Monarca

Capítulo 1

Es sorprendente cómo de rápido pasa el tiempo, como mientras creces todo se vuelve tan rutinario, las cosas ya no impresionan como cuando eras niño y empezabas a descubrirlo todo, como la primera vez que anduviste en bicicleta, la primera vez que estuviste nervioso por invitar a salir a alguna chica o por ser la chica que acepto salir con alguien con la esperanza de encontrar el amor aun sin siquiera saber que es; ahora, después de que todas tus ilusiones colapsan, después de estar tan cansado de llorar, de ver como todos siguen con sus vidas, de que todos se acostumbran a hacer las mismas cosas que siempre y eso los satisface pero a ti no, después de descubrir que la felicidad no es algo que este ahí siempre, si no es la ausencia de todos esos momentos de dolor, tragedia y lágrimas, la felicidad la obtenemos como si fuera a compensarnos por los malos momentos que pasamos pero cuando el efecto pasa estamos en el mismo sitio, con los mismos obstáculos y con el mismo gran vacío en nuestro interior, como si nunca fuéramos a poder escapar.

Así es como me siento yo, la pregunta es:

-¿Cómo las cosas se torcieron tanto?

Creo que siempre fui la niña diferente, la que llevaba mochila de superhéroes a la escuela, en vez de la mochila de barbies con rueditas, era la niña que no tenía más amigas y cuyo cabello era demasiado corto como para ser la no niño y no niña de la clase, jamás tuve nada que contar; siempre me gustaron los mundos, esos a los que tienes acceso cuando lees un libro y es como si eso te hiciera diferente a los demás, como si tuvieras un súper secreto porque puedes ser varias personas, tener poderes, o simplemente desaparecer en el tiempo.

Cuando papá murió, esa fue mi primera marca, fue algo de lo que nunca hable, jamás dije como me sentía con respecto a su muerte, en realidad jamás dije que había muerto, él era la única persona que comprendía todas mis teorías por más extrañas que fueran, no importa que pasara yo tenía a mi papa, él me quería como nadie nunca lo ha hecho, jamás nada malo me pasaría mientras él estuviera conmigo, pero murió.

Mamá fue mi segunda marca, siempre hice todo por complacerla, por ganarme su cariño, por que dejara de ser tan dura y me dijera lo orgullosa que estaba, siempre quise a travesar todas las barreras que ella ponía entre nosotras, pero ella no hacía más que regalar mis juguetes favoritos, abrasar y darle amor a todos los niños menos a mí, jamás tuvo una conversación conmigo y no importa cuánto hieran las palabras, los golpes también lo hacen y no solo físicamente, se quedan tatuados en tu mente, la manera en la que ella me golpeaba, sin importarle lo indefensa que yo era de niña, era como si le divirtiera verme llorar, una vez que papá murió nadie podía defenderme, nadie se interesó en hacerlo, ni siquiera mis hermanos; siempre supe cómo afrontarlo, hasta que me fui de casa, sabía que no podía seguir ahí, en ese momento supe que los había perdido a ambos, ella jamás me perdonaría sin importar nada.

***

Toda mi vida la pase guardando secretos, amando personas y justificando las heridas que me causaron porque yo las amaba, toda mi vida creí lo que todos creemos, que nuestras historias trágicas un día se convertirían en historias mágicas, que nacimos con un propósito, que seremos abogados, doctores, científicos y no solo eso sino los mejores en el mundo.

Pero hay 2 clases de personas:

1. Las que crecen siendo influenciadas por la televisión, los cuentos de princesas y sus finales felices, pero cuyos papás se encargan de decirles siempre que eso es solo fantasía y que si quieres algo de este mundo tienes que pelear por eso hasta conseguirlo, que nada es fácil. Así que crecen con miedo a soñar en grande, encuentran amor, estudian y se convierten en un buen abogado o lo que elijan, pero no en el mejor del mundo, se casan, tienen hijos y viven su vida humana felices para siempre.

2. Las personas que fueron educadas por padres totalmente soñadores, que te dicen que hay un mundo allá afuera esperando por ti, con todas las posibilidades y que tú puedes ser lo que desees, que nada nunca será imposible y que jamás debes conformarte con menos de lo que quieres o mereces.

Yo extrañamente pertenezco a ambas o quizás a ninguna categoría, pero tuve que descubrirlo por mi cuenta, es lo que pasa cuando tu madre es una alcohólica, que te abandona más de una vez y tu padre el más extraordinario pero enfermo humano fallece. Así es, las relaciones humanas jamás fueron lo mío, pero esa es una muy larga y diferente historia.

Hoy soy una persona totalmente distinta, en este mi mundo siempre he sido solo yo, así que el día que tuve que irme lejos, ni siquiera lo dude, no voltee ni una vez, porque lo único que necesito a la única persona pese todo es a mí misma.



#40470 en Novela romántica

En el texto hay: amor, suspenso, medicina

Editado: 18.03.2019

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