

¿Y tu orgullo vale más que la vida de tu hijo?

Yo...

Sabes que es la mejor decisión.

Te estás haciendo miserable, Anne.

Necesitas seguir adelante.

Al día siguiente, fuimos muy temprano a la clínica para revisar a Reese.

—¿Ha podido conseguir el dinero?—me pregunto el médico en la oficina. Reese estaba del otro lado de la puerta jugando con unos juguetes que le prestó el doctor Preston.

—Aún no —confesé, miré hacia un lado —, pero lo tendré a tiempo.

—Ese hombre que vino con usted la última vez, dijo que estaría dispuesto a ayudarla, entonces, ¿por qué no la acepta?

—Mejor hablemos de los últimos detalles que se necesita para la cirugía, y como está Reese ahora.

El médico Preston suspiró, probablemente, por mi terquedad.

—Los medicamentos están haciendo su trabajo, sin embargo, es necesario hacer la cirugía. Él estará seguro de esa forma. No podemos retrasarla.

Asentí. Mire por la ventana a Reese, se veía tan feliz y despreocupado.

El doctor continuó, —En cuanto a los procedimientos antes de la cirugía, necesitamos tomar una demostración de su sangre, verificar si es alérgico o que tipo de anestesia necesita.

—¿Mañana está bien?

—Me parece perfecto.

Me pare dispuesta a irme.

El doctor carraspeó la garganta, —Además, señorita, quisiera preguntarle algo.

—Adelante, Doctor preston.

—¿Está saliendo con alguien? De no ser así, me gustaría invitarla a cenar — guardé silencio, acordándome de Evans. No sabía que decir, habíamos acordado conocernos, pero luego yo le corté las alas a lo que podríamos haber sido. El doctor Preston continuó al ver mi indecisión —. Entiendo que no tiene cabeza para eso, cuando está preocupada por su hijo.

—No sé qué decirle.

Obvio, dile que no.

Y si no tengo nada con Evans, no tengo razón para rechazarlo.

Continué, —Le responderé cuando la cirugía de Reese haya terminado y esté recuperado.

Él sonrió como un gato feliz.

El doctor Preston era guapo, pero no tanto como Evans.

Sin embargo, una pequeña cena no era tan malo. Puede ser un simple agradecimiento, al fin y al cabo, es el doctor de Reese.

***

Luego de dejar en la escuela a Reese no puedo evitar su emoción, al igual que Rachel estaban emocionados. La madre de Evans me esperaba en un restaurante de lujo.

Era muy tarde para regresar, iba a mitad de camino cuando me di cuenta de que mi atuendo no era adecuado para un sitio tan elegante.

No podía retroceder. La madre de Evans ya me odiaba, no podía cancelar o hacerla esperar más.

Tan pronto la visualice, fui en dirección hasta ella.

—Hola, señora.

—Llámame Elisabeth —señaló el asiento de enfrente. No sin antes darme una mirada de pies a cabeza.

Sacudió su cabeza.

Por Dios, no estaba aquí para cumplir sus expectativas.

—Espero que esté bien.

—Entonces, ¿eres la niñera de mi nieto?—ignoro lo que dije, por alguna razón, cada palabra que salía parecía sacarla a la fuerza.

—Así es.

—De hecho, te llamé por una razón, necesito saber algo de ti, al fin y al cabo estás viviendo y trabajando con mi hijo.

—Está bien.

Quizás pueda averiguar algo sobre ella y el porqué actuó tan misterioso cuando me vio.

—¿Estás saliendo con mi hijo?

—No —dije de inmediato, sin pensarlo.

Era cierto. No teníamos nada.

Entonces, ¿por qué mi corazón late tan rápido?

—¿Te gusta?—tarde, un segundo en responder, ella frunció sus cejas, —, no me gusta su hijo. Disculpe, pero esto que tiene que ver con...

Interrumpió, —Hace cinco años, ¿dónde estabas?

Okay, eso fue aleatorio.

Me estaba asustando realmente, ¿quizás Evans y yo teníamos una conexión antes?

Imposible. Un rostro como Evans no es fácil de olvidar.

Debe estar confundida.

—No lo sé realmente, probablemente en casa de mis padres, siempre he vivido con ellos.

—¿Conocías a Evans desde antes?

Negué con la cabeza. Ella asintió pensativa.

—¿Sabes por qué actué así la primera vez que te vi?

—No, pero me gustaría saberlo.

—Eres muy parecida a alguien que conocí y me trajo muy malos recuerdos.

—No entiendo.

Ella sacudió la mano, —Fue hace años. Casi lo había olvidado hasta que te vi.

—Comprendo. ¿Y cómo era ella?

—No es asunto tuyo, señorita. En realidad estoy aquí por otra razón.

—La escucho.

—Verás. He notado que mi hijo se preocupa por ti y la gente habla de que ustedes parecen estar en algo, aunque me dijiste que no, las redes dicen otra información.

—Le estoy diciendo la verdad.

—Cuestionable. Iré al grano, necesita alejarse de mi hijo.

—¿Qué?

—Le ofreceré una gran suma de dinero. De hecho, no solo eso, le daré una compensación cada año, de la cual sería muy tonto de su parte rechazar.

Quede con la boca abierta al ver la nota con los enormes ceros que tenía.



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En el texto hay: destino, niños, romance

Editado: 22.11.2024

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