El doctor Pobe hizo una mueca y sacó su historial clínico - lo siento, pero como hospital privado, no podemos ofrecerle un bono, debido a que últimamente Mongomeri'S Hospital, anda con problemas financieros muy altos - suspiró profundo - usted no recuerda a nadie de su familia, me temo que no sabemos si tiene o no seguro médico, por lo que le daremos tres días hasta entonces, lo siento mucho señorita.
La chica con sus ojos azules los cuales desbordan en lágrimas, asintió rápidamente pasando su mano una y otra vez por su vientre.
No se porqué, pero tuve el impulso de seguir a Pobe hasta la puerta.
-Jefe - dije en un susurro mientras cierro la puerta a mis espaldas - recién acaba de salir de cirugía, y el doctor Stone, dice que puede llegar a recuperar la memoria, tendríamos que darle una oportunidad - apreté mis labios esperando su respuesta.
Pobe arrugó sus labios y subió sus cejas sorprendido - mire Akers - dijo fijándose en mi identificación - ésta paciente tuvo muchas lesiones, curarla hizo que gastemos miles de dólares. Y seguirle el tratamientos, gastaremos aún más - negó lentamente y dejó la historia clínica en el armario de recepción - y no podemos seguir así, tengo medicos a los cuales les tengo que dar un salario, porque ellos no trabajan gratis - hizo una mueca - usted mejor que nadie debería saberlo.
Asentí en respuesta, mientras me muevo a un costado para dejarlo pasar.
Ella no puede irse, aún falta controlarle las suturas y llevar un chequeo constante del bebé. Ésto es muy injusto, y también muy sospechoso, con lo último me refiero a que publicamos fotos de ella por la wed y el noticiero, y me sorprende que los familiares no la hayan reconocido todavía.
Me asomé por la ventanilla de la habitación, y vi como lloraba en silencio, mientras se limpia con una servilleta. Hice una mueca, y entré esforzando una sonrisa.
-¿Qué haré cuando me vaya? - dijo abriendo sus ojos alterada - no se donde vivo, no se ni quien soy, y tengo una carga de responsabilidad enorme - dijo riendo y señalando su vientre de forma irónica, mientras más lagrimas descienden por su mejilla - no tengo dinero, y me siento inútil para llevar adelante la vida de mi hijo.
Asentí lentamente y me senté al lado suyo - tranquila, ya recordarás algo, a veces por ciertos olores o lugares, la mente nos hace un juego de imágenes, como tener un déjà vu - su mirada no se despega de la mía, y su mentón no deja de temblar - todo estará bien, por ahora trata de estar relajada, recuerda que si te pones así, le haces mal al bebé ¿si? - toqué su hombro levemente, y luego de irme le di un último vistazo a los aparatos para ver que todo esté en orden.
-Gracias, doctor Akers - dijo en un leve tono de voz.
Asentí - dentro de unos minutos vendrá la doctora Anderson, para controlar al bebé. Si puedo, vendré a verte en unas horas.
En cuanto salí de la habitación sentí la mirada punzante de Giorgina, la cual está para a un costado con sus brazos cruzados.
Sonreí de lado y me hice el indiferente mientras me dirijo al elevador.
-¡Vincent! - chilló desde la esquina, y se acercó apresurada - ¿me vas a seguir ignorando? ¿después de lo que tuvimos la otra noche? - dijo susurrando la última parte.
Reí por lo bajo y negué lentamente - Gina estoy cansado, y ahora mismo me voy a mi apartamento. Necesito dormir, hace tres días que no descanso bien. Cuando vuelva hablamos - dije tomando su cintura y besando su mejilla, dejándola con las ganas de mis labios - y será mejor que la otra vez - sonreí al dejarla aturdida, mientras las puertas del elevador se cierran.
Cerré mis ojos y en cuanto se abrieron las puertas, la cara de Karen casi me mata del susto.
*¿Por qué de todas las enfermeras te metiste con las más complicadas Vincent?*
-Vin - dijo sonriendo de costado - ¿como haz estado? Me preguntaba si hoy estabas libre...
-Lo siento Karen, hoy no puedo. Estoy muy cansado. Cuando vuelva lo veremos mejor - le guiñé un ojo y salí de allí a las zancadas.
Luego de cambiarme, fui hasta la salida del hospital y casi maldigo por lo bajo cuando las palabras de Patty me detuvieron.
Estoy cansado, y con un poco de mal humor, y sinceramente no tengo ganas de hablar con nadie.
-¿Cómo te fue con Nicholas? - dijo acercándose a mi lado. Ella también está cambiada, por lo que supuse que su turno acabó igual que el mío.
-Mal, no pude entrar a la cirugía - dije por lo bajo pensando en mi cama, y como dormiría en paz.
-Pero, ¿estás bien? ¿qué pasó? - dijo sonriendo.
-Patty, no quiero ser grosero. Pero hoy no fue mi día, necesito descansar, lo siento pero mañana hablamos ¿si? - dije alzando mi mano, y escuchando un leve "bueno" de su parte.
Seguí caminando hasta que llegué a mi edificio, lo bueno de vivir al frente del hospital.
Supuestamente hoy tendría que llamar a mamá, para darle mi charla matutina de mi grandioso día laboral, preguntar por mis hermanos, y claro por papá.
Pero estoy tan devastado que necesito recostarme primero. Amo mi familia, pero hay veces en la que pienso que no entienden el ritmo de mi rutina, ya que siempre está la típica discusión que "ya no tienes tiempo para nosotros".
Y si soy sincero ¡si! Ya no tengo el mismo tiempo que tenía antes de que me viniera aquí, a Boston.
Y me da enojo haber oído de su parte decir que me apoyaban en mi decisión de venir aquí, lejos de Miami en donde me crié, lejos de mi hogar.
Para mí tampoco fue fácil separarme de ellos, yo también los extraño mucho, pero no puedo desperdiciar ésta única oportunidad de trabajar en uno de los mejores hospitales de Estados Unidos.
Y sería muy egoísta de su parte, sino logran entenderlo.
Suspiré profundo mientras me recuesto boca abajo en mi cama, la cual tuve que limpiarla un poco ya que estaba llena de cajas de pizza, y latas de soda.
Si, mi apartamento es un desastre, pero no me importa, para lo único que lo uso, es para dormir y comer (las veces en las que tengo horarios libres). El lugar es pequeño, y si sacamos la basura que hay, podría decirse que es lujoso. Tiene una tina con ducha incluida, cocina eléctrica, una cama de dos plazas totalmente cómoda, una mesa de cristal con sillas a conjunto, un sofá con un SmartTv al frente.
Y por más que todo esté muy junto y apretado, es un lugar muy cómodo para pasar tardes o noches de descanso.
Nunca traje a nadie, y tampoco planeo hacerlo, ya que me llevaría mucho trabajo limpiar todo. Si, lo sé soy vago, ¿y qué? Soy cirujano y salvo vidas a diario, tengo derecho a tener una vida con mis desórdenes, ya que dentro del hospital es todo orden y responsabilidad.